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A veces salen noticias como esta, o tipo “Una mujer va al notario a registrar la propiedad del Sol”, y yo me debato entre la incredulidad, la sorpresa, la admiración total por el atrevimiento, y otros cien sentimientos más que no soy capaz de describir. Porque, bueno, esta noticia es indescriptible: Sylvia Ann Driskell, de 66 años, de Nebraska, ha presentado una demanda en ante un tribunal contra todas las personas homosexuales del mundo.
¿Cómo te quedas? A mi todavía no me ha llegado la citación judicial a casa, pero supongo que en próximos días la recibiré en mi domicilio. En el escrito, la demandante cita fuentes muy claras contra la homosexualidad, como el diccionario Webster, lo último en jurisprudencia gayer. El diccionario, que esta señora debe pensar que cayó directamente del árbol de la sabiduría y que no es una cosa que ha escrito un grupo de personas, cita como definición de casarse “La unión entre hombre y mujer”, y a Sylvia Ann le parece el argumento definitivo para, es que no doy crédito, demandar a TODOS los homosexuales del mundo.
Echando cálculos rápidos, a esta mujer le va a salir caro el juicio: La población mundial ronda los 7000 millones de personas, si sacamos un 10%, que es el porcentaje que algunos estudios creen que existe de personas homosexuales, está presentando acciones legales contra setecientos millones de personas. Suponemos que alguna no se presentará al juicio, pero en fin, que vaya preparando los dólares. La parte buena es que, como todos los homosexuales del mundo estaremos en Nebraska cuando nos cite el juez, quizá podamos encontrar ahí a la mujer de nuestras vidas.
Vía: Cascara Amarga