Venganza, riqueza, amor, celos, odio y traición: todo eso y más es Nashville, una serie de ABC acerca de dos estrellas de country. Una, interpretada por Connie Briton, viendo su estela caer mientras la de Juliette, Hayden Panettiere, empieza a brillar en el firmamento. Y desde esta semana, además, hemos de sumar a todos estos ingredientes una subtrama lésbica que nos ha hecho levantar la ceja a más de una.
En un giro de guión que nadie, repito, NADIE, se esperaba, la mujer del amante de Juliette, que en capítulos anteriores descubrió el engaño de éste, se planta delante de la cantante y le espeta esto:
Sé que estás durmiendo con mi marido. Pero lo que no entiendo es por qué no te acuestas conmigo
Y entonces… ¡la besa!
http://youtu.be/d9_4BCC9Fkc
Nos ha pillado a todas por sorpresa. Nunca en toda la serie Olivia había mostrado el más mínimo interés ya no en Juliette, sino en alguna mujer. Además, ¿qué clase de persona hace esto? ¿No es todo un poco stalker? ¿Es algún tipo de terapia de choque? Quizá es lo habitual en Nashville, ver a tu marido acostándose con otra y correr a sus brazos. Yo no lo sé, nunca he estado ahí, pero sí creo que es forzar el guión hasta los límites de lo razonable.
Quizá habíamos bajado ya la guardia y nos habíamos hecho a la idea de que las tramas croqueta estaban ahí porque aportaban algo a la historia, pero este acontecimiento me hace bajar de golpe a la realidad y recordar que lo lésbico vende. Nashville no está para tirar cohetes en cuestiones de audiencia, y han resuelto que la mejor táctica para encararlo es que dos mujeres se besen. Pasó en Gossip Girl con sus últimos estertores, por poner un ejemplo, y pasó también, curiosamente, con la misma Panettiere como protagonista en Heroes. ¿Que siempre es un regalo para la vista? De acuerdo. Pero no deja de ser triste que se nos utilice como recurso para subir espectadores. Muy mal, Nashville.