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Tentando a Eve, reseñando la segunda temporada de ‘Killing Eve’

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Promo de la segunda temporada de Killing Eve

Nota: sí, evidentemente, hay spoilers.

Spoiler alert

Killing Eve acababa con un gran momento de suspense o, si lo preferís, con un cliffhanger catedralicio en el que Eve (Sandra Oh) apuñalaba, casi sin querer, a nuestra dicharachera asesina Villanelle (Jodie Comer). Quizá por eso, cuando me aposenté en mi sofá para iniciar esta segunda temporada, esperaba un primer episodio más sosegado, incluso con un pequeño salto temporal. Pero ¡bum! Se abre el telón y seguimos apenas unos segundos post-apuñalamiento después… ¡Déjame respirar, serie!

Tras este frenético inicio la cosa «se relaja» ligeramente, pero esta entrega no pierde un ápice de ritmo ni tensión a lo largo de sus ocho episodios.

Killing Eve, promo Eve y Villanelle

Emerald Fennell ha tomado el control de la sala de guionistas con mano suave aunque firme. Hay un pequeño cambio de enfoque, pero se mantienen los puntos fuertes de Killing Eve: una trama centrada en los personajes, una estética cien por cien al servicio de la historia y un equilibrio perfecto entre lo perturbador y lo humorístico.

A pesar de que algunos críticos han cuestionado la «necesidad» de una segunda temporada (me gustaría también saber cuándo se considera «necesaria» una segunda parte) soy una firme defensora de su existencia. No sólo se produce una evolución de los personajes, especialmente relevante en Eve, sino que no nos alejamos tanto de la trama de espías como parece en un principio. Queda especialmente claro una vez llegamos al 2×08 y todas las piezas están sobre el tablero. Aunque el conflicto del M16 y Los Doce nunca ha sido lo más importante en Killing Eve, no se puede desdeñar el interés de la continuación de esta trama y su impacto en el desarrollo de la historia: Eve y Villanelle pasan de pilla-pilla particular a ser dos peones, dos víctimas en un juego mucho más grande.

Cómo humanizar a tu asesina

Jodie Comer ha encandilado a todo el mundo y su abuela con su interpretación de una asesina completamente despiadada, bastante infantil y francamente divertida. El guión nunca se cansa de recordarnos que estamos ante una ¿psicópata? que disfruta matando, pero es muy difícil no quedar fascinada ante su desparpajo, encanto y su sentido de la moda.

via GIPHY

Una de las formas más inteligentes de hacernos empatizar con Villanelle ha sido enfrentarla a otros monstruos, compararla con seres que a nuestros ojos son claramente «peores». Tenemos un depredador que mantiene presa a su madre y encierra a una joven «inocente», un psicópata frío y obseso con el control incapaz de disfrutar de ningún placer de la vida teniéndolos todos al alcance de la mano y un asesino brutal e idiotizado que vigila todos sus movimientos. Visto así, Villanelle se nos muestra entre luces y sombras más que en una oscuridad absoluta.

¿Su obsesión con Eve Polastri? Sigue muy en firme. ¿Qué mayor prueba de amor hay que un cuchillo clavado en el abdomen? Eve debe estar totalmente pillada. Luego hablamos de ello.

La corrupción de Eve

Uno de los aspectos más destacables de esta temporada es el arco de Eve. Si en la anterior entrega ya mostraba fisuras en su personalidad, en principio honrada y de carácter bondadoso, en esta segunda parte, las grietas han provocado una fractura en el núcleo de la identidad del personaje.

La obsesión de Eve con Villanelle la ha llevado siempre a actuar de forma impulsiva y catastrófica para su vida personal y profesional: problemas en el trabajo, problemas con su marido, la muerte de su mejor amigo… Apuñalar a Villanelle sirve para ir un paso más allá y marcar el inicio de una Eve que coquetea con sus impulsos más oscuros… Tanto sexuales como homicidas, llegando a plantearse que se sentiría al matar a alguien más allá de lo hipotético.

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¿Killer Eve?

La Eve de esta temporada está destrozada y es una gozada asistir a su viaje al fondo del pozo que, creo, culmina con un despertar (vale, y un disparo también) a una mezcla más positiva entre la Eve del inicio y la que hemos visto en esta entrega. Lo que me lleva al siguiente punto.

Villaneve, el romance imposible

Las convenciones de toda película romántica se retuercen deliciosamente, casi todas con una doble lectura. Tenemos celos, «peleas de enamoradas» y mucha, mucha (muchísima, jo) tensión sexual no resuelta. (El «trío» del 2×07 no vale.)

Esto me recuerda nuestra primera cita

La obsesión de Villanelle con Eve y viceversa no hace sino progresar a lo largo de los episodios. Podemos hasta llegar a creer un poco a Villanelle, desde luego en su cabeza y peculiar forma de pensar, su amor por Eve es sincero. Por otro lado, Eve está lo suficientemente perdida para que un romance auténtico parezca posible… durante medio capítulo más o menos.

Pelín posesiva, Villanelle

Cuando llega el final, la ilusión se deshace incluso antes del bang final. El amor que usa la manipulación y está dispuesto a alterar la auténtica personalidad de un individuo, no es amor. Que Eve vuelva en sí y renuncie al «idílico» futuro que Villanelle propone es consecuente con su personaje y con todo el desarrollo de la malsana obsesión que comparten las protagonistas.

Los secundarios

Enriquecen la serie y están tremendos en sus respectivos papeles. En realidad no tengo mucho más que añadir, es que cualquier momento es bueno para mencionar lo que mola Carolyn y la actriz que la interpreta, Fiona Shaw, croqueta extraordinaria. Y es que Carolyn juega con todos los personajes como una gran marionetista y por ahora le está saliendo todo perfecto… ¿seguirá así de bien en la tercera temporada?

Hablemos de Queerbaiting

Las declaraciones de Sandra Oh en la revista Gay Times revolvieron un poco las aguas del agitado mar tuitero cuando declaro:

«Hacéis algo de trampa porque queréis convertirlo en una cosa… que no es. Por eso también creo que la sexualidad y el descubrimiento de la amplitud que puede alcanzar la sexualidad es el tema de la serie; el porqué le interesa a la gente. No se trata de una cosa u otra.»

Sandra Oh en Killing Eve interview: Sandra Oh and Jodie Comer discuss their characters’ sexuality, Gay Times

Una declaraciones que han sido usadas para tachar la relación de Villaneve como queerbaiting. ¿Pero podemos hablar de queerbaiting cuando uno de los personajes principales es abiertamente bisexual? Y no se cortan en dejarlo bien claro en la serie. ¿O cuando el otro personaje principal siente una atracción sexual evidente? Como dice Oh, el «romance» entre Eve y Villanelle es algo que «no es», o algo que no puede ser, por el propio carácter de los personajes en la actualidad. Pero esto no invalida el lado sexual de su obsesión mutua, ni la sexualidad de Villanelle. Quizá debemos diferenciar el lado más shipper del argumento real de la serie.

Dicho esto, shipear Villaneve es una de las cosas más divertidas que puedes hacer y lo recomiendo muy mucho. Como le leí a Noelle Stevenson en un tuit, ¿y si al final Villanelle e Eve son un matrimonio jugando el rol play más elaborado de la historia? Ideaca para fic es, eh.

