Nunca me he considerado del pequeño grupo de lesbianas que se maquillan y van a la última moda. Soy femenina; me gustan los zapatos de tacón (cuanto más alto sea, mejor), los vestidos largos, las faldas de tubo y las camisas elegantes. Sin embargo, el maquillaje y la cosmética nunca han llamado especialmente mi atención. De forma inexplicable, llevo varios meses sintiendo curiosidad por la cosmética, aunque sobre todo a lo que higiene se refiere: geles, champús, cremas y ese tipo de cosas. Puede que sea porque para mí, el sentido del olfato es esencial. Me conquistan los olores, los aromas. Y tener tantas opciones diferentes en unos frasquitos me resulta entre curioso y excitante.
El hecho de que estos productos se vendan en recipientes pequeños tiene mucho que ver con la forma en la que nuestro cerebro lo percibe. No es lo mismo un gel que viene en un envase de 150 ml. que uno presentado en un envase familiar de un litro y medio. Lo cierto es que inconscientemente, nuestra mente lo asocia a algo parecido a un elixir, una poción mágica, una sustancia valiosísima. Y este, chicas, es el pequeño gran secreto de la cosmética.
Todo esto viene a que hace poco he probado una de esas pociones mágicas en un recipiente chiquitito (¡de solo 13 ml.!). Se trata de un bálsamo intensificador del orgasmo que promete “aumentar las sensaciones y potenciar el orgasmo”. Su aplicación es sumamente sencilla: como el recipiente tiene un dosificador solo tienes que poner un par de gotas en tu dedo y masajear tu clítoris con el bálsamo.
Ahora la pregunta es: ¿cómo puede ser que un par de gotas intensifiquen el orgasmo? Es fácil: sus componentes. Además de no tener parabenos y de ser 100% vegano, este bálsamo tiene ingredientes naturales (nada de azúcar ni de gluten) como el ginseng o la arginina. Por un lado, el ginseng provoca que cada roce parezca más intenso. Por el otro, la arginina hace que la zona se sensibilice. De este modo, notarás mucho más las caricias y tu placer sera aún mayor.
Mi experiencia con el bálsamo ha sido muy grata. Como os he comentado en otras ocasiones, son del 75% de mujeres que necesitan la estimulación del clítoris para alcanzar el orgasmo, por lo que una crema especial para ello me ha ayudado muchísimo. Usando esta crema he tenido más orgasmos de lo habitual y más intensos de lo normal.
No es comestible, por lo que os aconsejo no practicar sexo oral una vez hayáis utilizado el bálsamo. Si lo que os interesa es potenciar las sensaciones y practicar sexo oral pronto os traeré un producto ideal. El efecto es bastante duradero (hasta 40 minutos) y no produce picores ni escoceduras como otros productos íntimos. Su aroma es exactamente la misma que en el Lubricante 2 en 1 del que ya os hablé: Aphrodisia.
Por último, debo reconocer que los 13 ml. cunden. A veces, lo más pequeño (además de ser mágico) es todavía mejor que lo más grande.
Para hacerte con este bálsamo mágico, ve AQUÍ.