Ya no es el hombre el que va guiando a la mujer en el tango, característica danza de la región del Río de la Plata, en alguna de las salas de baile de Buenos Aires. El tango queer, un proyecto en el que participan bailarines y activistas como la berlinesa Astrid Weiske o el argentino Gaston Enrique Olguin, ha llegado para acabar con esos roles clásicos de género en esta famosa danza.
Parejas de baile compuestas por mujeres, por hombres o mixtas que tienen como objetivo unir al colectivo LGBT entorno a estos ritmos en los que, tradicionalmente, ha llevado el paso cantante. “El tango es reflejo de la sociedad, un código social donde el poder lo tiene el varón”, explica en Clarín Yuko Artak en las clases de tango queer de la capital argentina.
“El tango queer busca una apertura de ese código, la pluralidad de pasarnos los roles y romper el binomio exclusivo de baile hombre-mujer”, describe esta bailarina como objetivo de este proyecto. Yuko subió, precisamente este año, a las tablas del Mundial de Tango de Buenos Aires con Liliana para competir como pareja queer, en un evento en el que compitieron unas 500 parejas de 45 países, entre ellas dos parejas gais, aunque Yuko y Liliana fueron la única queer. Liliana guio los pasos de Yuko, ¿vosotras ya habéis pensando con quien vais a compartir pasos de tango queer?
Vía: Clarín | Tango Queer