Este artículo es subjetivo, personal y tienes todo el derecho a no estar de acuerdo =)

Gifs: cuando no proceden de giphy puedes acceder al autor mediante enlace directo pinchando en el gif.

Fuentes: esta muy recomendable entrevista a la showrunner de esta temporada en el New York Times, la polémica entrevista a Sandra Oh en Gay Times. La siempre útil página de imdb.

¿Higiene íntima? Cuídate con las espumas de Iroha

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Una de las preguntas que más resuenan últimamente en relación al cuidado íntimo es esta: ¿lavarse solo con agua o con agua y jabón? Los estudios más recientes sobre la higiene de la vulva no son concluyentes, porque no hay evidencia suficiente como para recomendar un método óptimo para todas las personas con vulva.

Aun así, sí hay consenso sobre el uso de los productos inapropiados, como gel de ducha, jabones fuertes, duchas vaginales… Este tipo de jabones están diseñados con un pH neutro, perfumes u otros ingredientes agresivos, que son los mayores enemigos de una zona tan delicada como lo es la vulva. Esto puede llevar a un desequilibrio en la microbiota (el ecosistema de la zona) y generar irritación, sequedad, picores o infecciones, que se retroalimentan con el uso frecuente de estos productos convencionales.

En resumen: que es una decisión personal mientras se utilicen los productos adecuados. En mi caso, utilizo jabones específicos para la zona de manera esporádica, que me resultan muy agradables de utilizar sobre todo después de hacer deporte, mantener relaciones sexuales o durante los días de menstruación. Quédate con esto: la vagina (zona interna) en sí misma no necesita ningún tipo de producto, y la zona externa, la vulva, se puede limpiar con agua o un jabón íntimo que cumpla ciertos requisitos. Pero ¿cómo es el jabón íntimo ideal?

  • Con un pH adecuado. El pH nos indica si un líquido es ácido, neutro o alcalino, y su función en el cuerpo es mantener el equilibrio químico de cada zona. La vulva tiene un pH más ácido que el resto del cuerpo, por eso necesitamos un limpiador que también tenga un pH ácido para igualarlo y asegurarnos de que no interferirá con la flora vaginal.
  • Sin perfumes excesivos. Las fórmulas demasiado perfumadas emplean ingredientes que pueden resultar irritantes, por lo que es mejor optar por aromas ligeros.
  • Sin alcohol. El alcohol reseca y puede alterar el equilibrio.
  • Tensioactivos suaves. Estos son los ingredientes que actúan como limpiadores, entre los cuales, podemos encontrar algunos agresivos como sulfatos y otros más gentiles, que son los que debemos priorizar.
  • Ingredientes protectores. Además de la función de limpieza, es interesante que el producto cuente con algún componente que hidrate, como ácido hialurónico, aloe vera o ceramidas.
  • Fórmula hipoalergénica. Cuando un producto es hipoalergénico quiere decir que no utiliza ingredientes que suelen dar alergia, entre ellos algunos que he mencionado más arriba que conviene evitar. Su composición lo hace apto para pieles sensibles.
  • Solo para uso externo y fácil de aclarar. Los formatos demasiado densos pueden hacer que queden restos, por eso es mejor optar por texturas más ligeras y sencillas de aplicar y retirar.

Parecen demasiados requisitos, y es normal que tras leer todo esto sientas que encontrar el jabón íntimo adecuado es casi imposible. La realidad es que los hay de todos los tipos: algunos de baja calidad y otros de alta calidad, en diferentes formatos y texturas, con aroma y sin aroma… A mi modo de ver, es importante evitar los jabones íntimos de baja calidad, como los que solemos ver en el súper, y priorizar fórmulas más naturales que, tal vez, no son las que se recomiendan en las farmacias. En mi búsqueda del jabón íntimo perfecto descubrí esta novedad de Iroha: unas espumas para lavar la zona íntima que cumplen con el listado que acabo de compartirte, por lo que son una opción excelente si decides utilizar un jabón para la vulva.

Estas espumas han sido diseñadas con el mismo mimo que el resto de los productos de esta marca japonesa, y es algo que vamos descubriendo a medida que nos adentramos en su formulación. Lo más importante: cuentan con un pH equilibrado, porque ya hemos visto que para una zona tan delicada como lo es la vulva no sirve un gel corporal u otro destinado al cuidado de otra zona. Según nos cuenta la marca, el pH vaginal normal oscila entre 3,8 y 5, justo donde se ubica el pH de las espumas:

Con un pH adecuado, logramos que la piel siga manteniendo su poder de limpieza natural, las bacterias estén controladas y evitemos picores u olores. No obstante, hay que tener en cuenta que la vulva huele a vulva, así que un olor ligeramente ácido e incluso más fuerte después de practicar ejercicio o sexo y metálico cerca de la menstruación es normal. Sí debemos consultar con alguien profesional cuando existe un olor muy fuerte, desagradable, dulce o químico, ya que puede ser señal, entre otras, de candidiasis, infección o vaginosis bacteriana.

Volviendo a las espumas íntimas de Iroha, su fórmula ligeramente ácida es ideal para el cuidado de la vulva, y es algo que notamos desde el primer uso. En contacto con la zona es gentil, no pica ni escuece, y deja una sensación suave en la piel.

A ello también contribuye su textura: una espuma ligera que hace que la aplicación sea sencilla y también resulte fácil de aclarar. Vienen en un formato de 150 ml y un dosificador que transforma el líquido en espuma. Aunque la marca recomienda dos presiones de producto por lavado, a mí me ha bastado con una.

Además, ninguna de las tres espumas contiene parabenos, siliconas, aceites minerales, colorantes, fragancias sintéticas ni alcohol. De hecho, es una fórmula con ingredientes naturales que contiene aceites esenciales, claves para ese efecto hidratante en la piel. Gracias a la cuidadosa selección de ingredientes, es un producto apto también para pieles sensibles, y doy prueba de ello como alguien que sufre por piel reactiva. En cualquier caso, recuerda que su uso es exclusivamente externo, el producto no debe utilizarse de manera interna.

Las espumas están disponibles en tres variedades diferentes en cuanto al aroma, ingredientes y color del envase:

Verde: bergamota y naranja amarga

Tiene un aroma herbal relajante. Contiene ácido hialurónico y colágeno, y más de quince aceites esenciales. Es ideal para cuidar e hidratar la piel.

Rosa: rosa de damasco y geranio

Si prefieres los aromas florales, esta es tu espuma. Además del ácido hialurónico y el colágeno, también lleva ceramidas (ideal para aportar hidratación y mantener la barrera cutánea) y diferentes aceites esenciales. Por esta razón es algo más hidratante que la espuma verde, y también contribuye al control de olores.

Naranja: cítricos dulces

Huele cítrico y refrescante, y es que contiene varios aceites esenciales cítricos que aportan un olor delicioso. También lleva ácido hialurónico, colágeno y ceramidas, lo que lo hace ideal para hidratar y controlar los olores.

Una de las características que más me han cautivado de estas espumas, además de la suavidad en la aplicación y en cómo dejan la piel, es su aroma. Lo cierto es que más arriba te recomendaba esquivar los productos con aromas fuertes porque suelen reproducirlos con perfumes, pero, en este caso, los aromas de las espumas se han logrado gracias a los aceites esenciales que aportan olor y sus respectivas propiedades. Las tres variedades ofrecen aromas muy bien logrados y naturales. Aunque nunca he sido muy de cítricos, mi favorito ha sido precisamente el de la espuma naranja porque es un aroma sutil y equilibrado.

