Quince días, más o menos, nos separan de la nueva temporada de American Horror Story, que en su séptima antología nos va a trasladar hasta Michigan en la infausta noche de las elecciones de 2016 en Estados Unidos. No sé vosotras, pero yo esa noche me desperté a beber agua o no sé qué, y cometí el tremendo error de mirar Twitter. Cuando vi que Trump iba ganando, se me cayó el mundo a los pies y ya no dormí más. Así que siento una empatía tremenda por la protagonista de Cult, a quien le cambia la vida esa misma noche. Dentro video.
Esto es una genialidad: Sarah Paulson, que interpreta a Ally Mayfair-Richards, desarrolla fobia a los payasos al ganar Trump. La chica lo va a pasar mal, porque desde entonces la política americana es un circo de tres pistas y los payasos no dejan de ocupar puestos de responsabilidad en la administración. Por el camino, su esposa, a quien da vida Alison Pill, intentará ayudarla a superar su coulrofobia, y Billie Lourd, la persona que más abrazos se merece del mundo, entrará en su casa como niñera.
El planteamiento me encanta, me vuelve loca. Pero veremos a ver de qué modo se las apaña Murphy para convertir la genialidad en una egagrópila de búho. El mismo Murphy ha contado un poco a THR de qué va el primer episodio.
Los 10 primeros minutos de la temporada se desarrollan de manera macabra durante la noche electoral. Algo terrible sucede en las vidas de los personajes durante esa noche. Lo que debe suceder ahora en nuestro país es que la gente se escuche los unos a los otros. A lo mejor no estamos siempre de acuerdo y quizás nos puede horrorizar lo que hace el otro lado, pero tenemos que seguir delante de una forma razonable
También tenemos ya los créditos de la temporada, que en esta ocasión se vuelven más… presidenciales. Y no sólo por las caretas de Trump y Clinton, sino por la trompeta que se encarga de la melodía.
Política, croquetas, y payasos, un montón de payasos, en esta nueva tanda. Yo, de momento, compro.