El Proyecto Manhattan, así, con este nombre tan fastuoso, fue el nombre que se le dió al desarrollo, durante los primeros años de la década de los 40, de la bomba atómica por parte de Estados Unidos. Robert Oppenheimer, el padre del proyecto, es una de esas figuras curiosas de la historia, esas que consagran toda su vida a un proyecto y, de repente, se dan cuenta de que estaban completamente equivocados y lo han hecho todo mal. De hecho, hay un libro muy guay por si os interesa el tema, llamado precisamente Oppenheimer y la bomba atómica. ¿Creeis que he perdido completamente la cabeza hablandóos de esto? No, queridas amigas: habéis venido a leer sobre croquetas, y croquetas tendréis.
Resulta que WGN America ha estrenado este verano Manhattan, una ficción sobre el grupo de científicos que trabajaron en Los Alamos a las órdenes de Oppenheimer. Siguiendo la línea estilística de Mad Men, Masters of Sex y The Hours, es una producción con aire vintage que tiene muy, pero que muy buena pinta. Más allá de la historia principal, también nos encontramos con una trama lésbica que va a hacer las delicias de más de una, ya que está protagonizada por Rachel Brosnahan, a quien todas conocéis por su ambiguo y atractivo personaje en House of Cards. En Manhattan interpreta a Abby Isaacs, la mujer de uno de los científicos destinados en Los Alamos, pero que pronto desarrollará un… interés en su vecina.
Y harta aquí puedo leer sin hacer un espoiler brutal. Si no tenéis plan para el fin de semana, quizá hacer un maratón de la serie no es mala idea. Las que ya la hayáis visto, ¿Qué os parece? Contadnos cositas, que ya sabéis que nos encanta.