Me parece especialmente interesante transformar un acto rutinario como puede ser una ducha en un ritual que nos ancle al presente y nos ayude a cuidarnos de forma más consciente, sobre todo en una actualidad consumida por la incertidumbre como en la que nos encontramos. Los estímulos físicos nos ayudan a lograrlo, como la textura de la espuma o los aromas únicos de las tres variedades. Si nos asomamos al mundo de la aromaterapia, descubrimos todavía más propiedades que te aconsejo explorar (y disfrutar) oliendo la espuma en tus manos antes de aplicarla en la vulva:

El aroma de la espuma verde: bergamota y naranja amarga

  • Algunos ingredientes (bergamota, lavanda y mejorana) son relajantes, reducen la tensión y aumentan la tranquilidad
  • Otros como la naranja dulce y amarga, el may chang y el ylang ylang mejoran el estado de ánimo y el equilibrio emocional de manera sutil
  • Las notas herbales (eucalipto, pino, laurel y ciprés japonés) aportan frescor y claridad mental
  • El vetiver y la madera de cedro nos hacen sentir una sensación de estabilidad y ayudan a liberar estrés acumulado

El aroma de la espuma rosa: rosa de damasco y geranio

  • Las flores (rosa de Damasco, geranio e ylang ylang) reducen el estrés y la tensión, generan confort y sensación de bienestar
  • Los aceites de bergamota, ciprés, vetiver y flor de naranjo amargo transmiten serenidad y rebajan la ansiedad
  • Los arbóreos (may chang, pino y árbol del té) le dan un punto de frescor y sensación de purificación

El aroma de la espuma naranja: cítricos dulces

  • Los cítricos (pomelo, mandarina, naranja, lima y limón) son energizantes y ayudan a elevar el ánimo
  • El eucalipto es refrescante, aporta sensación de limpieza
  • El cedro transmite seguridad y calma, rebaja la sobrestimulación que puede aportar la familia cítrica.
  • El jengibre aporta calidez

Como ves, un acto que a menudo hacemos en piloto automático se puede transformar en un gesto muy pensado para nuestro cuidado físico y también emocional. Aprovechar los beneficios de la aromaterapia en unas espumas íntimas me parece una apuesta inteligente y efectiva que puede hacer de un baño al uso un momento tranquilo donde conectar con nosotres mismes al mismo tiempo que protegemos nuestra salud íntima.

En definitiva: las nuevas espumas de Iroha son todo un acierto si eres de quienes prefieren la sensación de limpieza que deja un jabón íntimo. Son productos respetuosos con la zona, con la piel, agradables de utilizar por su formato espuma y con numerosos beneficios en diferentes ámbitos. Sin duda, un básico para el día a día que se ganará un merecido lugar en el estante de la ducha.

Consigue tu espuma favorita AQUÍ.

Los reyes se adelantan y nos traen una película lésbica navideña CON UNA BOMBERA

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Este año la programación navideña viene con sorpresa, porque Lifetime ha decidido alegrarnos las fiestas con The Firefighter’s Christmas Wish, una película en la que dos mujeres se enamoran entre rescates, adornos y ese tipo de casualidades que sólo ocurren cuando los guionistas se han metido en Twitter a leer el lado croqueta de la vida. Y sí, claro que es una historia romántica navideña, pero aquí lo verdaderamente importante es que la protagonista es una bombera. Una bombera. Si ya nos ponemos nerviosas con el calendario de bomberas de Nueva Zelanda cada vez que aparece por redes, imagínate lo que puede provocar una película entera.

La historia se centra en Dani Reed, interpretada por Holly Deveaux, que salva a una familia en apuros justo antes de las fiestas y termina retomando la fundación solidaria que había creado su madre. Lo que empieza como un gesto altruista, casi por inercia, acaba convirtiéndose en un viaje emocional en el que Dani redescubre su lugar en el mundo. Y en mitad de esa marea de trabajo comunitario aparece Sasha DuBois, la fotógrafa interpretada por Kyana Teresa, que entra en pantalla con esa mezcla de serenidad y encanto que hace que se te derrita el cerebro antes incluso de que abra la boca.

Entre ambas se crea una dinámica suave, creciente y con esa tensión que no hace falta subrayar porque ya lo hace sola. Miradas, silencios, encuentros casuales que dejan de ser tan casuales y, como colofón, el toque navideño inevitable. La típica mezcla de luces cálidas y emoción contenida que Lifetime maneja tan bien, solo que esta vez con algo que la industria todavía parece descubrir a paso lento: una pareja sáfica en el centro de la trama.

La cinta continúa la línea que el propio canal abrió hace unos años con Under the Christmas Tree, aunque aquí han decidido subir el listón apostando por un entorno profesional en el que la representación queer brilla por su ausencia. Y lo mejor de todo: Kyana Teresa ya ha comentado en redes que participar en historias LGBT positivas en tiempos complicados le parece un privilegio. A nosotras nos parece, sencillamente, una alegría.

No sabemos aún cuándo llega exactamente la película, pero el estreno caerá POR SUPUESTO antes de Navidad. Teniendo en cuenta el panorama, quizá merezca la pena reservar una tarde, encender el árbol y dejar que estas dos mujeres hagan el resto. Después de todo, entre calendarios de bomberas y romances navideños lésbicos, una también tiene derecho a ilusionarse un poco.

VÍA: PRIDE

Ruby Rose, contra Sydney Sweeney por ‘Christy’

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Lo que empezó como un biopic sobre una boxeadora lesbiana ha terminado convertido en un combate real fuera del ring. Ruby Rose ha estallado públicamente contra Sydney Sweeney acusándola de “arruinar” Christy, la película sobre la campeona de boxeo Christy Martin, y de haber desplazado a quienes realmente podían entender la historia que se contaba.

La película, que retrata la vida de Martin, incluyendo su salida del armario, su ascenso en el boxeo femenino y la violencia que sufrió a manos de su entrenador y marido, se estrenó en más de dos mil salas en Estados Unidos, pero ni el nombre de Sweeney ni la fuerza del relato evitaron el batacazo: apenas 1,3 millones de dólares en su primer fin de semana. Sweeney intentó defenderse diciendo que “no siempre hacemos arte por los números”, pero Ruby Rose no se mordió la lengua: “Eres una cretina y arruinaste la película. Christy merecía algo mejor”, escribió en redes.

Más allá del drama, el enfado de Rose tiene un fondo muy importante. Christy Martin nació como Christy Renea Salters en 1968 en Virginia Occidental. Desde niña fue atleta y pronto se dio cuenta de que se sentía atraída por chicas. En el instituto mantuvo una relación secreta con una compañera de baloncesto, aunque lo ocultó por miedo al rechazo. En su autobiografía y entrevistas, Martin relata que sufrió abusos sexuales cuando era niña, algo que marcó profundamente su vida.

En lo deportivo, Martin se convirtió en una de las pioneras del boxeo femenino, logrando popularizar el deporte en los noventa. Pero detrás de los combates había un infierno personal: en 1991 se casó con su entrenador y mánager, James V. Martin, mucho mayor que ella. Él se convirtió en su maltratador. Durante años la controló, la humilló y la amenazó con matarla si intentaba dejarle. La violencia culminó en 2010, cuando la apuñaló y le disparó. Christy, gravemente herida, consiguió huir y salvar la vida. Años después, él fue condenado a prisión.

