La vuelta al cole. A la universidad. Al trabajo. ¿Quién tiene ganas? Yo no. ¿Pero la vuelta a Los secretos de Thais? ¡Síiiiii!
Hoy vengo a hablarte de Crescendo, un producto bastante peculiar que me llamó la atención desde el primer momento. Antes de presentártelo déjame hacerte una pregunta: si cada mujer un cuerpo distinto, ¿por qué tenemos que usar el mismo juguete? Muchas veces he probado alguno que no se adaptaba a mi cuerpo: demasiado grande, demasiado pequeño, demasiado duro, demasiado pesado. Cuando me llegó Crescendo estuve meditando sobre este tema, porque resulta que es un vibrador diseñado para adaptarse a mí, a ti y a cualquier cuerpo.
¿Cómo es eso posible? Pues porque es un juguete articulado que puedes mover como tú quieras y darle la forma que prefieras en cada momento. Algunas posibilidades:
Eso sí: es muy importante que solo lo dobles hacia arriba o hacia abajo, no hacia los lados, porque puede romperse. Para asegurar el placer pese a las múltiples posiciones que toma Crescendo, lleva seis motores independientes. Espera, espera, pausa: la mayoría de vibradores lleva un solo motor, dos como máximo… ¿pero seis? No querrás salir de la cama.
Puedes usarlo gracias a la interfaz de cuatro botones que tiene el juguete o mediante la aplicación Mysteryvibe. Si quieres usarlo con los botones es facilísimo: para encenderlo presiona cualquiera de ellos durante un par de segundos. El + y el – es para la intensidad y las flechas para los modos. Yo quizá le habría añadido otro botón para pararlo del todo de forma más rápida, pero aun así ofrece muchas posibilidades.
No obstante, puede que una de las cosas más interesantes de Crescendo sea la app. Puedes bajártela en tu móvil y controlarlo desde allí. Por ahora, no es posible hacerlo a distancia, porque hay que sincronizar el juguete y no puede estar muy lejos. Aun así, la app es muy original y sencilla, aunque no tan intuitiva como otras y menos completa. Para probar los distintos modos tienes que deslizar el círculo de luz al lugar que desees. Lo bueno es que en la pantalla puedes ver cómo están funcionando los seis motores y jugar con las opciones de intensidad y modo. En la web pone que más adelante incluirán novedades en la app como “secuencia tus propias vibraciones, conéctate a la música que te gusta, permite que tu pareja tome el control de tu placer”.
Crescendo es recargable de forma inalámbrica: lleva una pequeña plataforma y basta con situarlo encima. Además, es sumergible, puedes usarlo en la ducha o en la bañera. Tiene un año de garantía, lo cual da siempre mucha seguridad a la hora de comprar un juguete erótico.
Uno de los inconvenientes que he encontrado a este juguete es que es un poco ruidoso en el modo de vibración más alta. Imagino que también influye el hecho de que lleva tres veces más motores que un vibrador normal y es razonable.
No puedo pasar por alto el packaging: cuidadísimo desde la caja. Es preciosa, elegante y misteriosa. Además del juguete y el cargador, lleva un sobre negro con las instrucciones básicas y la garantía y una funda acolchada con un lazo para guardar tu Crescendo. Pocos juguetes he visto con un packaging así de bonito: han pensado hasta en el más mínimo detalle.
Crescendo es, en pocas palabras, versátil, original, placentero y único. Un vibrador como pocos, de esos que promete hacerte disfrutar y cuidar de ti desde el primer momento. Es perfecto tanto para empezar como para mejorar tu experiencia con los juguetes eróticos, pero siempre dejándote ser la protagonista de tu propio placer.
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