La industria de los juguetes eróticos tiende a clasificar sus productos de forma constante: para quién, para qué zona, para qué usos. A mi modo de ver, es una forma estupenda de tirarse piedras sobre su propio tejado, porque estos artilugios se pueden usar para tantas cosas que etiquetarlos significa limitarlos. Limitarlos y limitarnos, porque antes de sacarlos de la caja ya planeamos darles el uso que el fabricante nos propone.
Toda esta reflexión te la cuento porque cuando me topé con Gpop2 de la marca inglesa Gvibe me gustó que fuera una propuesta de juguete para todo tipo de cuerpo, independientemente de los genitales de la persona que lo quiere a utilizar. Se ha diseñado pensando en la anatomía del cuerpo humano, sin más , y lo que quieras hacer con él depende solo de ti.
Gpop2 tiene esta forma que recuerda a una ola y un color azul precioso. Es de tamaño pequeño, ideal como primer juguete o para darle uso anal: mide 12,5 cm. y el diámetro no supera los 2,8 cm. Su diseño es bonito y ergonómico, por no hablar del mango: hace que sea muy fácil sostenerlo y manejarlo mientras está dentro.
Al ser manejable y no muy grande es muy versátil. Es perfecto para pasearlo por el cuerpo y acariciar zonas erógenas y las que no lo son tanto, incluso para dar masajes aprovechando el tacto suave del juguete y su flexibilidad. Si prefieres la penetración la forma también te ayuda: es curva y se desliza sin problema por la vagina. La única pega es que el clítoris queda desatendido y si estimularlo es tan importante para ti como para mí puede que necesites un segundo juguete, tus propios dedos o la ayuda de alguna crema intensificadora de cosmética erótica.
Tiene un motor potente para su tamaño y lo mejor: no hace demasiado ruido. La interfaz es muy fácil de usar: consta de un solo botón que se utiliza para encender (pulsando un par de segundos), apagar y cambiar los modos de vibración. Hay un total de 6, con un rango interesante que va desde vibraciones suaves a patrones más complejos. El botón está ubicado de forma sensata para poder presionarlo si el juguete se encuentra en la vagina.
Además, dispone de un cargador magnético que asegura su funcionamiento con batería y es sumergible. Con una carga de dos horas tendrás para alrededor de cuatro horas de juego, nada mal, ¿verdad? A estas ventajas se suman sus tres años de garantía y la posibilidad de bloquear el juguete para trasladarlo, así se evitan los sustos si lo quieres transportar.
Gpop2 viene en un packaging respetuoso con el medio ambiente: dentro de un cilindro de cartón. En el envase hay una ilustración que me ha gustado especialmente y me ha hecho sentir que este producto pretendía ir más allá de lo que un juguete erótico suele hacer. Incluye cargador, un breve manual de instrucciones y una bolsita de tela para guardarlo.
Por último, su precio es muy competitivo si tenemos en cuenta el producto del que se trata, los acabados y todo lo que viene en la caja. Sin duda la relación calidad-precio es excelente.
En definitiva, Gpop2 es un juguete bonito, cómodo, agradable de utilizar y discreto. Te encajará si buscas un producto para iniciarte que sea fácil de utilizar, sobre todo para destinarlo a penetración o a estimular zonas erógenas.
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