Hasta hace unas semanas mis conocimientos sobre el roller derby se reducían a “aquella película de Ellen Page y Drew Barrimore patinando” de la que por cierto, solo había visto un trozo y a conocer el hecho de que, por una vez, se trata de un deporte predominantemente femenino. Pero soy una persona curiosa, y friki, y la idea de un deporte de contacto sobre patines siempre me había llamado la atención (y recordado un poco a ese otro deporte ficticio y ultraviolento que es el rollerball. Recordad, friki). Así que cuando las chicas de Roller Derby Madrid nos invitaron a verlas jugar me apunté de inmediato.
Voy a explicar brevemente en qué consiste un partido de roller derby, si ya te sabes las normas puedes saltarte este párrafo tranquilamente. Sobre la pista, un circuito ovalado, se enfrentan dos equipos de cinco jugadoras cada uno, cinco en pista pueden ser muchas más por equipo, cuatro bloqueadoras y una jammer, identificable por la estrella que lleva en el casco, quien es la encargada de anotar los puntos. Los dos equipos se mueven en el mismo sentido y cada jammer debe intentar dar una vuelta completa y adelantar a las bloqueadoras del equipo contrario. Una vez las haya sobrepasado su equipo se anotará un punto por cada contraria a la que haya adelantado. Al ser un deporte de contacto esto no suele ser un paseo por el campo y la jammer tiene que enfrentarse a bloqueos y más de un golpetazo contra el duro suelo. Todo esto durante dos tiempos de media hora cada uno. Ya sabéis lo principal para empezar a conocer el deporte pero os recomiendo la página de Roller Derby Madrid donde lo explican mucho mejor que yo, y con vídeo.
En un día algo pasado por agua, la intrépida Pepi, servidora y compañía nos plantamos en Aluche para disfrutar del programa doble de roller derby y entrevistar después a Madame Psychosis (echadle un vistazo a la entrada de Pepi). Llegamos bastante pronto por lo que pudimos ver cómo se mide la pista para marcar el circuito con cinta y conocer a La Justicia, la entrenadora o bench de Roller Derby Madrid y de la selección española.
Desde las gradas, nos preparamos a ver el primer partido, Roller Derby Madrid B contra las Sicarias del Cierzo de Zaragoza. Confieso que me resultó algo confuso hasta el comienzo del segundo tiempo. Y eso que tenía al lado a mi novia, que se había aprendido las reglas mejor que yo. Por suerte, conque pongas un poco de interés se capta la dinámica del juego de forma rápida y para el final del primer partido, que ganaron las Sicarias —enhorabuena, mañas— ya podía seguir más o menos bien las jugadas y entender muchos de los gestos de los árbitros.
Aprovechamos el periodo entre partidos para comprar algunas camisetas y freír a preguntas a los árbitros y a una jugadora de los Black Thunders, otro equipo madrileño, que estaba viendo el partido. Armadas con nuestros mejorados conocimientos nos preparamos para fotografiar y disfrutar de un segundo encuentro con sabor internacional: Roller Derby Madrid A contra el Croydon Vice Squad del Reino Unido.
Esperaba que el partido fuese muy reñido pero pronto vimos que Croydon tenía poco que enseñar aparte de alguna prenda arcoiris de una de sus jugadoras y el Roller Derby Madrid se dio, esta vez sí, un paseo ganando por más de 400 puntos de diferencia.
Lejos de esos malos rollos que vemos muy a menudo en el fútbol, los dos equipos posaron de buen humor para la foto
El roller derby se capta rápido, al menos en los conceptos básicos, y engancha aún a más velocidad. Yo ya soy fan. Es una lástima que al ser un deporte bastante reciente en España, femenino y sin ningún balón maltratado, no tenga casi difusión. Por eso, desde HULEMS queremos poner nuestro granito de arena para ayudar a que más gente lo conozca y se acerque a disfrutarlo, desde unos de los asientos con peligro de que te caiga una jugadora encima o, quién sabe, desde unos patines.
De nuevo, gracias a Roller Derby Madrid por invitarnos a veros jugar. Un saludo.
¡Gracias por el vídeo, J.M.!
Páginas de los equipos: