En 2019 saltaba a las pantallas del canal islandés Siminn tv la primera temporada de Stella Blómkvist, una serie sobre una abogada especializada en defender a gente bastante turbia que, además de encerrar un misterio lo era ya en sí mismo: nadie conocía a la autora de las novelas. La serie fue un éxito, convirtiéndose en lo más visto en la TV del país, y nosotras hablamos con entusiasmo de ella porque, de verdad, es una joyita.
Pero entonces llegó la pandemia, y la segunda temporada se fue retrasando hasta que, por fin, vio la luz en el último trimestre del año pasado. No está disponible en ningún canal que se pueda ver en España, pero, bueno, la hemos visto *en internet* y… jo.
Stella sigue siendo un personaje fantástico, pero las historias que tratan en esta nueva tanda de episodios no tienen ni de lejos el lustre al que nos tenía acostumbradas. Siguiendo el formato de una temporada dividida en tres historias de dos episodios, los dos primeros son un bien, tercero y cuarto un bien alto y, lamentablemente, los dos últimos no pasan del aprobado, una pena porque su comienzo es por todo lo alto, con una historia que envuelve a Dagbjört, ex amante de Stella y primera ministra del país.
No sabemos si habrá una tercera temporada, pero mucho tienen que pensar los guionistas para encauzar la serie, una serie que tiene unos puntos positivos brillantes pero que, pese a todo, no pueden reparar los negativos de esta última tanda.