Salir del armario raramente es fácil, y menos con tus padres. Yo estaba bastante nerviosa, a pesar de saber de antemano que todo iba a ir bien y que me iban a apoyar siempre; supongo que nunca puedes quitarte los nervios de encima porque, a fin de cuentas, son tus padres. Y más cuando no tienes claro si van a aceptar las buenas nuevas con los brazos abiertos o si van a rechazarte por algo que es completamente natural.
Es el caso de la fotógrafa ecuatoriana Paola Paredes, de 29 años. Supo que era lesbiana desde temprana edad, y empezó a salir del armario con sus amistades con 17 años, hasta que lo hizo con sus dos hermanas, que la aceptaron tal y como es sin problemas. Pero, aunque lo había intentado en vano en varias ocasiones, no había conseguido salir del armario con sus padres. Hasta que lo hizo. Y decidió documentar el duro proceso con una serie de fotografías que titula Unveiled.
“Todo estaba preparado…”, dice Paola, “excepto yo”. El fuerte arraigo de la religión en la cultura ecuatoriana y en su familia, anteriores comentarios nada halagüeños de familiares sobre dos mujeres estando juntas, llenaban a la fotógrafa de dudas. Pero al final lo consiguió:
Me costó un rato ser capaz de hablar. Miré abajo, a la mesa, y respiré profundamente. Cuando exhalé, finalmente dije las palabras: “soy gay”.
A lo largo de las fotografías que componen este emotivo proyecto, Paola va explicando esos minutos decisivos de su vida:
Mis padres no reaccionaron inmediatamente, pero podía sentir sus ojos en mí. Respire profundo y me forcé a mirarlos. Había quietud en sus ojos. No pude controlar más las lágrimas […]. Todo estaba borroso. Todo eran lágrimas.
Pasados los segundos, los padres de Paola por fin reaccionaron:
Y después, a través de la incertidumbre, voces llegaron a mí. “No nos importa”. “Te queremos”. Mi madre y mi padre rompieron su quietud a la vez; sus lágrimas se juntaron con las mías. Sus manos llegaron a las mías.
Paola Paredes, afincada en Londres desde los 28 años para hacer un máster de fotografía, explica que la idea de documentar con imágenes su salida del armario con sus padres nació con el libro Stolen Glances: Lesbians Take Photographs. “Pensé que si hacía este proyecto, y el resultado era positivo, quizá podría ayudar a alguien más”. Algo que, sin duda, habrá conseguido con creces.
Vía: Cosmopolitan