Hay algo aterrador y rematadamente erótico en una mujer con un arco y un carcaj de flechas. La arquería nos ha demostrado que no hace falta tener músculos para ser peligrosa, y que con un poco de puntería las mujeres podemos ser tan badass como el que más. Así lo entendió Suzanne Collins, autora de Los juegos del hambre, y así lo ha entendido también la industria del cine, que a lo largo de su historia nos ha hecho babear disfrutar convirtiendo estas peligrosas armas en los grandes aliados de los personajes femeninos de ficción.

Como diría Karina (advertencia: este va a ser un momento musical de lesbiana ochentosa),  esas flechas van contigo donde quiera que tú vas. A nosotras, desde luego, nos han marcado para siempre, y por eso hoy queremos rendir homenaje y rememorar a algunas de nuestras arqueras favoritas.

Las crónicas de Narnia

C.S. Lewis entendió perfectamente el potencial erótico de las arqueras. En el cine fue la inglesa Anna Popplewell quien interpretó el papel de Susan Pevensie en la adaptación filmatográfica de Las Crónicas de Narnia.

Buffy Cazavampiros

Nos sería imposible olvidar a Faith en Buffy Cazavampiros. Aunque el personaje creado por Joss Whedon combatía a las fuerzas del mal más con sus puños que con sus flechas, la serie nos dejó momentos inolvidables de Eliza Dushku armada hasta las cejas y con esa cara de mala hostia que tanto nos pone gusta.

Emma

La arquería también puede tener su lado sensible, como nos demostró Gwyneth Paltrow en su interpretación de Emma, de Jane Austen. Siempre que yo no sea el blanco, me resulta todo muy adorable.

The Hobbit

Y aquí tenemos a Tauriel, el personaje más polémico de todos. Recordemos que el amigo Peter Jackson profanó versionó el legado de Tolkien para sacarse de la manga a este personaje, que no aparece por ningún lado en el libro.  Esto demuestra, una vez más, lo de moda que está ponerle un arco en las manos a los personajes femeninos de ficción. Como sigamos así, en el remake de Ben-hur van a poner a María Magdalena a lanzar flechas contra los romanos.

La actriz Evangeline Lilly es la encargada de darle vida a Tauriel y, según ella, el personaje “encaja perfectamente en la historia, a pesar de no haber sido creado por Tolkien”. Ya, hija, ya. ¡Qué vas a decir tú! Tu madre te educó bien, hacia arriba no se escupe.

Elektra

Aunque el de Elektra no esté mal, si hay que elegir nosotras nos decantamos por un arco sencillo de madera, que siempre va muy acorde con un taparrabos cualquiera. Pero como somos chicas sencillas tampoco le hacemos ascos a Jennifer Garner y a este extraño artilugio que parece más un aparato de sesión sadomasoquista que un arco.

Rey Arturo

En un arte tan antiguo como la arquería no podía dejar de estar presente Disney, que en Brave nos presentó a la antiprincesa Merida, una tomboy cualquiera como tú o como yo, y de quien muchos afirman que es la primera princesa lesbiana de la factoría del ratón Mickey.

Caballeros, Princesas y Otras Bestias

El título original de la película es Your Higness (Su alteza real), y por ello somos fans de las traducciones sin puto sentido de los nombres de las películas al español. Pero todavía somos más fans de Natalie Portman, y si le pones un arco en las manos corremos el riesgo de que nuestras neuronas dejen de funcionar correctamente. Es por ello que Caballeros, Princesas y Otras Bestias está contraindicada para croquetas con corazones sensibles.

Avatar

Y si te van las mujeres azules y medio desnudas, Neytiri de Avatar es sin duda alguna tu media naranja (mi ex era así. Medio desnuda, digo, no azul). Dicen que si te la llevas a casa (a Neytiri, ¡no a mi ex!) y duermes con ella, por la mañana te despiertas al lado de Zoe Saldana, así que todo será cuestión de probarlo 😉

Blade

Se pueden decir muchas cosas de Jessica Biel en Blade, pero creo que todas coincidimos en una: los pelillos como escarpias. Es verla y no se queda ni un solo pelo en su sitio. ¡Si tú nos dices Biel, lo dejamos todo!

Los juegos del hambre

Y llegamos a una de nuestras favoritas, que, además, es la culpable de que a todos nos haya entrado esta fiebre por la arquería: Los juegos del hambre. Y es que… ¿a quién no le entraría fiebre tras ver algo así?