¡Hola, croquetillas! Hoy no tenía pensado hacer este artículo, pero mis circunstancias han cambiado últimamente y he decidido que este sería el artículo semanal. Que no os vais a librar de mis tonterías fácilmente.
Hace tiempo, en uno de estos batiburrillos que hago, hablé de esta serie, Hyakko, pero no le di la importancia que puede tener. Hyakko no tiene traducción, sería una onomatopeya. La serie en sí no es shoujo ai, por eso no le di importancia. Pero, como estoy valorando más aspectos como mujeres fuertes, inclusión, etc… Por eso la comento ahora. Su género, para mi gusto, es “hijoputismo adorable”. Vale, eso no es un género en sí, pero podría definirse como tías cabronas, pero achuchables.
Primero, ¿de qué va? Pues es el día a día de las locuras que pasan en clase. Hay cuatro chicas más protagonistas que el resto, pero tienes una gran variedad de chicas en la clase, añadiendo también al profesor que las soporta a todas. La acción en el primer capítulo empieza con Torako [significa pequeño tigre] saltando de un primer piso porque quiere avanzar en línea recta. No solo salta Torako, tras ella va Suzu, su amiga de la infancia. Al aterrizar conocerán a Ayumi y a Tatsuki, que se han perdido también al buscar la clase. Las cuatro chicas formarán equipo para encontrar el camino dentro de la escuela enorme.
Este cuarteto protagonista es el núcleo de la serie. Ayumi es la tímida pavisosa del grupo. Suzu apenas habla, come mucho y es fuerte y bruta. Se da a entender que siente por Torako algo más que amistad. Aunque no confiesa sus sentimientos, es muy evidente por el comportamiento que tiene. Además, que le planta un beso en una de estas sin cortarse un pelo. Tatsuki es la seria y responsable que sufre las gilipolleces del resto. En el fondo se preocupa por sus compañeras y es muy buena gente. Es la dragona, en contraposición a Torako, que es la tigresa. Torako es muy alegre y directa, no se corta nada y actúa sin pensar. Aunque en el fondo tiene motivos para esa actitud despreocupada, que se verán al final de la serie.
Digo que es diversa y que añade variedad de personajes, que muchas veces nos quejamos de que no hay pluralidad en las series. No solo está Suzu, enamorada de su mejor amiga. Está la delegada, Nene. En la primera escena en la que sale, como tira fichas a todo el mundo, dice de forma contundente “Ore ga bi”. Se traduce de forma curiosa, ya que Ore es la forma de decir yo de los chicos jóvenes, ella es una chica. Cuando una chica usa el Ore para referirse a sí misma estás indicando que no eres hetero. Y lo confirma diciendo que es bisexual. Es cierto que Nene puede parecer el típico personaje salido, pero es más complejo que eso. Como todo en esta serie, que nada es simple y hay que leer entre líneas y ver cómo acaba la trama.
Para mi gusto la mejor pareja hubiera sido Torako y Tatsuki. O Torako y Ushio, la delincuente del grupo. Lo cierto es que todos los personajes se reúnen alrededor de la tigresa, que es quien genera toda la historia.
Aunque la serie no sea del género, merece la pena verse. Primero, por la variedad de personajes. Algunos más típicos que otros, pero son adorables. Segundo, porque te partes de risa con las gilipolleces que hacen. Por favor, mención especial el segundo capítulo cuando buscan a qué club unirse. O el capítulo con el partido de balón prisionero. O el del karaoke. Cualquiera, realmente cualquiera, son muy bestias.
La próxima semana vengo con otra reseña, que tengo dos series no nuevas antes de empezar con la nueva temporada.
¡Gokigenyou!