Gideon la Novena, el estreno novelístico de Tamsyn Muir, es la primera parte de la Trilogía de la Tumba Sellada. Si eres como yo, que suelo huir de sagas de fantasía al grito de “no me alcanzaréis”, dame al menos unos segundos. Voy a ser breve, esto no es una reseña.
¿Por qué deberías leer Gideon la Novena?
1. La originalidad de la ambientación
No os voy a mentir, la ambientación de Gideon es un poco loca. Hay huesos, innumerables, para ambientar y para otras cosas. Los dos escenarios principales de la novela son una especie de catedral gótica perdida en un planeta yermo y un castillo también gótico en otro planeta con mucha más agua que el primero. La mayor diferencia es que uno es gótico decadente oscuro y el otro gótico decadente bonico.
El imaginario del libro menciona diferentes planetas y casas al servicio de una figura misteriosa conocida como Hord… el Emperador o Nigrolord Supremo. Hay naves espaciales y guerras interplanetarias, pero también magia basada en la vida y la muerte que se entreteje con ciencia. Desde luego hay tecnología avanzada, sin embargo los duelos que tienen lugar entre personajes son a espada.
Si no te llama mínimamente la atención estás muerta por dentro.
2. Los personajes
Nada más abrir el libro te encontrarás con su bastante extenso dramatis personae. Mi recomendación es que antes de tener un colapso te lo saltes y empieces a leer la novela. El tono irreverente de Muir, cuyo foco narrativo se centra en Gideon Nav, te ganará enseguida y podrás ir conociendo a todos esos personajes sobre la marcha. Y qué personajazos. Voy a comentar sólo un poco de los dos centrales:
Gideon Nav es una pava 4×4 con un espadón más grande que ella a la que le gustan las revistas guarras. Es divertida, descarada y bastante tontaca para según qué cosas, pero también compasiva y buenaza. Sus sesgos se aplican a cómo vemos al resto de personajes pero ayudan a que sea aún más disfrutable leer entre líneas.
Harrowhark Nonagesimus, heredera de la Novena Casa, es una nigromante superdotada, pequeñita, cabezota y, según Gideon, “una ramita maligna” con muy mala sangre e intenciones. Gran parte de sus motivaciones y personalidad reales hay que ir descubriéndolas en cada acto.
Estos dos personajes se odian con locura, algo que quedará patente en el primer capítulo, pero a la lectora avezada le puede parecer otra cosa… Sólo digo que atención al desarrollo de la dinámica entre estas dos. Bueno, y en caso de que no quedaras rendida ante Gideon y Harrow, hay muchos otros personajes fascinantes con los que encariñarse o a los que odiar de forma sana, como Dulcinea, Camilla, Ianthe o los peques de la Cuarta Casa.
3. La mezcla de géneros
El libro se encuadra dentro de la ciencia ficción fantástica, pero alterna sin despeinarse entre fantasía gótica, novela caballeresca, terror y misterio (de los de Agatha Christie). ¿Suena indigesto? En realidad es como ese postre o bebida que creías que no te iba a gustar –¡esos ingredientes no pegan!– y acaba siendo tu favorito.
4. El sentido del humor
Una de las bazas de Gideon… es que no desdeña el humor en pos de sonar más dramática o “adulta”. La forma de contar las cosas de la protagonista ya tiene bastante guasa, pero además hay auténticos pasajes cómicos gracias a la excentricidad de otros personajes y hasta referencias a memes. Ojo, tan bien integradas que te pueden pasar desapercibidas.
5. La épica y “el molar” bien entendidos
Las montañas rusas no serían tan divertidas si no existiese ese momento de anticipación antes de la caída, cuando estás subiendo despacito y piensas en lo que viene después. Lo mismo pasa con los momentos épicos. Gideon la Novena tiene épica, de la buena, de la que se hace esperar y emociona, con gestas asombrosas para cada una de las protagonistas, y la distribuye con gran acierto.
6. Sí, hay croquetas
Gideon es lesbiana y no se corta un pelo en dejarte claras sus preferencias desde la primera página, pero no es la única. Aunque no tan explícitamente como ella, hay otros personajes femeninos con inclinaciones sáficas. Es cierto que no encontraréis escenas románticas de las tórridas, pero de las que calientan el corazón, y no zonas más bajas, hay varias y muy buenas.
Bola extra: el fanart
El fanart siempre es bonito, conozcas o no a los personajes, pero el gozo de ver ESE PASAJE del libro que disfrutaste tantísimo, que te hizo reír o llorar a mares es especial. ¿Por qué ibas a renunciar a esa sensación? Unos botoncillos de muestra:
Para las fans de los premios, puedo añadir que Gideon… ha ganado el Locus 2020 y fue finalista de los premios Hugo, Nebula y World Fantasy. Algo tendrá. Además, su segunda parte, Harrow la Novena, vuelve a ser finalista en los Hugo de este año. En España ha sido publicada con mucho gusto por Nova, subsello de Penguin Random House, que se ha puesto las pilas y nos bendecirá con la llegada de Harrow este octubre. Seguro que podéis encontrarla en vuestra librería de barrio favorita, sería un regalazo para el día del libro… *guiño, guiño.