El pánico se está extendiendo por Estados Unidos a una velocidad alarmante. De repente, y como de la nada, los legisladores están super preocupados con un asunto que hasta ahora nos había pasado desapercibido. Insensatas de nosotras. No sabíamos que había una cuestión capital que estábamos pasando por alto cada vez que salimos a cenar y tomar una copa fuera de casa.
Tanto Tennessee como Carolina del Norte están a vueltas con proyectos que, si no fuera porque son trágicos, darían un poco de risa: quieren legislar sobre los baños públicos. Sí, efectivamente. Esos cuartos de tres metros cuadrados son la máxima preocupación de decenas de cargos públicos. Su obsesión es que cada persona utilice el baño correspondiente al género que le fue asignado al nacer, pasando por alto las circunstancias vitales de cada cual (como, por ejemplo, que tu abuela de 90 años tenga que hacer una cola muy larga en el baño de chicas mientras el otro está desocupado), y propiciando que situaciones tan WTF como estas puedan tener lugar.
@monaeltahawy Time to revive the #wejustneedtopee hashtag. pic.twitter.com/dVz9SBfN1d
— Val Dobson (@ValDobson) November 5, 2015
Y es aquí cuando viene la pregunta central de todo este asunto. ¿Qué es lo que quieren las personas trans cuando van a baños públicos? Hemos estado reflexionando e investigando fuerte sobre el asunto, y finalmente tenemos una respuesta que ofrecer.
Quieren utilizar el baño. Ni más ni menos. Quieren hacer pis, quieren mear, quieren cambiarle el agua al fucking canario.
En ocasiones, también quieren mirarse al espejo.
Y ya está. No hay nada más.