Si me preguntaran cuales son los temas más candentes ahora mismo dentro de la comunidad LGBT lo tendría clarísimo. El primero sería el empoderamiento de la comunidad trans, que está experimentando una visibilidad como nunca antes, haciéndose consciente de su fuerza. Y el segundo, ay el segundo. El segundo sería ese tema sobre el que corren ríos de tinta y litros de saliva, el tema de las etiquetas como concepto. ¿Etiquetas sí o etiquetas no? ¿Necesarias o estrella de David en la solapa? De esto precisamente es de lo que habló la cantante Jess Glyne, voz en la absolutamente preciosa Rather be, y en otras muchas canciones perfectas, en una entrevista este fin de semana.
Jess escribió su último disco inspirándose en la ruptura sentimental que sufrió con su novia, con su única novia. “Sólo he estado con una chica en mi visa, y es la chica del álbum. Fue muy difícil al principio de la relación, porque hasta entonces sólo había estado con chicos, pero soy la que soy”. Le contó al medio que ella está muy a gusto con su vida, pero que no quiere que nadie, incluído ella, le ponga etiquetas a lo que siente y con quien sale.
Nunca voy a poner una etiqueta en mi sexualidad, y la gente no debería sentirse incómoda sobre a quien aman. Yo quería que mi álbum fuese tan honesto como fuera posible. Puse todas mis cartas sobre la mesa y dije la verdad. Nunca fue una cuestión esconder la verdad detrás de él. Rezo porque llegue el día en que no sea un asunto.