Porque sabemos que te gusta estar enterada de todo y porque eres una seriéfila en serie, hoy te vamos a hablar de Last tango in Halifax, una desconocida joya de la BBC que si bien todavía no ha llegado a España, esperamos que lo haga muy pronto. Y cuando suceda, nos apostamos nuestros ahorros a que no pasará desapercibida. Quedaos con esta predicción.
Last tango in Halifax es una serie británica que nos cuenta la historia de Alan y Celia, dos octogenarios que sufrieron un flechazo cuando eran jóvenes, pero cuyos caminos se acabaron separando por avatares del destino. Ahora que ambos están viudos, la vida les va a dar una segunda oportunidad y esta llegará de la manera más inesperada: cuando sus respectivos nietos les creen un perfil en Facebook. La pareja se reencontrará gracias a la red social, y después de muchos mensajitos increíblemente adorables que te harán suspirar y te arrancarán una sonrisa, Alan y Celia quedan a tomar un café para verse las arrugas, hablar de su pasado y ponerse al tanto de su presente.
Debido a que ambos están en tiempo de descuento, deciden que no quieren esperar más y les comunican a sus respectivas familias que desean casarse. Como era de esperar, esta decisión no afectará solamente a la pareja, sino a todo su entorno familiar, que para colmo de males resulta que son de estratos sociales diferentes. La de Celia es de clase alta; la de Alan, de clase media-baja. Pero ahora sus seres queridos están condenados a entenderse…
Hasta aquí, la parte de la trama que se puede contar sin spoilearos demasiado. Pero hay más. Mucho más. Last tango in Halifax tiene croquetas. OF COURSE. En concreto, en esta serie asistimos al florecer tardío de Caroline, la hija de Celia, la respetada directora de una escuela privada que decide concederse la oportunidad de ser feliz con la mujer a la que ama, tras un matrimonio que ha resultado ser un fiasco.
Al principio de la serie, su despertar al lesbianismo es un arco argumental secundario. Pero a medida que progresan los episodios, la historia de Caroline va tomando casi tanto peso como el noviazgo de los octogenarios, hasta que llega un apasionante, dramático e inesperado momento de culminación que es a) muy bueno interpretativamente hablando b) muy bueno en cuanto al guión y c) ¡Muy realista!
Por si todo esto no te ha convencido para verla, he de decir que Caroline es uno de los personajes lésbicos más interesantes que yo haya visto en una serie. Y, creedme, eso es decir mucho, porque con la tontería una ya lleva muchas croquetas a sus espaldas. Pero lo mejor de esta serie es que el personaje lésbico no es el único fantástico, sino que todos merecen la pena.
Sin querer, tu gaydar se va a activar automáticamente con Gillian, la hija de Alan, interpretada por Nicola Walker, porque al principio tendrás la sensación de que ella es la lesbiana. Después, si eres de mente retorcida y enferma como yo, es muy posible que saques los pompones y guardes la esperanza de que ella y Caroline acaben liadas. Y lo sé. Soy una persona horrible. Menudo lío, ¿no? Los padres octogenarios casados y sus hijas, enrolladas. Suena todo a novela romántica de Corín Tellado, pero os juro que no lo he podido evitar. Para mí es innegable que tienen una química especial, aunque no vamos a protestar porque la pareja lésbica que nos han asignado también es encantadora.
En fin, que si todavía no te he convencido para que la veas, aquí te dejo otras cinco razones por las que deberías darle una oportunidad a Last Tango in Halifax:
ES BRITÁNICA. Decirlo así suena un poco prepotente, pero a lo mejor te pasa como a mí, que sin menospreciar las producciones estadounidenses, crees que las británicas suelen ser un poco más profundas, pelín más oscuras, y sus personajes están mejor construidos. ¿Ya he dicho que sonaba prepotente? Pues eso. Lo único malo de esta serie es que los actores tienen un acento británico bastante marcado, por lo que hay que hilar muy fino para entenderlos. No desesperes, seguro que algún alma caritativa acabará sacando una versión con subtítulos.
HUMOR BRITÁNICO. Hay gente que lo odia, yo personalmente lo adoro. No hablo del humor a lo Benny Hill, sino a los comentarios sarcásticos que hacen que todo parezca mejor.
¡ABUELETES QUE SE ENAMORAN! Ahora en serio, ¿quién no disfruta viendo a una enternecedora pareja de abueletes enamorados? No sé, yo todavía no he conocido a nadie que no se derrita al escuchar una historia así. Súmale a eso que se reencuentran gracias a Facebook y te derretirás todavía más. ¡Contemporáneo-vintage!
LAS FAMILIAS. Las dos son disfuncionales y llenas de dramas, pero sin que estén tratados desde una perspectiva deprimente, así que al final acabas disfrutando porque en más de una ocasión te sentirás identificada.
EL GUIÓN. Su creadora, Sally Wainright, se inspiró en una historia de su entorno para escribir la serie y la verdad es que parece tenerlo todo bajo control desde el principio, como si no fuera posible que en un momento dado el guión empezara a hacer aguas porque sabe muy bien a dónde se dirige. Esa es la impresión que da la primera temporada y esperamos, de veras, no equivocarnos.
En resumidas cuentas, debes darle una oportunidad a Last tango in Halifax, bien sea lanzándote a la piscina del acento británico o esperando pacientemente a que esté disponible para las televidentes de habla hispana. Pero con esta no hay excusa. Además, su primera temporada tiene solo seis episodios, de una hora aproximadamente cada uno, por lo que te sabrá a poco hasta que vuelva la segunda, el próximo año. Si te decides a verla, es muy probable que te quedes con ganas de más.
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