Cuando empecé en el mundo de la juguetería erótica, allá por 2014, lo que menos me llamaba la atención eran los dildos. Recuerdo evitar la sección en las tiendas eróticas, porque me parecía lo más soso y aburrido de todo el escaparate. Han tenido que pasar casi siete años para que les coja el gustillo y los mire con otros ojos. Ahora me fijo en sus materiales, texturas, dureza o diseños. ¡Los hay a cientos!

El que te quiero enseñar hoy es un dildo todoterreno. Pero todoterreno de verdad, luego te cuento por qué. Antes de eso, déjame decirte que llevaba, literalmente, años esperando probar uno como este. Seguro que te estás preguntando que a qué me refiero y aquí va: un dildo que cambia su dureza.

¿Cómo es eso posible? Por su material, la silicona termorreactiva. En función de la temperatura el dildo, Polo, se ablanda o se endurece. De hecho, cuando tocas este juguete por primera vez notas que hay algo diferente en su interior. En serio: es como si debajo de la silicona hubiera plastilina u otro material igual de moldeable.

Me encanta que Polo sea así de versátil, porque hay personas que prefieren un tacto suave, otras un tacto más duro. Y luego estamos las que nos decantamos por uno u otro en función del día. Para jugar con la dureza solo debes aplicar calor o frío: 30 segundos en el microondas o 60 en agua hirviendo para que se ablande o un ratito en la nevera para que se ponga bien duro. No obstante, ten en cuenta que, a pesar del calor, no es un dildo que se doble; lo que cambia es la dureza.

Pero ojo: no solo modificamos cómo de blandito está el dildo, sino que al mismo tiempo hacemos que la temperatura entre en juego. Si odias usar juguetes en invierno porque están fríos Polo es perfecto para que la experiencia sea agradable y muy distinta a la que te ofrecen otros productos del estilo. El frío también es muy interesante para que aproveches los contrastes, en la piel o sintiendo cómo entra en ti.

Además, una característica de Polo es que huye del realismo. No hay nada en su diseño o textura que recuerde a un pene, lo cual puede ser una ventaja para algunas personas que así lo prefieren. Independientemente de eso, la punta no es mucho más gruesa que el cuerpo.

¿Por qué he dicho más arriba que era un todo terreno? Pues porque, además de que puedes hacer que cambie su dureza y su temperatura, puedes usarlo de forma vaginal o anal, en la ducha o fuera de ella, solo o junto a un arnés (el Samba le va divino)… ¡e incluso pegado en una superficie! Ya te lo estarás imaginando: la base de Polo es una ventosa muy fuerte que se sostiene de maravilla.

Hablemos ahora de las dimensiones: este dildo tiene 4 cm. de diámetro y 16,7 cm. de largo. Nada mal, nada mal. No lo recomendaría si te quieres iniciar en el sexo anal, por ejemplo, entonces es mejor que empieces con un plug como Pim o un dildo de diámetro más pequeño. Aun así, que sepas que si te haces con Polo también puedes darle ese uso. Sea como sea, incluso si vas a utilizarlo de forma vaginal, te aconsejo que uses lubricante de base agua para que la penetración sea mucho más agradable. A mí me gusta, mientras lo inserto, estimularme el clítoris con un vibrador.

Lo he dicho más arriba, pero te lo recuerdo porque seguro que te interesa: puedes usar Polo junto a Samba, que es el arnés de Platanomelón y el más low cost con buena calidad-precio que he probado.

El precio de Polo es adecuado si tenemos en cuenta que es pura novedad en sus materiales. ¿Cuántos dildos como este habías visto? Pues eso. Como todos los productos de Platanomelón, viene en un packaging muy divertido y lleva instrucciones y bolsita de tela para que puedas guardarlo y transportarlo.

En definitiva, nos encontramos ante un dildo superversátil al que podrás darle tantos usos como seas capaz de imaginar. La innovación en la silicona termorreguladora y la ventosa te animan a sacar el sexo de la cama y darle una dimensión totalmente distinta. 

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