En 2017, Martin se casó con su pareja, la también boxeadora Lisa Holewyne, reivindicando su identidad y construyendo una nueva vida en libertad. Su historia no es solo la de una superviviente, sino la de una mujer LGBT que abrió camino en un entorno dominado por hombres y silencio.

La pregunta flota en el aire: ¿quién debe contar las historias LGBT? No se trata de que las actrices hetero no puedan hacerlo, sino de reconocer que cuando se habla de vivencias marcadas por la discriminación, la violencia o la resiliencia queer, la representación importa. No solo delante de la cámara, también detrás. Y si una película sobre una boxeadora lesbiana termina diluida en el star system y los egos de Hollywood, algo se ha quedado fuera del guion.

La figura de Christy Martin merecía un retrato valiente, no solo por su papel en el boxeo, sino porque fue una de las primeras mujeres abiertamente lesbianas en un entorno machista y violento. Ver cómo su historia acaba siendo otro producto más del algoritmo duele. Y ver a Ruby Rose, que ha sido un icono de la visibilidad LGBT tanto dentro de un plató como fuera, quedarse fuera del proyecto que ayudó a impulsar, todavía más.

En el fondo, esta pelea entre actrices revela algo que llevamos tiempo diciendo: las historias queer necesitan voces queer. No por exclusión, sino por autenticidad. Porque si no, lo que debía ser una historia de resistencia acaba pareciendo solo una mala película sobre boxeo que no le interesa a nadie.

‘Contando los días’: la reel-serie que demuestra que el amor también cabe en vertical

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Si creías que ya habías visto todas las formas posibles de contar una historia de amor, te falta una: la vertical. Contando los días es la reel-serie española que está conquistando Instagram, YouTube y TikTok con capítulos de apenas un par de minutos y una química entre sus protagonistas que no necesita mucho más para engancharte.

La serie, creada, escrita y protagonizada por Alba Loureiro y Tania Medina, nos presenta a Ana y Claudia, dos chicas que se enamoran entre cafés, mudanzas y mensajes de WhatsApp. Todo sucede en Madrid, pero podría pasar en cualquier piso compartido con plantas moribundas y tazas de desayuno que ya forman parte del mobiliario emocional. Lo bonito es que Contando los días no pretende ser una gran epopeya romántica: es una historia pequeña, cotidiana, que te recuerda por qué lo doméstico también puede ser político, tierno y divertido.

Cada episodio dura entre uno y dos minutos, lo justo para que lo veas en el metro, en el descanso del trabajo o cuando prometes que solo vas a mirar “un par de reels más”. Pero cuidado, porque terminas viendo los 34 capítulos del tirón. Y no es solo por el formato ágil: la magia está en la naturalidad con la que Alba y Tania muestran una relación queer sin artificios ni clichés. No hay drama innecesario ni discursos forzados. Solo dos chicas viviendo, riendo y sobreviviendo al caos del amor.

La serie ha sido nominada a Mejor Creación en Nuevos Medios en los Premios ODA 2025 y también ha pasado por el Festival de Cine Emergente de Castilla-La Mancha (FECICAM), donde fue parte de la Sección Series. Todo un reconocimiento a un proyecto que combina innovación, diversidad y una mirada fresca sobre cómo consumimos ficción hoy en día.

Además, Contando los días no se queda en la pantalla: el universo se amplía en conversaciones de WhatsApp, audios, stickers y contenido interactivo que hacen sentir al público parte de la historia. Alba y Tania no solo interpretan a sus personajes, también hablan con su comunidad y la convierten en cómplice. Es el tipo de cercanía que las redes prometen y pocas veces cumplen.

Con más de 44.000 seguidores entre España y Latinoamérica, el fenómeno es real. Y sí, ya están preparando la segunda temporada, así que si todavía no has caído en el embrujo de Ana y Claudia, este es el momento. Puedes ver la primera temporada completa en Instagram, YouTube y TikTok. Pero te avisamos: después de darle al play, vas a querer contar los días hasta que llegue la siguiente.

El Supremo de Estados Unidos mantiene vivo el matrimonio igualitario

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Hoy respiramos un poco más tranquilas. El Tribunal Supremo de Estados Unidos ha decidido no reabrir el caso que pretendía cuestionar el matrimonio igualitario. Diez años después de la histórica sentencia Obergefell v. Hodges, que convirtió en ley el derecho a casarse para todas las parejas, el intento de revertirlo ha quedado en nada. Una pequeña gran victoria en un panorama donde los derechos nunca están del todo a salvo.

El nombre de Kim Davis vuelve a sonar como un eco del pasado. Aquella funcionaria de Kentucky que en 2015 se negó a firmar licencias de matrimonio a parejas del mismo género, alegando que su fe no se lo permitía. Desde entonces ha hecho del victimismo religioso una bandera, y su batalla legal parecía no tener fin. Su último movimiento, pedir al Supremo que revisara Obergefell, era un golpe directo a la igualdad. Pero el tribunal ni siquiera ha querido escucharlo. Y eso, sinceramente, parece una pequeña victoria en un momento en el que parece que perdemos a diario.

El alivio es real, pero no ingenuo. Sabemos que las conquistas pueden retroceder, que un cambio de jueces o de clima político puede reabrir heridas que dábamos por cerradas. Sin embargo, cada vez que una decisión como esta reafirma lo conseguido, se renueva también la sensación de pertenencia. Que nadie tenga que esconder quien es ni pedir permiso al gobierno de turno para casarse sigue siendo un motivo para celebrar. POrque, recordemos, casarse no es un papel ni una fiesta, es algo más.

Más allá de los titulares judiciales, lo que hay detrás es pura vida cotidiana: familias que pueden firmar papeles, heredar, decidir en hospitales, criar hijos sin miedo. Todo eso que suena burocrático, pero que en realidad es amor hecho derecho. Por eso hoy no solo celebramos una sentencia, sino la persistencia de una idea simple y radical: tener los mismos derechos sea quien sea tu pareja legal no debería ser una idea revolucionaria, la verdad.

Vía: CNN

Ruri de Iroha, el vibrador que transforma el canto de las ballenas en placer

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Siento que, hoy más que nunca, vivimos (o sobrevivimos) entre contradicciones. En un mundo donde se nos exige productividad, rapidez y resiliencia también necesitamos momentos de calma que poder dedicarnos a nosotres mismes, aunque para la mayoría eso sea un lujo. Cargamos con el peso de la incertidumbre y la hostilidad de todo lo que nos rodea, mientras que la tecnología, diseñada para ayudarnos y optimizada para distraernos, nos arrastra a diario.

Sin embargo, esa misma tecnología también tiene la capacidad de bajar la intensidad de la realidad bulliciosa que nos envuelve, suavizar el ritmo y regalarnos un rato de conexión con nuestro cuerpo. Un ejemplo de ello es esta novedad de Iroha, Ruri, que une la última tecnología con nuestras necesidades más primarias para crear una experiencia íntima capaz de mecernos como las olas del mar.

