Quizá lo repitamos muchas veces, pero es que es un hecho: Netflix ha revolucionado el mundo de las series y las películas. Desde empoderar al usuario, que ahora es capaz de consumir sus productos favoritos cómo, cuándo y dónde quiera, hasta los pequeños detalles que la plataforma no deja al azar, como los fotogramas que aparecen presentando cada producto, que varían en función de los hábitos de consumo de cada país. Netflix es un genio que mide y estudia todos sus movimientos hasta el último milímetro, y por eso, si la plataforma es popular también por incluir a personajes LGBT en sus productos, seguramente que de alguna forma esté probado que es una buena decisión y una fórmula que funciona. A nosotras por lo menos nos parece una decisión excelente, porque hasta ahora han sido bastantes los personajes del colectivo que han aparecido en series made in Netflix.
Grace and Frankie, la serie de la plataforma en la que Sam Waterston y Martin Sheen se presentan como una pareja recién salida del armario y Jane Fonda y Lily Tomlin como sus desconcertadas esposas, es uno de los ejemplos inclusivos de la compañía de streaming. La fantasía con tintes de horror nominada a los Emmy Hemlock Grove, o la ambigüedad sexual del protagonista de la aclamada House of Cards interpretado por Kevin Spacey son otros de las decisiones creativas que Netflix, para nuestra suerte, plasma en nuestras pantallas, creando productos arriesgados que marcan la diferencia con la oferta de sus competidores televisivos mucho menos atrevidos en bastantes ocasiones. Y, cómo no, Netflix nos ha dado muchas, pero que muchas alegrías croquetas a lo largo de estos años:
Sense8
La serie de Netflix de las hermanas Wachowski no puede ser más coral ,y además toca una gran cantidad de temas dentro de la orientación sexual o la identidad de género. No solo ha sido el salto internacional de uno de nuestros actores patrios, Miguel Ángel Silvestre, interpretando a un actor mexicano que oculta su homosexualidad y vive con su novio, sino que Sense8 nos dejó allá por su primer episodio un hito televisivo: la primera escena de sexo entre lesbianas en la que una de las componentes de la pareja es transgénero. Nomi y Amanita nos conquistaron desde el minuto uno y marcaron un antes y un después con una escena tan valiente y transgresora que pasará a la posteridad audiovisual.
Master of None
Otra de las producciones propias de Netflix alabadas por la crítica, Master of None, que volverá con su segunda temporada en 2017, se estrenó en 2015 con un cambio radical en su guion original: el personaje de Denise inicialmente estaba pensado como una mujer blanca y heterosexual para ser el amor potencial del protagonista, Dev, interpretado por el creador de la serie Aziz Ansari, pero Denise acabó siendo la amiga negra lesbiana de Dev. La actriz que da vida a Denise, Lena Waithe, reconoció que los creadores de la sería nunca tuvieron en mente que su personaje fuese afroamericano y mucho menos gay. “Cuando conocí a Aziz, se puso en plan ‘Me gusta lo que estoy viendo y quiero hacer el personaje un poco más como tú’. Fueron súper guays y volvieron y reescribieron al personaje para reflejar más de mi personalidad, lo que fue increíble”, explicó Lena en Entertainment Weekly.
Jessica Jones
Jessica Jones aterrizó en las pantallas de nuestros dispositivos móviles a finales de 2015 para convertirse en nuestra nueva superheroína favorita. Y si ver a personajes femeninos fuertes siempre es una gozada, es casi más satisfactorio cuando los showrunner de Netflix reinventan la historia original de Marvel para traernos a una poderosa mujer lesbiana a la serie en lugar de quien, en los cómics, era un personaje masculino. En Jessica Jones la actriz Carrie-Anne Moss es Jeryn Hogarth para darle el toque croqueta a una serie que, por cierto, ha renovado para una segunda temporada en la plataforma.
Orange Is the New Black
La dejamos para el final porque fue de las primeras series de Netflix que nos encandilaron. Porque nos trajo un elenco primordialmente femenino que nos ha enamorado desde su estreno allá por 2013. Porque es una de las series que ha retratado las relaciones entre lesbianas y la transexualidad de una forma que pocas podrán igualar. Y, claro, porque puso a Alex Vause y a otras muchas mujeres increíbles en nuestras vidas.
Orange Is the New Black ha cautivado a público y crítica y ha conseguido poner muy arriba en la lista de mejores series de la nueva era de la televisión un producto que narra los sórdidos y a la vez entrañables pormenores de un grupo de mujeres que encuentran en común las rejas que las separan de la libertad, algo que, reconozcámoslo, parecería casi imposible incluso un día antes de que se estrenase en Netflix. OITNB quedará en la memoria colectiva, seguramente, como una de las series más innovadoras de su década y dejará el poso de que arriesgar por un guion y una trama valientes puede convertirse en todo un éxito si se tienen las agallas de apostar por esa historia.
Y, cómo no, no podríamos dejar de lado en esta lista todas aquellas películas que aunque no llevan el sello de Netflix sí pueden encontrarse y disfrutarse en su catálogo. En definitiva: te queremos, Netflix.