Vivimos tiempos salvajes. Pones el telediario y prácticamente parece que lo mejor que puedes hacer es ponerte en posición fetal y llorar pero, si esperas un ratito más, resulta que aparece en pantalla Sueños de libertad, una serie que, si la tuviera que definir solamente con una palabras, sería DROGA. Hace casi un año que la familia De la reina nos tiene a todas bailando con sus idas y venidas, y por supuesto que cuando digo familia De la reina me refiero a su única hija, Marta, y su relación inreíble en todos los sentidos con Fina. Las Mafin. Que no te cuento nada nuevo.
El caso es que, además de lo que se curra el equipo de la serie las tramas y las cosillas, hay un ejército detrás de personas maravillosas y completamente entregadas al disfrutoneo, resulta que muchas de ellas tienen un talento increíble para la escritura, y encima lo ponen de manera gratuita al servicio de las demás. ¿Qué más se puede pedir? Tengo bastantes fics en danza, pero me he propuesto ser fuerte y elegir, de momento, los cinco que más me han ido por la cabeza. A ver si coincidimos.
Carmen, Claudia y Fina pasan los días doblando camisetas en Primark. Pero saben que algún día saldrán de ahí. Especialmente Carmen, actriz en potencia. El día de su prueba en la productora de los De la Reina, Fina la acompaña. Y será el principio de algo maravilloso. El desarrollo de esta historia, os lo prometo, es de una habilidad tremenda. Porque es posible contar cosas que vayan más allá del amor y ya está. Lo recomiendo muchísimo, así como el resto de su autora.
Hace algunos meses que ya hablamos de este, pero he vuelto a él más de una vez. La delicadeza de su historia, la manera de captar las personalidades de Marta y Fina y lo pegado que está al universo de la novela lo hacen más que atrayente. Toledo, 1958. Fina vuelve a la colonia después de muchos años para hacerse cargo de la educación de Julia.
Marta está un poco harta de salvar los marrones de su familia pero, claro, a quién van a recurrir si no es a ella, una de las mejores abogadas en lo suyo. Lo que peor va a llevar es la vuelta a Toledo. Se le va a hacer pequeño. Y el estrés se la va a comer. Seguro que apuntarse al gimnasio es una buena idea. Y más viendo a la dueña, una tal Fina. Muy, muy divertido, y que siempre te deja con ganas de más.
Dejar Londres para volver a casa, después de tantos años y tantos secretos, es lo peor que le podría pasar a Marta de la Reina. Muchas movidas que arreglar. Por lo menos el camino a casa desde el aeropuerto parece que va a ser entretenido, porque, ¿habéis visto a la chófer? Menudos ojos. Una historia cortita y, sobre todo, muy intensa. Ya sabéis a lo que me refiero.
¿Es posible que existan los viajes en el tiempo? ¿Y que las almas gemelas se encuentren pese a estar separadas por décadas? Esta historia, dotada de una delicadeza tremenda, es una a la que volver una y varias veces. Y, por supuesto, a su secuela. Estamos seguras de que a Marta Belmonte le ha gustado tanto como a nosotras.