¿Alguna vez has querido tanto a alguien que has puesto sus necesidades sobre las tuyas, para ayudarla a cumplir sus sueños? Esta es la premisa básica sobre la que se asienta Two mothers, una película alemana más que interesante sobre amor, pareja, maternidad y dolor, todo a la vez. Sentimientos más que reconocibles para todo el mundo, en alguna de las etapas de su vida.
Isabella y Katja son una pareja de mujeres que son felices, extremadamente felices juntas. Una vez casadas, y viendo que tienen una edad, quieren empezar la aventura de ser madres, pero, ay, todo empieza a torcerse. Una vez desechada la idea de la adopción, conseguir un donante se torna una tarea más que imposible, y las dificultades empiezan a resquebrajar su relación. Katja desea ser madre más que nada, y empieza a dejar a Isabella a un lado, sintiéndose cada vez más sola, llegando incluso a arriesgar todo lo que ha construido con su mujer. Las dificultades financieras derivadas de las clínicas y médicos para el tratamiento tampoco ayudan a que las cosas marchen bien.
Entre las dos buscan en internet, intentando encontrar un donante que, al contrario de lo que han ido encontrando en el camino, no quiera ser también un padre, o cuyo requisito no sea acostarse con Katja. ¿Funcionará antes de que su matrimonio se destruya por completo o será demasiado tarde?
Sabine Wolf y Karina Plachetka hacen una interpretación fascinante de las dos protagonistas, siendo honestas y creíbles, sumergiéndote en la pena y la tristeza que están padeciendo, en un proceso en el que debería ser todo alergía e ilusión. Definitivamente, una película que ofrece un punto de vista diferente al que estamos acostumbradas a ver sobre la maternidad en parejas de mujeres. Muy recomendable.