Ser spanker o spankee, esa es la cuestión. Vamos a ver, ¿te gusta azotar o que te azoten? Si no lo tienes claro, deberías probar ambas cosas. Y si el spanking no es lo tuyo… ¿por qué no le das una oportunidad? A pesar de lo excitante y morbosa que puede resultar esta práctica, tiene numerosos beneficios para el cuerpo. Citaré una vez más a Valérie Tasso hablando sobre esta práctica a propósito de las Tigresas Blancas:
… es muy sano y permite que la piel de los glúteos no pierda su firmeza (¡puedo corroborar esto ya que hablo con conocimiento de causa!), e impide que se vaya acumulando grasa en esa zona tan delicada para las mujeres.
Pues eso, croquetas mías, que igual estaría bien probarlo. Eso sí, antes de ponerte a dar azotes asegúrate de haberlo hablado antes con tu pareja. Puedes empezar con caricias suaves para ir aumentando la intensidad poco a poco, o ayudarte de artilugios específicos para el spanking, como por ejemplo Bück Dich.
Sé lo que estás pensando: “¿dónde está la otra pala de pimpón?”. Lo sé porque yo pensé lo mismo nada más sacarlo de la caja. La gracia de este juguete y el motivo por el que se parece a una pala de pimpón es que se trata de un producto 2 en 1. Puedes utilizarlo como pala para spanking y también como dildo.
Bück Dich está fabricado en silicona, con lo cual es un tanto flexible, una de las características que busco en las palas para dar azotes. De hecho, tiene un núcleo “firme pero flexible”, según Fun Factory. Si quieres usarlo para spanking es perfecto, porque el mango/dildo es comodísimo de sujetar, de tamaño perfecto.
La zona de la pala tiene dos lados: uno liso y otro un poquito rugoso. Lo que me ha gustado mucho es el hecho de que la pala está muy cerca del mango y es más fácil controlar la fuerza de los azotes. Así, podemos dar uno suave o uno más fuerte, de esos que pican…
Cuando ya se haya caldeado el ambiente, puedes utilizar la parte del dildo que, curiosamente, imita la forma de Stronic Drei de la misma marca. Está diseñado para alcanzar el punto G con su curvatura y las texturas también son muy agradables. Se puede utilizar de forma anal, aunque yo prefiero dildos todavía más flexibles para eso. Aun así, la textura también es interesante en su uso anal y promete horas y horas de diversión.
Como Bück Dich mide 12,9 cm. de largo y 4,4 cm. de diámetro, asegúrate de utilizar un buen lubricante y/o un producto adecuado para uso anal. Ahora bien, una vez está el dildo introducido, el agarre por la parte de la pala es un poco raro. Pero teniendo en cuenta que se trata de un juguete 2 en 1, está bien justificado.
Al no tener motor, la última de tus preocupaciones debe ser si puedes usarlo bajo el agua. ¡Claro que sí! Llévatelo a la bañera, incluso a la playa o a la piscina si te atreves. El contraste de los azotes con el agua fresquita es lo más. A lo mejor, si lo dejas al lado de un par de pelotas de pimpón nadie sospecha de lo que es en realidad…
En definitiva, este juguete me ha parecido ideal para principiantes porque, gracias a esa firmeza flexible, se controla muy bien la fuerza que aplicamos en los azotes. También es perfecto para las más experimentadas, porque el rango de impacto va desde unas leves caricias hasta azotes que pican mucho. Además, es una alternativa para aquellas que seáis veganas: puedes olvidarte de las palas de cuero sin tener que recurrir a la dureza de las de madera.
Por cierto, “Bück Dich” significa “agáchate” en alemán, así que ya sabes. Ya va siendo hora de que te Bück Dich y te dejes dar unos cuantos azotes…
Para hacerte con tu Bück Dich ve AQUÍ.