Foto: Aída Cordero
En España hay tres generaciones de bolleras unidas por una canción. La primera, la que conoció Mujer contra mujer de la mano de la original, de Ana Torroja, de Mecano, en 1988. Casi nada. A Ana, con su estética andrógina, la adoraban mujeres y hombres por igual, y la canción se convirtió en un himno casi de inmediato. Daba igual que no entendieran lo de las palomas al vuelo, porque era su canción, la que hablaba de ellas.
En 2002, unos cuantos años después, Telecinco quiso aprovechar el tirón de Operación Triunfo, y contraatacó con Popstars, un programa que en Reino Unido había tenido un tirón enorme, no en vano de ahí salió la segunda girlband más grande del Reino Unido, Girls Aloud. En nuestro país cuajar, no cuajó demasiado, pero en la sexta gala Davinia y Elisabeth hicieron una versión de una canción que, para muchas adolescentes, era la primera vez que la escuchaban. Efectivamente: Mujer contra mujer. En prime time.
Chicas al poder
Si me preguntáis, a Mujer contra mujer siempre le ha faltado una última pincelada para convertirse en un himno con todas las letras. En un I will survive, en un YMCA. Le faltaba el poder gritarla a pleno pulmón mientras la bailabas en un bar. La original es bajón, es recogimiento en tu casa, es que te cierran el bar a las dos de la mañana y te acuerdas que tienes que darle de comer al gato. Menos mal que han venido Las Chillers a solucionar esto, y a darle una tercera edad de oro al tema. La semana pasada, las madrileñas estrenaron en la web de El País su nuevo videoclip, pero como en dicho medio son muy cucos y no dejan pegarlo en otras webs, os dejamos sólo con el audio.
El toque Nikis no es por casualidad: Joaquín Rodríguez, miembro del grupo de Algete, ha sido el encargado de la producción. Todo lo que nos gusta, junto. Así, sí.