Muchas veces hemos hablado en esta web de Last tango in Halifax, de cómo su trama de salida del armario en la madurez nos había conquistado, y del injusto final que se le dio a la pareja formada por Caroline y Kate, que fue precipitado, inesperado, triste y sin sentido, justo en el momento más dulce de la pareja, que después de pasar ciertas dificultades en su relación, se habían casado y tenían todo un futuro por delante juntas. Está bien que las series maten a personajes principales, eso nos recuerda lo efímero de la vida, que hay catástrofes que están fuera de nuestro alcance, todo eso, pero en fin, casualmente siempre eligen a la lesbiana de turno (¿se nota que aún estoy enfadada?). La creadora Sally Wainwright, junto con Sarah Lancashire, quien interpreta a Caroline, han dado una entrevista para el Telegraph, y Wainwright reconoce que se arrepiente de haber matado a Kate.
Fue muy triste escribirlo. Escribí otro final, pero no funcionó. En ese momento pensaba que era la opción correcta, pero ahora me arrepiento
Disculpas aceptadas, Sally. Qué le vamos a hacer. Mucho tenemos que agradecerte por haber dado vida a estos dos personajes. Sarah Lancashire, por su parte, está encantada con el personaje de Caroline:
Pensé que era muy valiente, era fantástica. Era un drama glorioso, y Sally lo hizo estupendamente para mostrar las relaciones entre mujeres normalizándolas, sin sensacionalismo, y sin hacerlas con el objetivo de excitar. Para mi, era la primera vez que lo veía en la televisión británica
La actriz cuenta también que recibe cantidad de cartas de agradecimiento de mujeres que, gracias a su personaje, han encontrado el valor para salir del armario ante sus familias, o incluso sus maridos. A veces se infravalora el poder de la representación lésbica (o la que sea, en este caso nos ocupa la lésbica, claro) en televisión, pero con testimonios como estos tendríamos que darnos cuenta de la enorme importancia que tienen las ficciones en la vida de las personas. Last tango in Halifax mostraba la historia de Caroline, que casada con un hombre, y con dos hijos, simplemente no podía evitar enamorarse de otra mujer. Y, con sus dificultades, finalmente le compensaba el ser sincera consigo misma, y con los demás, y vivir la vida que quería vivir. Eso ayuda, y mucho, a otras personas que se ven en su misma situación. Tenemos mucho que agradecer a las creadoras de las series, aunque luego nos maten. Ya llegará el momento en que, como Sally, se den cuenta del error.
Vía: Telegraph