Siempre me he considerado muy fan de los juguetes que se centran en el clítoris, pero últimamente le estoy encontrando el puntillo a aquellos que estimulan más de una zona y, a poder ser, de manera diferente. Es el caso de uno de los productos más nuevos de LELO: Ida Wave.
Voy a empezar con un detalle: este vibrador doble está disponible en dos colores poco habituales, el negro y el coral. Solo con esta información ya te habrás dado cuenta de que no estás ante un juguete convencional, porque este parece que ha venido para dar una vuelta al placer.
Ahora sí, vamos allá. Si te suena mi review de otros productos de la marca sabrás que, cuando está el “wave” involucrado, el juguete intenta recrear el movimiento manual. Es por ello que Ida Wave tiene esta forma: la parte circular estimula el clítoris y la más alargada se coloca dentro de la vagina para estimular la zona G con un movimiento rotativo que simula los dedos más expertos.
La mayoría de juguetes que estimulan por partida doble suelen vibrar simplemente, pero este lo hace con vibración y rotación. A mí personalmente me encanta el combo, porque sentir movimiento dentro mientras noto la vibración por fuera es un afrodisíaco para mis terminaciones nerviosas. Pues bien, Ida Wave lo logra con una tecnología patentada llamada WaveMotion y dos motores, así que la potencia está garantizada.
Con respecto a la interfaz, tiene un solo botón, por lo que es un juguete sencillísimo de usar. El botón te permite encender, apagar y pasar por los 4 modos de vibración del juguete. Sin embargo, esta novedad de LELO esconde algo más: también funciona a través de una aplicación.
La aplicación de LELO sirve para un montón de cosas porque también recoge artículos, consejos, relatos… y, por supuesto, queda sitio para sincronizar tu Ida Wave. La sincronización es cuestión de segundos, la app enseguida detecta el juguete y te ofrece tres maneras para utilizarlo, probar los 10 patrones y jugar con la intensidad:
1- Girando el móvil: cuanto más giras el móvil, más incrementa la velocidad.
2- Sacudiendo el móvil: cuanto más fuerte sacudas el móvil, más incrementa la velocidad.
3- Marcando los botones: igual que lo harías en una interfaz, con el + subes la intensidad y con – la bajas.
Te voy a ser sincera: probar la aplicación de estas tres maneras ha sido muy divertido y me ha parecido bastante original. Sin embargo, me queda la duda de si mi experiencia también será la tuya. Mientras caldeo el ambiente, girar o sacudir el móvil es excitante, pero cuando estoy a punto de llegar al orgasmo quiero mantener los ajustes… Con las primeras opciones un pequeño ángulo puede bajar la intensidad de golpe o poner el juguete a cero, aunque es cierto que permite controlarlo sin tener que tocar la pantalla, que también es una ventaja en estos momentos lúbricos.
La aplicación es bonita, intuitiva, fácil de utilizar y da gusto navegar por ella. La única pega que le he sacado es que, de momento, solo está disponible en inglés (también los contenidos escritos, porque hay algunos relatos eróticos sáficos que tienen buena pinta) y eso podría complicar un poquitín la experiencia para alguien que no lo entienda. De todos modos, el apartado para controlar el juguete es sencillo y visual, no tiene demasiado texto.
Dicho esto, ¿qué hay de mi experiencia con Ida Wave? Lo cierto es que sí me ha parecido un juguete ergonómico, aunque cada cuerpo es diferente y mi clítoris estaba un poco por encima de donde se supone que debía estimularme. Introduciendo más el juguete parecía encajarlo mejor y he podido sentir la vibración por fuera y la rotación por dentro, una combinación deliciosa. Me han encantado los dos motores, aunque, si se puede pedir más, me hubiera gustado que fueran independientes. Es decir, controlar la rotación y vibración por separado para más versatilidad.
Si bien Ida Wave se puede usar de forma manual, gana mucho con la app, porque pasas de tener 4 patrones a 10 patrones con 10 intensidades cada uno. Manualmente no puedes jugar con la intensidad y podrías sentir que el juguete vibra o rota demasiado fuerte.
Con todo, es un juguete que cumple con lo prometido: una experiencia y un orgasmo que se gesta poco a poco. Por eso también me parece ideal para utilizar en pareja, ya que el extremo para el clítoris tiene una parte plana y se puede usar en posturas de tribadismo. La otra persona podrá sentir el eco de la vibración en sus genitales mientras aprovecháis que tenéis manos libres.
Ida Wave está fabricado en silicona extrasuave y segura para el cuerpo, es 100 % sumergible y, por supuesto, recargable. Con un par de horas de carga disfrutarás de dos horas de juego.
Además, viene en su packaging cuidadísimo de LELO: una caja negra que incluye instrucciones, garantía (1 año de garantía y 10 años de garantía de calidad), cargador, un lubricante monodosis y bolsita de satén para guardar y transportar el juguete.
En definitiva: LELO no defrauda y tampoco lo hace su lanzamiento más reciente, Ida Wave. La simulación de unos dedos que te tocan por dentro además de la vibración en el clítoris es la mezcla perfecta para disfrutar de tu placer en solitario o en compañía. Es un producto perfecto para quienes aman jugar por partida doble y, en especial, para aquellas personas que buscan una estimulación natural y sin artificios.
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