La fama cuesta, y Kristen Stewart ha pagado ya con creces. La actriz norteamericana ha declarado en infinidad de ocasiones que sólo quiere trabajar, y que la dejen en paz. O, al menos, eso es lo que pensaba hasta hace bien poco, porque las declaraciones que ha hecho al LA Times nos deja entrever que, quizá, haya cambiado de actitud y de opinión.
No voy a hablar de con quien me acuesto o cómo tengo sexo con ellos a menos que seamos amigos. Es raro. Pero, al mismo tiempo, he descubierto un modo de vivir mi vida sin sentir que me estoy escondiendo. Y creo que cualquiera que se preocupe lo ha notado, aunque no todos lo hacen. Pero creo que si me sigues de algún modo, es más visible que estoy más relajada de lo que estaba
Ser uno de los rostros más conocidos de Hollywood tiene que ser, directamente, agotador. Y no por el trabajo, y quizá ni siquiera por el público, sino por la necesidad de ciertos medios de comunicación de hablar de todo lo demás, de todo aquello que es extra-interpretativo. Además, el hecho de que Kristen tenga relaciones con mujeres es algo que le confiere un cariz morboso que, si no fuera así, alejaría el foco de Stewart de un modo significativo. Pero, como todo, este agobio existencial se ha ido difuminando con el paso de los años.
De algún modo, a medida que me hago mayor, he reorientado mi mente. Me he vuelto mejor a la hora de evaluar las motivaciones de la gente. No es algo que tenga que pensar abiertamente, lo que comparto y lo que no. Es algo natural. Considerando que, cuando era joven, estaba como “me vais a joder otra vez”. Ahora es como “pues ok, no podéis”
A veces, y me incluyo, se nos olvida que los famosos, por el mero hecho de serlo, no tienen que convertirse en activistas. Que, ojo, estaría de lujo que todos lo hicieran, y contribuyeran a hacer del mundo algo un poco más decente. Pero también entiendo que, pese a que tienen una posición de algún modo privilegiada en ciertos aspectos, no dejan de ser personas con sus dudas, sus miedos, y sus movidas mentales. No todo se puede achacar al egoísmo. Y que Kristen, que ultimamente pasa de esconderse, y a la que hemos visto besarse con Soko, y ultimamente con Alicia Cargile, en plena calle, probablemente, y a otro nivel, está contribuyendo de una manera masiva en la visibilidad bisexual (y lésbica). ¿Icono? Allá cada uno. Pero desde luego, nada de demonio.
Vía: LATimes