Cuando la franquicia The Bachelor parecía estar más muerta que nunca, repitiendo siempre los mismos patrones, llegó Brooke Blurton. En España no es conocida, pero en Australia, su país natal, ha recorrido los suficientes realities como para ser un rostro familiar, una persona a la que el público quiere que le vaya bien, que encuentre pareja y sea feliz. Y, claro, The Bachelorette es el formato perfecto.
Además, Brooke es la primera concursante bisexual del programa, y los productores no han perdido la oportunidad de darle un toque nuevo, poniendo entre sus pretendientes tanto a chicos como a chicas. Y la fórmula está funcionando desde el primer día, cuando pudimos ver a Brooke hablando de su pasado familiar, de sus raíces aborígenes y, claro, de su orientación sexual, dejándonos claro que el show no va a ir por la vía del sensacionalismo. Brooke ya ha tenido citas con chicas, y parece que la cosa va bien.
Las cifras de audiencia, lamentablemente, no están acompañando, marcando niveles muy, muy bajos, lo que contrasta con el buzz social, que no deja de crecer. ¿Un análisis rápido? El público australiano al que está enfocado este tipo de realities no quiere cambios, quiere lo de siempre, pero por otro lado muchas chicas de todo el mundo están siguiendo el programa por redes sociales, porque, como siempre, cuando una mujer LGBT aparece en alguna ficción de alguna parte, se convierte en espejo en el que mirarse. A ver si remontan las cifras.
Vía: Youtube