Echando unas cuentas básicas, a más representación LGBT, más probabilidades de que sean una mierda, y más teniendo en cuenta la cantidad de lesbianas muertas en ficciones en los últimos tiempos. Pero si le damos la vuelta a la moneda y nos ponemos positivas, también hay más posibilidades de que salgan pequeñas joyas como este Strangers, la primera serie producida y emitida por Facebook, y que, oye, nos ha gustado mucho.
Strangers es una historia aparentemente sencilla: Isobel (Zoe Chao), ha roto con su novio porque le ha engañado. Y ha sido con una mujer. Y está un poco confundida. Y ya no sabe qué pensar de sí misma. Y, además, no puede pagar el alquiler sola. Y entonces decide poner su casa en Airbnb.
Esta serie tiene ese poso L.A.- hipster que nos recuerda a algunas de las últimas cosas que hemos visto, como Big Little Liars, o Transparent. Todo es cool, orgánico, artístico. Todo el mundo es abierto y tolerante, y le da igual con quien te acuestes, porque lo importante es que seas genuina y fiel a ti misma, porque eres especial, y, bueno, ya sabéis por donde va el asunto. Eso, para mi, es otra galaxia, porque no creo que se corresponda con la realidad de casi nadie fuera de ese ambiente, pero agradezco tantísimo que el conflicto de la protagonista vaya más allá de salir del armario y sufrir por ello, la historia mil veces vista, que sólo por eso ya recomiendo Strangers.
Se ve rápido: son siete episodios de apenas 15 minutos, y la sensación es que, si hubieran sido 70, los hubiéramos devorado de una tacada. Es muy, muy divertido encontrarse con viejos conocidos de otras series, como Leisha Haley o Breda Wool, y eso le añade una (otra) capa más al disfrute del visionado. Creo que Strangers le puede gustar a todo el mundo. Dale una oportunidad, que suma mucho más que resta, y ya me lo agradeceréis. Podéis ver la serie en este enlace.