Que la altanera, presiosa, y orgullosa Ana War es la santa patrona de todas las lesbianas, y bisexuales, y casi diría de todas las mujeres de este país no es ningún secreto. Bueno, para ella sí, que lleva tres meses encerrada en una nave industrial de Barcelona. El caso es que ayer el medidor de croquetismo explotó. No estábamos preparadas para esto. No lo estábamos. Ayer por la noche asistimos al primer embarazo colectivo vía ondas catódicas de la historia. Ayer se estrenó Lo malo.
Cuando pensabas que Ana War en solitario era lo más, pues coges y te das cuenta de que con Aitana es LO PUTO MÁS.
Ana, no más fingir.
Tuvimos un poco de esto para contentar a la cuota hetero.
Ay.
Es un momento malo. Por primera vez os pido un poco de apoyo y un poco de respeto porque no lo estoy pasando bien.
Ana no se va a fijar en un chico. Malo.
Brisa siendo todas nosotras.
¿Podemos bautizar al paso ya como paso Ana War?
Ana y Aitana en el parking de la Fabrik.
Pa fuera lo malo.
No, no, no.
Cuando dice ‘Pa mala tú, Ana War’, tocamos el cielo con los dedos.
AITANA WAR.
La sensación de este país fue unánime.
Veredicto de Aitana War en la redacción: en nueve meses tenemos que cerrar por baja maternal DE TODAS. #EurovisionOT
— Hay1LesbianaEnMiSopa (@HULEMS) January 29, 2018
#EurovisionOT pic.twitter.com/ymd3LMyMNv
— Héctor???? (@Hectorsancar97) January 29, 2018
Podemos quedar para sacarlos a pasear al parque.
— Carolina Iglesias (@percebesygrelos) January 29, 2018
La canción de Ana War es hiper pegadiza pero correríamos el riesgo de doblar la población mundial al dejar embarazada a la vez a toda Europa, Australia y parte de Asia. #EurovisionOT
— Tigrillo (@TigrilloTW) January 29, 2018
Sólo con mirar a Ana War acabo de quedarme embarazada de cuatrillizos. #EurovisionOT
— Clara D. (@Watoreon) January 29, 2018
Al borde de la una de la madrugada (de un LUNES), cuando todo Twitter ya estaba diciendo tonterías causadas por la falta REAL de sueño, TVE nos sorprendió repitiendo las tres actuaciones finalistas. Yo pensé que era todo totalmente innecesario, hasta que me di cuenta de que Ana no se había cambiado de vestuario desde su actuación en solitario, y eso nos daba una perspectiva TOTALMENTE NUEVA de Chico Malo. Bueno, que soy una superficial, qué le voy a hacer.
Por cierto: qué feo, pero qué feo el hacer la segunda actuación de Lo Malo después de un bloque de publicidad, una maniobra pensada para despistar a los votantes, y facilitar la victoria de Tu canción.
Pero nunca, NUNCA, nos podrán quitar la primavera y verano de 2018: un tiempo en el que vamos a escuchar Lo malo (y El remedio, y El remedio) hasta la extenuación. O hasta que demos a luz a los trillizos, que quizá se nos adelanta el parto.