1992 fue un gran año para el cine español. No solamente se estrenaron multitud de cintas con actores y actrices que todavía hoy siguen siendo estrellas, como Penélope Cruz y Javier Bardem, sino que todo el mundo puso su interés en un título que todavía hoy sigue conservándose tan fresco como el primer día, Belle Epoque.
La película, dirigida por Fernando Trueba, arrasó en los premios Goya de su edición, llevándose nueve galardones: mejor película, mejor dirección, mejor guión original (Rafael Azcona, José Luis García Sánchez y Fernando Trueba); mejor fotografía (José Luis Alcaine); mejor actriz proagonista (Ariadna Gil); mejor actor de reparto (Fernando Fernán-Gómez); mejor actriz de reparto (Chus Lampreave); mejor montaje (Carmen Frías) y mejor dirección artística (Juan Botella). Las otras sensaciones del año, El maestro de esgrima y Jamón, Jamón, sucumbieron ante la historia de un joven soldado desertor que busca refugio y que encuentra en casa de Manolo y sus cuatro hijas un remanso de paz en el periodo que precede a la proclamación de la II República.
A caballo entre la comedia y el drama, entre el costumbrismo y la tranquilidad, Belle Epoque es, como poco, encantadora. Todos sus protagonistas están bellísimos y arrebatadores, y además encontramos una historia, la de Ariadna Gil, Violeta, poco habitual para la época.
De entre todas las hermanas, Violeta es la más masculina, la que más rompe con los clichés femeninos de la época, algo que se ve claramente en la escena en la que baila un tango con Jorge Sanz. Esto, en principio, no tiene porqué decir nada, pero en determinado momento de la cinta, su madre le dice “búscate una mujer que te cuide”. No es un comentario gratuito, y con tan poco dice muchísimo.
Esta noche de Oscar, que puede volver a ser memorable para nuestro cine, resulta inevitable echar la vista atrás y recordar este título. Esta tarde nos lo ponemos: está disponible gratis en RTVE a la carta.