Noe, una periodista entre la espada y la pared, acepta hacer un reportaje sobre BDSM. Ella no sabe nada de ese mundo, pero de la mano de Amanda, Lady Amanda, se sumergirá de lleno, conociendo cosas de si misma que, hasta entonces, se le habían antojado extrañas y ajenas, convirtiéndose en alguien completamente nuevo.
Fugace Piacere ha sido mi primer acercamiento a la literatura erótica BDSM. Sí que había tenido entre manos novelas lésbicas eróticas, o al menos románticas con escenas subidas de tono, pero nunca antes había leído nada de este género, y no sabía qué me iba a encontrar. Para mi, era un misterio. No es que me acercara con prejuicios, al contrario, pero desconocía si me iba a gustar, si me iba a incomodar, o no sé, qué me iba a parecer.
Pero sólo tengo alabanzas para la novela. Thais tiene una facultad, y es que pone muchísimo entusiasmo y muchísimo mimo en todo lo que hace, y eso se transmite en el relato. Poco a poco vas haciendo el mismo viaje que hace Noe, vas introduciéndote en la historia, y tú misma percibes cómo eso va sucediendo, yendo de menos a más. Además, el libro no es solamente un libro, sino que la autora lo ha concebido como una experiencia integral, acompañándolo de unas ilustraciones y una playlist de Spotify, para sumergirnos completamente en la historia.
El libro viene acompañado de varios relatos cortos más, en donde Thais muestra la habilidad que tiene a la hora de ser elegante hablando de sexo, que puede parecer muy sencillo pero, creedme, no lo es. Como no lo es manejar los tiempos al contar una escena erótica, sin ir demasiado rápido o demasiado lento, algo de lo que es todo un ejemplo Un respiro, uno de los relatos que completan el libro.
En la presentación del libro que tuvo lugar hace unos días en Zaragoza, la autora desveló que habrá una segunda parte de la historia de Amanda y Noe. Estamos expectantes.