“Desde la Asociación para la defensa de los valores católicos en la enseñanza, proponemos no llevar a los niños a ver esa película. Los padres no pueden consentir el bombardeo al que se está sometiendo a la infancia para que acepte como naturales cosas que son contra natura. Discutir esa escena con los niños no tendría mucho sentido, pues su mentalidad a una edad pequeña no les permitiría comprender bien el asunto, y podrían tener un gran lío en la cabeza. Es mejor no arriesgarse. ADVCE.”
Con esas palabras la ADVCE advertía a cerca del “gran lío” que supone llevar a los niños a ver la película CIGÜEÑAS. Éste film de la casa productora Warner Bros. Animation, ha generado polémica en las redes sociales debido a los escasos minutos (de hecho segundos) en los que se muestra que algunos bebés son entregados a parejas del mismo sexo.
Ni tardos ni perezosos, los conservadores comenzaron a compartir imágenes como ésta en facebook y whatsapp:
Y como aquí en HULEMS no nos gusta que nos cuenten las cosas, nos lanzamos al cine a verla (bueno sólo yo porque ninguna me quiso explicar cómo se hacen los gaybies).
¿De qué trata?:
Hace mucho tiempo las cigüeñas se dedicaban a entregar bebés. Sin embargo el ritmo de vida de los humanos, así como las ambiciones de dichas aves cambiaron y dicha tarea se dejó de hacer. Ahora las cigüeñas con grandes empresarias y se dedican a entregar otro tipo de cosas. Junior, es la mejor cigüeña repartidora de la empresa y lo acaban de promover a una jefatura. Sin embargo su promoción depende de que despida a Tulip, una humana huérfana que vive con ellos porque su cigüeña nunca la entregó. Accidentalmente Junior y Tulip activan la antigua Máquina de Hacer Bebés, produciendo un bebé no autorizado. Ahora ambos deberán emprender un viaje lleno de aventuras y peligros para entregar al bebé y salvar la carrera de Junior.
A partir de ese argumento, tenemos una idea clara de lo que la película trata. Si bien el ave, la humana y la bebé (que ambos “hicieron por error”) no son una familia, se hace una clara alusión a las familias “no convencionales”.
Nicholas Stoller, director de Cigüeñas, admitió que su intención fue “mostrar una reflexión de qué son las familias hoy en día” y “tratamos de poner a todas, sin importar el color de piel y, mucho menos, la orientación sexual”.
Otra de las alusiones fue la pareja de lobos cuya manda son únicamente machos y al principio querían devorar a la bebé. Pero más tarde desean tenerla consigo para “Criarla fuerte e independiente”. Eso tampoco tiene nada de malo ¿o sí?.
La película simplemente plantea que la familia es la que ama, la que está, la que cuida y provee. Sin embargo en las redes, los padres reclaman que a pesar de la sutil manera en que el filme muestra las uniones homosexuales y la adopción, se les está negando el derecho de decidir lo que ven sus hijos.
Y por supuesto las opiniones van desde citar versículos del antiguo y nuevo testamento hasta los más cuerdos y acertados como el siguiente:
En conclusión, es una obra bien hecha que cumplió su cometido: reflejar la realidad actual del concepto “Familia”. Y como en todo arte, unos estarán a favor y otros en contra. Desde mi muy humilde opinión, sólo hay que ir a disfrutarla. No es la gran película y tampoco está enfocada al ámbito LGBT+, pero en lo que esperamos que Disney nos de una princesa lesbiana, le damos las gracias a Warner Bros. Animation por aportar su granito de arena, aunque la moderna inquisición opine que es el comienzo del fin del mundo.