A veces, cuando me aburro, me siento en un césped mirando las nubes e intento descifrar el misterio número uno de la humanidad. No es ni quién construyó las pirámides, ni dónde está el arca de la alianza, ni si quiera dónde está el avión malasio. No. El gran enigma que NADIE ha conseguido desvelar es quién, o qué, es A. No, en serio, basta ya. Llevamos 95 episodios de Pretty Little Liars (si, los he contado), y de los 46589604 interrogantes que han ido abriendo han cerrado tres o cuatro. ¿Por qué? ¿Por qué nos hacen esto? ¿Nos odian? ¿Los guionistas son personas horribles con tridentes que se esfuerzan en hacernos infelices? La respuesta a todo esto es SI, nos odian, nos desprecian, y sin embargo seguimos todas, episodio tras episodio ahi, enganchadas, viéndolas reunirse en sitios oscuros y tomando siempre las peores decisiones posibles.
Como muestra de la frenética carrera que lleva la serie para conseguir el Guiness de los Records a serie con más personajes del mundo, en esta quinta temporada que empieza en nada, en junio, una nueva vecina llega a Rosewood. Chloe Bridges, a quien recordaréis porque salía en New Girl (si la veíais, claro) interpreta a Sydney Driscoll, quien llega al pueblo dispuesta a convertirse en la capitana del equipo de natación. ¿Y quién formaba parte del equipo de natación? Pues claro: Emily. Aunque hace como mil episodios que no la vemos en remojo, suponemos que sigue formando parte de las nadadoras del instituto. Pero la historia no acaba aqui: la chica aparecerá por priemra vez en el episodio tercero de la quinta temporada, que está escrito por Joseph Dougherty, que es muy fan de Emily y siempre la pone a hacer cosas interesantes. Así que, bueno, si juntamos dos y dos, es bastante probable que Emily croquetee elegantemente con Sydney. ¿Cómo lo veis?
Emily no puede con tanta novia