Y es que Ruri, de hecho, es un juguete inspirado en el mar y en el canto de las ballenas. Al igual que otros productos de esta marca japonesa como el pintalabios vibrador Hanamasu o el masajeador Yoru Sumire, es una colaboración con la actriz, modelo y diseñadora Kiko Mizuhara, que grabó los cantos de las ballenas mientras buceaba. A mi parecer, una idea extraordinaria; estoy segura de que no soy la única persona que siente una paz inmensa al ver el movimiento lento y pausado de las ballenas en los documentales.

Ruri forma parte de la línea Iroha Mai, tres vibradores versátiles que se pueden utilizar para estimularnos a nivel interno en la zona G y también externo en la vulva u otras zonas erógenas. Tiene una forma curvada y ergonómica diseñada para una penetración fluida y un agarre cómodo durante el uso. En cuanto a las dimensiones, cuenta con 16 cm insertables y un diámetro de 3,3 cm. A mi modo de ver, es un tamaño adecuado, ni demasiado grande ni demasiado fino. La punta es redondeada, sale ligeramente al final, y está equilibrada con el resto del juguete, no es excesivamente gruesa. Y lo mejor: la curvatura es ideal y puedes jugar con el ángulo para estimular de manera más precisa el lugar que quieras.

Además, está fabricado en silicona segura para el cuerpo, supersuave y con un acabado antipolvo que resulta más higiénico cuando se trata de un producto que estará en contacto con genitales y mucosas. Hasta ahora, Iroha me tenía acostumbrada a una silicona mullida y blandita, que en Ruri es más fina y más firme, lo cual me ha parecido un acierto en un juguete como este, que busca más estabilidad y equilibrio.

Los Iroha Mai tienen una peculiaridad asombrosa, y es que cuentan con la tecnología HapticWave, que transforma las ondas sonoras en vibraciones. Esta tecnología está basada en una frecuencia de sonido de entre 40 y 70 Hz que puede generar sensaciones táctiles en nuestro sistema nervioso. De hecho, es la que utilizan nuestros smartphones cuando presionamos una tecla. En el caso de este juguete erótico, logra crear una sensación realista y vibraciones más profundas y envolventes.

Aun así, como te decía, Ruri es el resultado de la colaboración con Kiko Mizuhara, y es que, aunque forme parte de la línea Mai, es el único que está vinculado al mar. Lo vemos en su color relajante y calmante, pero también en los diseños de los patrones. Tiene 10 modos de vibración, entre los cuales podremos disfrutar de 5 patrones relacionados con el mar: olas relajantes, olas superpuestas, burbujas subacuáticas, canción de ballena de tono bajo y canción de ballena de tono alto. Cada modo, además, ofrece tres intensidades para poder graduarlo.

El catálogo de patrones es muy rico y diferente a los modos de vibración que había probado hasta ahora. Hay algunos de ellos que, incluso, parecen emitir el propio sonido del canto de las ballenas, o imitan un burbujeo refrescante que nos sumerge en ese momento íntimo y placentero. Con respecto a la potencia, a mí me ha parecido suficiente, pero es cierto que alguien que busque mucha intensidad puede sentir que Ruri se queda corto en la máxima, o incluso se pase en la mínima para los cuerpos más sensibles.

Mi experiencia con Ruri ha sido tan especial como cuando me hablaron de él por primera vez. Cada elemento, hasta el más mínimo que forma el juguete, está diseñado con mimo y busca evocar la sensación calmante y sinuosa de las olas del mar. Incluso me ha ayudado a liberar tensiones en otras zonas del cuerpo, como en la espalda o en las cervicales. Y, entre tú y yo, Ruri es maravilloso para estimular la zona G con esa curva extraordinaria y punta firme, pero me ha encantado sentir esas vibraciones hápticas y los patrones de las ballenas directamente en el clítoris. Es un tipo de estimulación diferente que pienso que puede sorprender incluso a las personas más experimentadas con los vibradores externos.

Todo ello se controla con una interfaz de dos botones intuitiva y fácil de utilizar. Con el botón que tiene forma de flor de sakura podemos encender y apagar el juguete si lo mantenemos pulsado varios segundos, y con una sola pulsación basta para cambiar al siguiente modo. En cambio, con el botón de los tres puntitos podemos graduar la intensidad. Al ser botones integrados en el juguete, no podemos ubicarlos a ciegas, pero al tratarse de dos no hay pérdida; una vez los tenemos localizados es fácil navegar entre uno y otro.

Uno de los detalles de los Iroha Mai es que vienen con una caja que nos permite cargar, almacenar y transportar el juguete. Solo en el caso de Ruri esta base de carga es blanca y translúcida, también inspirada en las ballenas cuando salen a la superficie. Es una caja minimalista, estética y funcional que también sirve para sostener el juguete antes o después de uso con un imán.

Para cargar el juguete, hay que colocarlo en la base de carga, bien ubicado en la zona del terminal magnético, y conectar el cable a la base. Mientras parpadee, el juguete está cargando, cuando deje de hacerlo sabremos que ya está cargado. Requiere alrededor de hora y media de carga para una hora de uso a máxima potencia.

Ruri también es resistente al agua hasta 50 cm, por lo que puedes llevártelo a la bañera o a la ducha para elevar la experiencia con la sensación del agua. ¿Acaso hay algo más apetecible que acabar un día largo dándonos un baño? Imagínate si, además, nos acompaña un juguete que celebra el agua y el mundo marino que nos invita a explorar las profundidades.

En cuanto al packaging, al igual que todos los productos de Iroha está cuidado hasta el más mínimo detalle. Es un paquete compacto donde encontraremos el juguete en su base de carga y una caja con el cargador y el manual de uso.

Al tratarse de un producto de gama alta, materiales de calidad y tecnología punta, el precio de este juguete es elevado. No obstante, es una inversión que vale mucho la pena si quieres vivir algo diferente y buscas un producto que te permita viajar lejos con solo presionar un botón y perderte en el vaivén de las olas.

En definitiva, Ruri es un un vibrador extraordinario, y lo digo en todo el sentido de la palabra. Va más allá de un simple juguete erótico y nos invita a bucear en lo más hondo de nuestro placer y explorar nuevas sensaciones. Es, sin duda, una apuesta segura para quienes preferimos productos que estimulen los genitales y también los sentidos, y que cuenten una historia que haga de los orgasmos momentos poderosos y trascendentes.

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Eleva tus momentos de placer con Dame

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Conocí Dame, una marca estadounidense creada por y para mujeres que nación con el mayor crowdfunding para un juguete erótico de la historia. ¿El objetivo de sus fundadoras? Reducir la brecha del placer, que expone una desigualdad de entre un 20 a un 50 % en los orgasmos que reciben las mujeres cis en comparación con los hombres cis. Así diseñaron Eva, un juguete que se anida en la vulva y estimula el clítoris durante el juego en pareja. Y después de Eva, acabaron de conquistarme con el masajeador más blandito del mundo llamado Pom.

Por suerte, las estadísticas en la comunidad sáfica no son preocupantes. De hecho, varios estudios aseguran que lesbianas y bisexuales somos quienes disfrutamos más del sexo. Aun así, agradecemos que existan productos diseñados para nuestros cuerpos, que nos cuiden y nos ayuden a potenciar esos momentos de placer de forma consciente, natural y delicada.

