Rosa María Castaños, seudónimo de Elena Fortún, seudónimo a su vez de Encarnación Aragoneses Urquijo, es quién firma Oculto sendero. Novela autobiográfica y escrita durante el exilio en Argentina de la célebre escritora de Celia.
“Un acto de valentía no exento de miedos”, así es como ha sido calificada la obra por Nuria Capdevila-Argüelles, catedrática de Estudios Hispánicos y encargada del prólogo, además de “un testimonio exhaustivo y clave para comprender la homosexualidad y la emancipación femenina en la España de las Vanguardias”.
Elena Fortún nos lleva de viaje por la vida de María Luisa, que a la vez es la suya propia. Una mujer moldeada por la época que le tocó vivir, a caballo entre la tradición y el progreso. Una mujer que se sabe diferente, que no es como las demás, que no encaja, salvo cuando está con aquellas que son como ella, aquellas que comparten su misma rareza y eso que las hace especiales, su homosexualidad.
Tras una infancia y una adolescencia en permanente conflicto entre lo que quiere ella y lo que ha de hacer por ser demasiado rebelde, demasiado masculina, demasiado torpe para encontrar un buen marido, entra en un permanente estado de fracaso personal, represión y desdicha que parece no tener fin. Será en las Islas Canarias donde conseguirá dejar atrás esta situación a la vez que hace lo mismo con los convencionalismos y las rígidas normas que impone la sociedad sobre el sexo femenino. Será en este momento donde María Luisa alcanza su plenitud, personal y artística.
Con un tono melancólico y el estilo inconfundible de Elena Fortún, que la delatan como autora, Oculto sendero ha sido un gran descubrimiento. Un libro, hasta hace poco todavía inédito, necesario que ofrece una visión única sobre una época, la España anterior al 36, y una mujer, interesantes y fascinantes por igual.