Hace unos meses empezábamos a hablar de la nueva ola de croquetas que aparecían en las series de televisión y películas y lo encantadas que estábamos con este nuevo fenómeno, y todo eso, pero desde hace unos días me vengo fijando en algo que no deja de preocuparme:
¿Es tendencia incluir un personaje croqueta por el simple hecho de la diversidad?
Es verdad que son pocas las series que incluyen un personaje lésbico entre sus filas y se olvidan de él, o de las que no tenemos muy clara su orientación sexual hasta que cinco temporadas después los guionistas nos regalan una escena de un beso casto que intenta apaciguar a las fieras que somos. Los ejemplos se han ido repartiendo por la historia de las series de televisión pero este verano lo hemos comprobado de primera mano en dos series de estreno: Complications y Scream The Tv Series.
Ambas series incluyen personajes lésbicos en su cast pero si bien en Complications aunque conocemos a la novia de Gretchen, interpretada por Jessica Szohr, podría ser su novia de piso o como rezamos en el título, su prima, porque el único acercamiento que hemos visto ha sido un triste beso en la frente, un par de llamadas y poco más. Diferente es el caso de Audrey en Scream, aunque solo nos han concedido dos capítulos antes de matar a Rachel, la novia de Audrey.
Nosotras cada vez que una lesbiana muere en una serie
Podemos nombrar varios ejemplos claros de este hecho a lo largo de la historia de la tv:
Willow y Tara en Buffy La Cazavampiros, tardaron más de una temporada en mostrar un poco de afecto la una por la otra y lo entendemos, era otra época y Joss Whedon estaba rompiendo moldes con esta trama en su serie. Obviamente, la muerte trágica de Tara nos dejo a todas sin lágrimas y nos daba un final amargo a una pareja preciosa. Desde luego ya dejamos de esperar que Buffy y Faith descubrieran su sexualidad hace muchos años.
Jenny y Madame Vastra en Doctor Who también tardaron lo suyo en darse un beso – técnica de reanimación que, encima, fue censurado en ciertos países asiáticos y dejaba a muchos tan indignados como a otras tan contentas y campantes. Nunca llueve a gusto de todos, está claro, pero los guionistas podrían tener en cuenta cuales son las (poderosas) razones por las que, a veces, vemos una serie.
Glee es un caso especial y que da para su propio artículo, pido perdón si la indignación me puede y suelto algún improperio. Santana estuvo una temporada intentando contarle a su abuela que era lesbiana, que tenía una relación con Brittany y blablabla. ¿Que hacíamos nosotras mientras? Esperábamos. Esperábamos durante tres temporadas para ver un triste beso en la tercera temporada mientras que Blaine y Kurt acaparaban todas las escenas. Glee era una serie familiar y cómo tal, las parejas croquetas solo se daban abrazos muy sentidos. Porque en realidad y aunque no lo sepáis ninguna, eso es lo que de verdad hacemos en nuestra intimidad, nos abrazamos y fin. Poco comentaré la escena entre Quinn y Santana o la aparición de Demi Lovato, por no repetirme. Ryan Murphy, mal, muy mal.
Rizzoli and Isles es otra de esas series que se sustentan en el subtexto. Porque de eso es de lo que vivimos, señoras, y el problema es que esto es toda la verdad. Nos conformamos con tan poco que nuestras quejas caen en saco roto y claro, así pasa. Que cuando nos topamos con una serie como Rizzoli and Isles no sabemos como reaccionar cuando después de cinco temporadas, no ha pasado NADA entre las protagonistas. La paciencia, ese es nuestro mayor super poder.
¿Es este el futuro de las croquetas en la televisión? ¿Hay más casos que quieras compartir con nosotras? ¿Estás de acuerdo con esta nueva ola de lesbianas primas? Desde luego, deberíamos ser menos ingenuas y no dejarnos engañar tan pronto. La única solución que veo es pedir ciertas garantías antes de engancharnos a una serie. Se solucionarían muchos problemas y nuestro nivel de estrés se reduciría considerablemente.