Hablar de las películas de Marvel y de representación LGBT es algo incompatible, por lo menos por ahora. Y no será por falta de oportunidades de hacer algo al respecto, oye. Entre los casos más actuales, tenemos a la Valkyria de Tessa Thomson en Thor: Ragnarok y a las Dora Milaje, Okoye y Ayo, en Black Panther.
Al igual que con Valkyria, que tenía una escena en la cama con una mujer que no ha llegado al motaje final, Okoye y Ayo mantenían una relación que tampoco podremos ver. Los guionistas las concibieron como una pareja pero cualquier vínculo romántico entre ellas ha desaparecido, por lo que si hacemos el cálculo nos queda la friolera de cero (0) personajes LGBT en Black Panther. Si le preguntamos a Kevin Feige por el tema dirá que es que “no han encontrado un modo significativo, orgánico y natural de que esto pasara.” Vamos, que las relaciones homosexuales le resultan super complicadas porque para nada son como las heterosexuales sólo que con personas del mismo género.
Que Black panther supone un hito en cuanto a representación racial es innegable, como lo es también que podía haber llegado mucho más lejos de lo que lo va a hacer. Y no, no estoy pidiendo demasiado. Por fin sale una película de superhéroes con un cast que no es blanco, ¿y también quiero lesbianas? Claro que sí, porque no estoy pidiendo nada que no esté en el material original. Ese mismo material escrito en piedra e intocable que a muchos les gusta sacar de paseo para defenderse frente a reboots, remakes o reinterpretaciones más inclusivas y diversas. Sólo estoy pidiendo que se respeten los pocos personajes LGBT que tenemos. La orientación sexual, ni de una persona ni de un personaje, lo es todo, pero sí es una parte fundamental de quién y cómo es es y estaría bien, pero es que super bien, que no se la borrasen o lo omitiesen por conveniencia.
Los habrá que dirán que que no se diga que Ayo y Okoye mantienen una relación no significa que sean heterosexuales y yo pondré los ojos en blanco, porque no hay otra respuesta aceptable a tal comentario. Volveré a repetirlo por si no ha quedado claro todavía a estas alturas de la película. Si no se dice que alguien es LGBT, se le va a considerar heterosexual por defecto. En este caso concreto por dos razones: la primera, la gran mayoría de espectadores que vayan a ver la película no están familiarizados con los cómics de Black Panther (ni tienen por qué estarlo), y la segunda y más importante, aplicable a cualquier otro supuesto similar, la dichosa heteronormatividad.