Un grupo de amigos vuelve a reunirse en la casa donde han pasado tantos momentos. Pero, esta vez, el objetivo no es divertirse, sino hacer una intervención, aconsejar a una pareja que, por su propio bien, debe divorciarse. ¿Funcionará esta terapia de choque?
Este es el argumento de The intervention, la primera incursión de la actriz Clea DuVall tras la cámara. No está sola en esta aventura, sino que se ha hecho acompañar de algunos de los actores con más talento de, eso sí, la pequeña pantalla, y que a su vez son amigos suyos: Natasha Lyonne, Jason Ritter, Ben Schwartz, Cobie Smulders, Alia Shawkat y Vincent Piazza conforman el resto del reparto, un grupo de treintañeros, cada uno con sus propios problemas, que son más dados a ver la paja en el ojo ajeno que la viga en el propio.
Porque, vale, el matrimonio de Ruby y Peter hace aguas hace tiempo, y todos lo ven excepto ellos mismos. Pero el resto de amigos no son ni mucho menos perfectos: Annie y Matt han pospuesto su boda cuatro veces, Jack se ha lanzado al vacío con Lola, a quien lleva veinte años, y Jessie y Sarah están aburridas la una de la otra porque, sencillamente, no hay comunicación. ¿Son ellos los más adecuados para dar consejos sentimentales a nadie?
La película es un más que digno estreno para esta directora. Tiene ritmo, se deja ver, y quien más y quien menos se habrá visto en una tesitura semejante, la de ver los toros desde la barrera y saber perfectamente lo que tienen que hacer otros, mientras tiene el fuego en su propia espalda. La vida es así de complicada.