Al fin y al cabo, nuestros genitales merecen tanta atención como otras partes de nuestro cuerpo. Y sí, puede que a algunas personas y en determinados momentos de sus vidas les baste con un lubricante convencional, pero existen existen otras situaciones (sequedad generada por menopausia, posparto, lactancia, medicación…) en las que necesitamos opciones más respetuosas y cuidadosas con el cuerpo, como es el caso de los productos de Dame de los que quiero hablarte a continuación.

Aloe lube

Se trata de un lubricante de base agua formulado con extractos naturales de plantas, entre ellos aloe vera orgánico, que imitan el pH de la vagina y lo equilibran. De entre sus ingredientes, hay algunos interesantísimos para el cuidado de nuestros genitales:

  • Hidrata intensamente
  • Calma y regenera
  • Protege contra el envejecimiento
  • Suaviza y mejora la textura de la piel

Y es que estamos hablando de un lubricante diseñado para cualquier cuerpo, libre de parabenos y crueldad animal, pero también de azúcar y de glicerina. Es una fórmula vegada y aprobada por la comunidad médica.

Al ser de base agua, es compatible con preservativos de látex y con juguetes eróticos, por lo que es el complemento perfecto para una estimulación o penetración agradable y sin fricción independientemente de la lubricación natural.

La textura es sedosa y líquida, y gracias al aplicador podemos utilizar la cantidad adecuada. El lubricante viene en un bote de plástico con un acabado brillante de 118 ml y tiene 12 meses de vida útil una vez abierto.

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Play Balm

El lubricante de base agua es un básico, pero hay cuerpos que prefieren un producto más gentil y envolvente. Por eso nació Play Balm, un hidratante íntimo apto para las pieles más sensibles que ha sido creado con diferentes aceites y extractos naturales para cuidar de los genitales mientras disfrutamos del sexo o la masturbación.

Algunos de los ingredientes con los que cuenta son manteca de karité, cera de abeja, aceite de oliva, jojoba, aguacate, girasol, soja, caléndula, lavanda, romero, enebro… Su combinación de ingredientes es poderosísima:

  • Nutre y restaura la barrera de la piel
  • Hidrata y suaviza la piel
  • Calma y regenera
  • Protege contra el envejecimiento
  • Tiene propiedades antimicrobianas y equilibrantes

Es de base aceite y se puede usar tanto como lubricante (permite uso interno y uso externo) como bálsamo para después del sexo o para el cuidado íntimo antes de dormir. Sus efectos son tan nutritivos y potentes que, además del uso para los genitales, es ideal para reparar la piel seca, como la de los codos o los talones, sobre todo ahora que llega el frío. El envase es de 60 ml, una cantidad adecuada dada su textura, ya que nos permitirá usarlo durante más tiempo, siempre dentro de sus dos años de vida útil.

En el ámbito sexual, me ha parecido un producto fenomenal para posturas de tribadismo, penetración o estimulación con los dedos o masajes eróticos. Sobre todo, para personas que experimenten sequedad o sientan escozor o molestias con los lubricantes convencionales, porque más allá de su poder lubricante e hidratante no tiene ningún otro efecto. Tiene un color blanquecino gracias a los aceites y una textura más espesa que facilita su aplicación.

Su composición, no obstante, no lo hace apto para utilizar con preservativos de látex. Tampoco es recomendable utilizarlo con juguetes de silicona, ya que los aceites pueden degradar el material y reducir la vida útil de la silicona. Si quieres ayudarte de un dildo o un plug, que sea de metal o de cristal.

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Ante la duda: ¿Aloe Lube o Play Balm?

Lo primero que tienes que saber es que ambos son perfectamente compatibles. De hecho, te recomiendo los dos. Por un lado, Aloe Lube es el lubricante para el día a día, un must para disfrutar. Por el otro, Play Balm también puede funcionar como lubricante, pero también es ideal para cuidar de la piel después del placer o como hábito.

De todos modos, existen diferencias entre ambos:

  • Base del producto: Aloe Lube es base agua y Play Balm es base aceite.
  • Compatibilidad con preservativos: Aloe Lube es compatible con preservativos de látex, Play Balm no.
  • Consistencia: Aloe Lube es más líquido, mientras que Play Balm es más espeso.
  • Duración: Aloe Lube dura menos tiempo porque el agua se va evaporando, mientras que Play Balm dura más.

Thro

Por si el lubricante y el aceite no fueran suficientes para hacer de un momento íntimo algo mucho más agradable, Dame ha lanzado Thro, una manta resistente al agua para el sexo.

De entrada puede parecer un capricho, pero te aseguro que hace maravillas. Primero: nos permite despreocuparnos totalmente de manchar durante el sexo o la masturbación. Nunca más tendremos que echar a lavar las sábanas recién puestas o tu manta favorita acabada de salir de la lavadora. Esta manta es perfecta para recoger manchas, fluidos o restos de lubricante, pero también convierte cualquier superficie en un lugar perfecto para la pasión o el autoplacer.

Eso se debe a su tejido supersuave con algodón y sus varias capas resistentes al agua. No hay líquido que la pueda traspasar. Por supuesto, se puede lavar a máquina en frío y mantiene su capacidad antilíquidos intacta.

Además, tiene forma circular y sus 80 centímetros son más que adecuados para el placer a solas o en pareja si estamos un cuerpo sobre otro. Ahora bien, si lo tuyo y lo de tu pareja es dar vueltas y moveros por todo el área de un colchón king size, Thro se os puede quedar un poco corto.

Aun así, sus medidas y la bolsita que lo acompaña son ideales para llevártelo a cualquier sitio y olvidarte también de las preocupaciones en el coche, en el hotel o donde surja. Está disponible en tres colores: avena, cobre y salvia.

Pero todavía hay otro uso que ha acabado de conquistarme: como mantita menstrual. Si eres de menstruaciones abundantes como yo, seguro que no te libras de los empapadores. Con Thro nada que ver: una textura mucho más suave, agradable, transpirable y cómoda. Y, de nuevo, cero preocupaciones por fugas durante la noche.

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En definitiva: el Aloe Lube, Play Balm y Thro son tres productos geniales para tener cerca de la cama y disfrutar del placer de manera más cómoda, respetuosa y segura. Y todo ello con una marca sólida y confiable creada por y para mujeres, packagings preciosos y un detalle en todos los productos que conquista a cualquiera.

Dame ha logrado capturar y resolver las necesidades de nuestros cuerpos y las ha encapsulado para que podamos dejarnos llevar y deshacernos de cualquier inquietud, molestia o incomodidad que pueda acechar durante la masturbación o el sexo. Sin duda, una forma excelente de estar más presentes y sentir mucho más placer.

Las series con personajes lésbicos* de este septiembre son lo más pocho ever

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Hay algo en lo que, en esta vorágine de estrenos que vivimos hace tiempo, con decenas de series estrenadas de golpe y sin poder digerirlas, a veces no caemos: las series son el reflejo de los tiempos que vivimos, y absolutamente no al revés. Por eso, en estos momentos, por supuesto que existen series con personajes lésbicos, no estamos en 1993, pero desde luego ni la calidad ni la cantidad son las que podíamos encontrar hace no tantas temporadas.

Una, que lleva escribiendo doce años en este medio, ha visto de todo, pero la pochez, la absoluta nada que es esta temporada fall 2025, es algo que no había visto ni siquiera a principios de la década de los 2010, donde siempre había algo que significaba un destello en la oscuridad. Ahora parece casi lo contrario, que estamos en la oscuridad y quedan solamente las estrellas que se van apagando. En fin, esto es lo que hay.

