Si tu chica y tú os habéis empezado a plantear el formar una familia, seguramente os habéis sumergido en un océano de tratamientos, muchos de ellos inviables para parejas formadas por dos mujeres, y es probable que os sintáis abrumadas con tanta información. Por eso, hoy os traemos la respuesta a una pregunta que seguramente os haya rondado durante el primer acercamiento a los tratamientos de fertilidad. ¿Inseminación artificial o fecundación in vitro? ¿Podemos acceder a alguno de ellos? ¿Cual nos conviene más?
La inseminación artificial, con semen de donante, es el tratamiento menos invasivo y más sencillo para lograr llegar al embarazo. Puedes iniciar o no un tratamiento de hormonas, algo que facilita el proceso, y cuando estés ovulando el útero recibe una muestra de semen procedente de un donante que previamente han seleccionado para que tenga los rasgos más parecidos a la madre gestante. Si tienes una buena reserva ovárica, algo que en las clínicas IVI pueden contarte tras un sencillo proceso, este método es rápido y con una buena tasa de éxito.
Por otro lado, la Fecundación in Vitro es un método que se realiza de manera externa al útero, en un laboratorio. Tras unos 15 – 25 días de estimulación de los folículos a través de hormonas que podemos pincharnos nosotras mismas en casa, se realiza una punción ovárica para extraer una serie de ovarios que, después, serán fecundados. El que presente mejor calidad será transferido al útero. ¿Y qué hacen con el resto? Congelarlos, para futuros procesos. Si la madre gestante tiene más de 38 años, o si la Fecundación in vitro no parece funcionar, este método puede ser una buena opción para ser madres. ¿Quieres más información? Clica aquí, con el Pack Mamás al cuadrado los profesionales de IVI te darán toda la que necesites para empezar a formar una familia de dos mamás.