La semana pasada la CBS pasó de la serie Drew, la que sería la adaptación adulta de los libros de Nancy Drew, por ser demasiado femenina, para dar luz verde a seis nuevas series protagonizadas por hombres blancos, pero eh, no los llames machistas porque ya tienen tres series protagonizadas por mujeres en la cadena. La semana pasada también, descubrimos también que Marvel decidió cambiar a la villana de Iron Man 3 por un villano, porque de lo contrario se venderían menos muñecos. Por si no fuera poco, la semana pasada también, salió el nuevo tráiler de Las cazafantasmas y, oh, sorpresa, sigue siendo de los más odiados de Youtube y, probablemente, sea la película que más animadversión está generando y ni siquiera se ha estrenado.
¿Y por qué tanto odio hacia una película que todavía no hemos visto? Pues porque hay mujeres. Oh, dios mío. Mujeres protagonizándola en exclusiva. ¿Qué? Y lo que es peor, hay mujeres que no pueden considerarse precisamente diosas griegas, y su única función no es la de ser eso, diosas griegas, ni tampoco la de orbitar alrededor de un hombre. MADRE MÍA. No, no. Aquí las mujeres han venido a hacer lo que los hombres venían haciendo desde que el cine es cine: Salvar el mundo, la ciudad, el gatito en apuros, whatever. Y lo que es peor aún, han osado hacerlo en una franquicia icónica que ha marcado los años mozos de muchos, Los cazafantasmas.
Paul Feig ha decidido hacer un remake de la mítica película (Un remake donde se cambian cosas para darle un toque de originalidad, pero por favor, ¿de dónde ha sacado este hombre tal cosa?), y darle la vuelta a la tortilla. Ha sustituido actores por actrices y ha colocado a Thor como secretario. La película puede ser buena o un bodrio palomitero del que nadie se acordará pasado el verano, pero nosotras no podremos pronunciar veredicto al respecto hasta que se estrene. Y digo nosotras porque hay hombres de este mundo que ya saben que es mala y por eso no piensan gastarse ni una sola moneda que tenga curso legal en el país en el que sea que viven para verla. Se han puesto en modo “ahora me enfado y no respiro” y han decidido boicotearla. Y es que no es para menos, les han quitado el puesto en el equipo de los Cazafantasmas y les han dado el disparador de protones a una mujer, no vaya a ser que nosotras también podamos divertirnos un rato y podamos vernos representadas en la pantalla en algo más que no sea una comedias romántica. Además, no contentas con poder ir por ahí midiendo la radiación de ectoplasma, les estamos arruinando su infancia, hemos estropeado su película fetiche desde que no levantaban más de dos palmos del suelo y les estamos obligando a ver que no todo gira a su alrededor. Hollywood ha hecho una película en la que ellos no sienten el menor interés y están molestos y enfadados, porque tampoco es como si la gran mayoría de la industria del entretenimiento esté dirigida hacia ellos y, claro, ¿una película protagonizada por mujeres qué les despierte curiosidad? ¿Dónde se ha visto eso? Por favor, no digamos sandeces.
Y ahora hay quien quiere que el nuevo Bond se llame Jane… Démosles un respiro a los pobres y dejemos de arruinarles la vida, ¿no?