El refugio atómico

Si te gustó Fallout… no la veas. De verdad. No te va a aportar nada nuevo, ni creo que lo pretenda. El refugio atómico, estrenada por Netflix hace poquísimos días, es una versión catastrófica (en varios sentidos) de La casa de papel. Mucho giro esperado, mucho romance apocalíptico, mucho millonario creyendose especial… y alguna croqueta por ahí pasando el rato. Lo mejor, Miren Ibarguren, que salva el papelón con bastante gracia.

Gen V

Ni siquiera es un estreno, porque Gen V, el spin off de The Boys ambientado en la Universidad Godolkin, vuelve con su segunda temporada, pero bueno, supongo que merece la pena hablar un poco de ella y, sobre todo, de sobre todo de Marie Moreau, bisexual, y Jordan Li, una persona capaz de cambiar de aspecto físico entre hombre/mujer y que se define como bigénero. La serie mola mucho, aunque tiene que darte un poco igual la violencia explícita, porque la hay, y mucha. Si eres fan de The Boys, es un imprescindible. La tienes en Amazon Prime.

*Digo lésbico porque es lo que le gusta a Google, pero en realidad incluyo personajes sáficos en el arco más amplio de la acepción.

Los festivales de cine LGBT en España que deberías tener en el radar

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Cuando hablamos de cultura queer en España, muchas veces pensamos en literatura, en teatro o en series que se cuelan en nuestras plataformas favoritas. Pero el cine sigue siendo todavía ese espacio donde encontrarnos de verdad, donde ver historias nuestras, contadas por nosotras y para nosotras, y también por personas que entienden la importancia de la diversidad. Y en nuestro país hay un buen número de festivales que se dedican a programar cine LGBT de calidad, con especial atención a lo lésbico. No todos son igual de conocidos (de hecho, nos dejamos muchos en esta lista), pero todos tienen algo que aportar. Hoy hacemos un recorrido por los que no puedes perderte si quieres vivir la experiencia completa de lo que significa disfrutar de cine queer en pantalla grande.

El primero del que hay que hablar es el LesGaiCineMad, que se celebra cada año en Madrid entre finales de octubre y mediados de noviembre. Es, con diferencia, el más grande y longevo del circuito LGBT en España. Cada edición programa decenas de películas que vienen de todos los rincones del mundo, desde producciones pequeñas que se abren paso gracias a estos espacios hasta títulos que luego arrasan en festivales internacionales. En ediciones recientes se han proyectado Ammonite, con Kate Winslet y Saoirse Ronan, o Rafiki, la historia de dos chicas en Nairobi cuya relación desafía los prejuicios de su comunidad. Lo bueno del LesGaiCineMad es que su programación no se limita al cine de ficción. También incluye documentales y cortos, como Lesbiana: una revolución paralela, que recupera la memoria de los colectivos lésbicos en Canadá y Francia.

Madrid también acoge otra cita imprescindible: la Muestra de Cine Lésbico, que suele celebrarse en primavera, normalmente coincidiendo con el Día de la visibilidad lésbica. Si el LesGaiCineMad ya ofrece visibilidad a las mujeres, esta muestra pone el foco de manera aún más clara en historias contadas por y para nosotras. Aquí es donde verás películas con protagonistas lesbianas en el centro de la trama. En los últimos años se han programado títulos como Portrait of a Lady on Fire, de Céline Sciamma, o The Half of It, que coloca la relación entre dos chicas en el corazón de la historia. El ambiente suele ser más íntimo, casi familiar, y eso lo convierte en un espacio muy especial.

Si miramos hacia Aragón, encontramos Zinentiendo, un festival que tiene lugar en Zaragoza y otras localidades aragonesas durante el mes de abril. Organizado por Towanda, una asociación que lleva años trabajando en la visibilidad LGBT, se ha consolidado como una de las citas más interesantes del panorama estatal. En pasadas ediciones ha proyectado Desobedience, con Rachel Weisz y Rachel McAdams, o Booksmart, una comedia juvenil con una representación lésbica fresca. Zinentiendo no se limita a Zaragoza capital: a lo largo de los años ha llegado a Huesca, Teruel y otras localidades, llevando estas historias a públicos que, de otro modo, no tendrían acceso a ellas.

En Barcelona encontramos la mostra FIRE!!, que se celebra cada mes de junio en los cines del Institut Français. Es el festival de cine gay y lésbico más veterano de Cataluña y lo organiza el Casal Lambda, una entidad histórica del activismo en la ciudad. En 2025 inauguró con Tesis sobre una domesticación, y también se proyectaron Linda, Luces azules y Blue Jean, la historia de una profesora lesbiana en la Inglaterra de Thatcher. El FIRE!! combina cine de autor con propuestas más accesibles, siempre con una atención especial a la representación de mujeres queer.

Viajando al País Vasco se celebra Zinegoak, el festival internacional de cine y artes escénicas gaylesbitrans de Bilbao, que abre sus puertas cada febrero. Desde su nacimiento, ha buscado visibilizar la diversidad afectiva y sexual a través del cine, y en su programación nunca faltan películas protagonizadas por mujeres. Además de las proyecciones, Zinegoak trabaja en centros educativos, lo que lo convierte en una herramienta de transformación social además de un espacio cultural.

Si bajamos al sur, Andalucía también tiene presencia en este mapa. El ejemplo más sólido es Andalesgai, el festival de cine LGBT de Sevilla, que suele celebrarse cada marzo. Este evento reúne cada año películas de todos los géneros y se ha convertido en un referente para la comunidad andaluza. En ediciones recientes han pasado películas como Carmen y Lola, de Arantxa Echevarría, o Elisa y Marcela, de Isabel Coixet, sobre la primera boda entre dos mujeres en España. Andalesgai combina la proyección de cine internacional con actividades que acercan el festival al día a día de la ciudad, lo que lo convierte en una experiencia distinta a la que se vive en otros lugares del país.

Todos estos festivales ayudan a dibujar un mapa cultural que demuestra que España tiene una red de espacios donde las historias queer encuentran su sitio. Ir a ellos no es solo cuestión de ver películas. Es una manera de conectar con otras personas, de compartir referentes y de sentir que no estamos solas en la sala. En un momento en el que la representación mediática todavía tiene mucho camino por recorrer, resulta vital que existan festivales como el LesGaiCineMad, la Muestra de Cine Lésbico, Zinentiendo, la mostra FIRE!!, Zinegoak o Andalesgai. Son espacios de resistencia, de visibilidad y de celebración. Ver una película en estos contextos tiene un sabor distinto: es reconocerte en la pantalla y al mismo tiempo en la mirada de quien se sienta a tu lado.

Ohwii de Biird, el dildo de vidrio que te llevará al séptimo cielo

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Esta review inaugura una nueva temporada en Los secretos de Thais donde te hablaré de lo más nuevo en el sector erótico, y no he podido evitar empezar por el que ha sido mi juguete del verano: Ohwii de Biird. Si me lees de forma asidua, sabrás que Biird se ha convertido en una de mis marcas favoritas por el mundo vibrante y positivo en el que nos sumerge y el cariño que transmite cada una de sus creaciones. Y Ohwii no iba a ser menos: un dildo de vidrio de doble punta que me llevó del escepticismo a la obsesión.

Mi historia con Ohwii comienza cuando supe de su existencia: ¿un dildo doble de cristal? Te soy sincera: me generó muchas dudas. Además, el hecho de ver a dos chicas en el packaging me hizo preguntarme si estaba pensado para parejas con vulva y, con esa idea en mente, no me convencía. Como experta en juguetería para parejas sáficas con dos vulvas he probado unos cuantos dildos dobles y no acababa de ver que la rigidez del vidrio fuera lo suficientemente cómoda para nosotres.

Entonces lo recibí en casa: un paquete precioso (del que te daré detalles más abajo) y, lo que es más importante, de un tamaño inferior de lo que imaginaba. Después de verlo en la web de la marca, me había dado la impresión de que era un dildo doble grande, como otros que tengo, pero nada más lejos de la realidad: tiene el tamaño de un dildo individual, solo que cuenta con dos extremos. Este cambio en la proporción cambiaba mucho mi perspectiva y empecé a sentir mucha curiosidad por probarlo.

Ohwii es un dildo precioso que destaca por su acabado brillante, casi holográfico y muy adictivo a la vista. Refleja la luz de forma exquisita y es una belleza, digno de estar expuesto en una vitrina. Cuenta con unos 18,5 centímetros de largo y un diámetro máximo de 2,7 centímetros. De esta longitud, al haber dos extremos, no se insertan los 18,5 centímetros por completo. La gracia de este dildo es que tenemos 2 en 1: dos puntas diferentes para estimularnos donde más nos guste. De entrada, está diseñado para estimular el punto G (en personas con vulva) y el punto P (para personas con pene). Eso significa que es apto para penetración vaginal y anal y cada uno de los extremos se puede usar en la zona que queramos indistintamente.

La forma de Ohwii es perfecta para su cometido. Por un lado, por las dimensiones: es manejable, ergonómico y fácil de sostener. Por el otro, por los dos extremos, uno más preciso y otro más difuso, pero ambos se complementan para regalarnos sensaciones diferentes en la penetración y en la estimulación. Pero lo que más me ha conquistado de este dildo ha sido un detalle clave: el arco que une los dos extremos. Esa pequeña curva se convierte en una base redondeada una vez tenemos los extremos dentro y contribuye a estimular el clítoris o el ano mientras utilizamos Ohwii, sobre todo al hacer movimientos de arriba abajo de manera sutil. Al fin, mi principal reto con los dildos, que era no disponer de estimulación externa, está más que superado.

Por cierto, ¿te imaginas por qué te confesaba al principio que Ohwii ha sido para mí el juguete del verano? La respuesta está en su material: el vidrio de borosilicato de alta calidad. Se trata de un dildo hecho a mano, por lo que puede haber pequeñas variaciones en el color, el peso o las dimensiones, al igual que sus compañeros de la colección Elements (como Kalii, el dildo del que te hablé hace unos meses). Resulta que el vidrio tiene una propiedad interesantísima que es que puede cambiar su temperatura e incluso se adapta a la del cuerpo. También podemos calentarlo o enfriarlo con agua para que el contacto con el cuerpo sea justo como queremos. Sentir el tacto fresquito de Ohwii en el cuerpo me ha salvado unas cuantas tardes de agosto…

Al tratarse de un dildo de vidrio, podemos (y te recomiendo que lo hagas para reducir la fricción y hacer que la penetración sea más agradable) usar tanto lubricantes de base agua como de base silicona. A mí me ha encantado usar überlube, que es un lubricante de silicona aprobado por la comunidad médica que tiene una textura fluida y muy suave. Eso sí, si quieres cambiar de extremo, asegúrate de limpiar bien el dildo para que no resbale al sostenerlo. En cualquier caso y con cualquiera de las dos puntas es fácil y cómodo de agarrar para que podamos rendirnos a una penetración profunda y muy placentera.

En cuanto al uso, Ohwii es apto para todas las personas, todos los genitales y todos los géneros. Eso es maravilloso, porque le aporta versatilidad y muchas ideas de uso. Por supuesto, podemos utilizarlo para la penetración vaginal y anal, pero también es excelente para masajearnos o masajear a nuestra pareja aprovechando los juegos de temperatura del cristal. Para mí, es un juguete que se centra mucho en la penetración, y podemos hacerlo soles o que nos ayude nuestre amante. Si bien no lo veo como dildo doble para dos vulvas, si es algo que queréis explorar os animo a ver las posibilidades. Para disfrutar de un momento de conexión es un complemento ideal, pero si buscas un juguete para utilizar durante más tiempo tal vez optaría por otro producto con un material más flexible que permita aprovechar más el vaivén.

Como te decía, mi forma favorita de usar este dildo ha sido penetrándome con él y sintiendo la estimulación interna y también externa con la curva que une ambos extremos. Si, como a mí, te sucede que necesitas algo más de estimulación en el clítoris para alcanzar el orgasmo, puedes ayudarte de un estimulador externo como Evii o Namii, ambos de la misma marca y opciones perfectas para llevarte al clímax más poderoso.

Una vez termines de usarlo, recuerda lavar tu dildo con agua y jabón y secarlo bien antes de guardarlo. Asimismo, te aconsejo que lo laves también antes del uso, aunque haya estado en su estuche.

Ohwii forma parte de la colección Elements, una selección de juguetes inspirada en la naturaleza que busca transmitir su belleza y poder. En este caso, además, Ohwii nace de una colaboración con Wicul, una enfermera psiquiátrica y terapeuta sexual muy reconocida en Francia por su labor en la divulgación de la educación sexual sin prejuicios y con humor. Según cuenta, como no encontraba el juguete de sus sueños decidió crearlo, y el resultado es este dildo.

Uno de los puntos fuertes de Biird, además de la calidad de sus materiales y la innovación de sus productos, es el packaging. Desde el primer contacto nos invita a rendirnos a una experiencia nueva y a entrar en el mundo de Biird. Ohwii, al igual que la colección Elements, viene en una caja azul con acabados plateados holográficos. Al abrirla, encontramos una pegatina y un QR que nos lleva a un manual de uso. Debajo está el estuche de piel vegana (ideal para guardarlo o transportarlo) con el acabado resplandeciente y brillante, y una cremallera que da paso al juguete, igual que una joya. En la caja también se incluye un llavero precioso que ya está colocado en mi juego de llaves.

En cuanto al precio, teniendo en cuenta la calidad del producto, el acabado y todos los detalles de Ohwii, me parece que es muy justo y accesible. Es un dildo duradero (de hecho, tiene 5 años de garantía), sencillo de usar y de mantener que puede durar mucho tiempo si se cuida bien, por ello me parece una opción estupenda si buscas un dildo versátil que combine funcionalidad y estética, tanto para ti como para regalar. Además, contribuirás a que se plante un árbol con cada juguete vendido.

Si algo me ha enseñado Ohwii (además de darme muchos orgasmos) es que las apariencias engañan, y que a veces hay que dejarse llevar y experimentar, aunque estemos ante un juguete diferente e innovador que, de entrada, nos genera más preguntas que respuestas. A pesar de mi duda inicial, Ohwii ha resultado ser un dildo extraordinario que ofrece el doble de posibilidades y nos permite jugar con la temperatura, la dureza, la textura y los dos extremos diferentes para una penetración intensa y placentera. Para mí es, sin lugar a dudas, un must para quienes disfrutamos de la penetración.

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