Womanizer fue la primera marca de succionadores que probé. Fue mucho antes de que este tipo de juguetes se volvieran tan populares, y aluciné con la sensación de las ondas de aire sin contacto. Porque sí, ya sabes que los llamamos “succionadores”, pero lo único que succionan es el aire. El resultado de ese juego de aire es lo que estimula nuestro clítoris.
Como decía, mi primer succionador se llamaba Plus Size y llegó a mis manos por cortesía de una tienda erótica de Zaragoza, InsinuaT, a la que iba a ir entonces a impartir un taller. Mi reluciente Plus Size era grande y con una lujosa combinación de colores: blanco, negro y dorado. Tenía dos boquillas intercambiables y recuerdo que disfruté de lo lindo rindiéndome a un nuevo tipo de estimulación.
Cuando hace unos meses tuve la oportunidad de asistir a la fiesta de Womanizer en la que presentaban sus próximos lanzamientos, hubo algo que me sorprendió muchísimo: lo que hay detrás de cada nuevo producto. A partir de entrevistas con personas que prueban los juguetes, estudios y encuestas, Womanizer optimiza sus productos para ofrecer una mejor experiencia. De ahí nace Blend, que significa ‘mezcla’ en inglés y es el cometido de este juguete: crear la mezcla perfecta de estimulación interna y externa que nos regale orgasmos explosivos.
Blend está formado por dos extremos, cada uno con su funcionalidad: uno que succiona y uno que vibra. El que succiona va sobre el clítoris y lo estimula gracias a la tecnología de Womanizer Pleasure Air (es decir, sin contacto), mientras que el que vibra va dentro de la vagina. Me alegra que la forma de Blend se aleje del clásico rabbit, porque de esos ya hay muchos y podemos disfrutar de la estimulación interna sin dimensiones tan pronunciadas que pueden no ser para todos los cuerpos. Frente a los rabbit de toda la vida, siento que por la propia forma, cuando los usamos, recurrimos a la penetración constante y/o profunda, pero Blend ofrece una estimulación interna más estática y discreta, lo cual no significa que sea menos efectiva. Más bien al contrario, porque al mantenerse dentro y vibrar estimula la zona G sin tregua.
En este sentido, me ha encantado la forma y la ergonomía de Blend. Aunque pueda parecer un diseño muy sencillo, nada más tenerlo dentro he sentido que quedaba muy bien colocado sin necesidad de hacer demasiados ajustes. Siento que tiene la forma adecuada, el ángulo preciso y la curvatura perfecta para que se adapte a la vagina mientras que el succionador queda estratégicamente situado sobre el clítoris.
Además, he valorado muy positivamente las dimensiones de este juguete. Otros estimuladores dobles similares son más anchos en la parte interna, pero Blend es más estrecho y más corto. Esto me parece importante porque en ocasiones, cuando comenzamos a masturbarnos, nuestro cuerpo todavía necesita un poco de tiempo para excitarse. Introducirnos un juguete muy grande de repente para empezar puede ser algo incómodo, pero con dimensiones más amigables como las de Blend la penetración es más fluida. Sea como sea, te aconsejo que, cuando introduzcas el extremo interno de Blend, utilices un lubricante de base agua para que la sensación sea más placentera y no haya fricción. Y mi tip personal es que también lo hagas con la vibración activada, así mientras va entrando estimula las terminaciones nerviosas de la zona.
Más arriba te explicaba que Blend tiene dos extremos que se corresponden con dos funciones: succión tipo Pleasure Air o vibración. Ambas funcionalidades pueden usarse a la vez o por separado, porque tiene dos motores independientes que se pueden controlar con la interfaz de 3 botones. El + y el menos activan la succión y la forma geométrica activa la vibración. Asimismo, los botones + y – tienen un pequeño relieve gracias al cual es muy fácil moverse por ambos motores, intensidades y patrones incluidos, de forma táctil, sin tener que asomarnos al juguete para ver qué botón hace qué. El geométrico cuesta un poco más de encontrar solo con el tacto, pero con esos dos localizados me ha resultado más difícil dar con el tercero.
Para encender y apagar, hay que pulsar un par de segundos + y – respectivamente, y también con esos botones, con una sola pulsación, cambiamos de intensidad. Para la vibración, lo mismo: botón geométrico un par de segundos para encender y apagar y una pulsación para cambiar de modo. ¿Lo bueno? Es un sistema muy intuitivo. ¿Lo menos bueno? Que si quieres volver a una vibración menor, debes pasar por todas las siguientes.
Una vez colocado, el juguete me ha parecido muy cómodo y excitante. Poder usar ambas funciones de manera independiente me ha permitido explorar y jugar con diferentes tipos de estimulación. La externa, producto del Pleasure Air, es muy acertada y excitante, perfecta para las personas que disfrutamos de una estimulación del clítoris potente. La boquilla tiene un cabezal removible, que es perfecto para la limpieza, pero alguna vez se me ha caído sin querer mientras lo utilizaba. Simplemente hay que tenerlo en cuenta e ir con un poco más de cuidado porque no está integrado en el juguete.
Blend tiene 8 niveles de intensidad en la succión, por lo que podemos regularla según nuestra sensibilidad. En cuanto a la vibración, hay 6 modos: 3 intensidades y 3 patrones. Aunque la vibración interna crea una sensación muy poderosa, en algunos momentos me ha faltado algo de potencia, probablemente porque en esa zona se concentran menos terminaciones nerviosas que en el clítoris (porque cuando he probado a utilizar el extremo interno para el clítoris, la vibración ha sido suficiente). No me ha parecido excesivamente ruidoso, porque siempre que interviene la succión hay un poco más de ruido, sobre todo cuando el succionador deja de estar en contacto con la piel.
Como muy bien dice Womanizer, la clave está en el ‘blend’, o sea, en la mezcla. La estimulación doble es intensa y enérgica, ideal para esas personas que disfrutamos de ella. Por ejemplo, si te encanta que te estimulen el clítoris mientras te penetran con los dedos, Blend logrará hacerte disfrutar. Es por ello que pienso que Blend es más adecuado para momentos de masturbación, tanto a nosotres mismes como a nuestras parejas. Por su forma, es difícil utilizarlo simultáneamente en pareja.
Por supuesto, Womanizer Blend es resistente al agua para que disfrutes también bajo la ducha o en la bañera y es recargable. Funciona con un cargador magnético al que agradezco que hayan añadido el logo de la marca, superútil para alguien que tiene tantos juguetes como yo y sufre de vez en cuando al encontrar algún cable suelto. Requiere una hora y media aproximadamente de carga para otra hora y media de uso.
Está disponible en tres colores: rosa, granate y azul. Viene en un packaging 100 % reciclable en el que Womanizer ha logrado evitar el plástico y es todo papel y cartón. Es bonito y experiencial para un regalo o para descubrir nosotres mismes, aunque me ha faltado una bolsita de tela para guardar el juguete.
En cuanto al precio, es razonable dado que obtenemos un juguete con dos motores y dos funcionalidades independientes. Y, todo ello, con unos materiales y una tecnología de calidad, confirmado también por Katy Perry, que ha utilizado un Womanizer en uno de sus últimos videoclips.
En definitiva: Blend es un must para aquellas personas que disfruten de una buena estimulación externa y de la penetración interna al mismo tiempo y quieran huir de los clásicos rabbits. Es una de las opciones más ergonómicas que he encontrado y su tecnología Pleasure Air es deliciosa para impulsar orgasmos intensos.
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