Rosa y Kirsten son una pareja de mediana edad nada compensada. Mientras la una es pescadora, la otra es una importante y ocupada arquitecta de prestigio. Tanta atención le requiere su trabajo que no se da cuenta de que su relación con Rosa está haciendo aguas. Pero el detonador final será cuando Rosa conozca a Evi y Olivia, una pareja de campistas a las que, tras pasar una velada al amor de una hoguera con su novia, Kirsten invita a pasar unos días a su casa. Ahí, las cuatro no tendrán más remedio que enfrentarse a las dificultades por las que estan pasando, por mucho que la autoimpuesta venda que llevan en los ojos se resista a caer.
En el pasado festival de Vancouver se presentó Woman’s lake (Frauensee), una película alemana que merece la pena ya no por su argumento, una y mil veces repetido, sino por la placidez con que cuenta la historia. Rosa y Kirsten tienen muchos problemas de comunicación: tras un año y medio, todavía no son capaces de decidir si están juntas o no. La pasión no falta entre ellas, y parece que es el bálsamo con el que logran curar la carencia de compromiso que tanto daño les está haciendo. Por otra parte, Olivia y Evi tienen que lidiar con la necesidad de ésta última de flirtear con todo ser humano viviente. Una necesidad que hace más que tambalear el futuro que han imaginado juntas. El cóctel formado por las dudas de Rosa y el juego de Evi se revela finalmente, y como era de esperar, insostenible, y las dos empiezan un juego nada discreto que forzará sus respectivas relaciones.
El film está enmarcado en un gran lago, que contagia su calma a la acción. Pero ese tiene una pega y es que el poso de la película, tal como viene se va, arrastrado por la corriente. El rato que dura la película está bien, la sigues con atención, piensas en que ha de tener un presupuesto muy limitado para actores (sólo salen cinco con guión en toda a cinta), te recreas en los paisajes alemanes, admiras la más que evidente química de las actrices, de todas, en los momentos de pasión (siempre que pongo esta expresión me acuerdo de Nacho Cano y Mercedes Ferrer), pero eso es todo. La película se pierde entre la multitud de cintas que nos hablan de las dificultades de ser fiel cuando tu relación no funciona y tienes el objeto de deseo justo delante de ti, muchas de ellas también protagonizadas por mujeres. La inmensa actuación de las cuatro protagonistas, con momentos en que parece que son más madre/hija que otra cosa, la salva pero no lo suficiente. Resumiendo: Woman’s lake no está mal, puede que muchas incluso se sientan identificadas, pero, definitivamente, no pasará a la galería de los clásicos.