
Ese es uno de los valores de la serie, el mostrarnos que no pasa absolutamente nada por dudar en la vida. Karma duda, porque quiere mucho a su amiga y a lo mejor sus sentimientos podrían ir más allá. Amy duda porque no sabe si le gustan los chicos y las chicas. Shane duda de si al decirle a su chico que no quiere una relación abierta lo podría perder. La duda es un sentimiento humano, tan legítimo como la certeza. Y en la serie todos dudan, menos una persona: Reagan.
Reagan, por lo que parece, está muy segura de su orientación sexual. Sabe que le gustan las chicas exclusivamente, y solamente quiere salir con lesbianas. ¿Por qué? Porque su anterior pareja la usó, según ella, para experimentar y decidir su orientación sexual. En el último episodio de Faking it vimos como Amy le abría su corazón, contándole que quizá fuera bisexual, que en realidad no estaba segura de cómo definirse, y terminan su relación, pese a que se gustan, e incluso puede que se quieran más de lo que están dispuestas a admitir.
La concepción de que las (y los) bisexuales lo son solamente como modo de experimentar, como paso intermedio hasta que se deciden, o como seres que tiene el doble donde elegir (aham) es, simple y llanamente, desconocimiento y prejuicios. Y el dejar a tu novia porque sea, o pueda ser, bisexual, es bifobia. Es miedo a que te deje, un miedo cimentado en tu falta de seguridad en ti misma y en tu relación, en la capacidad que tienes de mejorar la vida de alguien.
Siempre pedimos visibilidad en los medios, más tramas sobre personas LGBT, y creo que ver la bifobia de una manera tan sumamente clara, el apreciar cómo los prejuicios rompen lo que hasta hace cinco minutos era una relación maravillosa, y que esos prejuicios vengan de una persona que está dentro del colectivo LGBT, es verdaderamente poderoso. Porque a veces hace falta ver las cosas con una cámara, desde fuera, para apreciarlas en toda su magnitud.


