Inicio Blog Página 8

Nerea Padilla (Justmafin): “Mafin ha sido capaz de liberarme de muchas ataduras y cadenas”

0

Mafin no es solamente lo que vemos, sino lo que sucede en las mentes de personas increibemente talentosas y describen con palabras en un género tan personal y popular como lo es el fanfic. Hoy hemos hablado con Nerea Padilla, conocida como Justmafin, y autora de una de las historias que más nos han gustado con Fina y Marta como protagonistas, La constelación de tu mirada.

Para quien no te conozca, cuéntales algo sobre ti. 

Me llamo Nerea, tengo 25 años y soy de Valencia. No me dedico a la escritura, aunque no descarto hacerlo algún día, pero me encanta todo lo que conlleva y lo considero una parte fundamental de mí misma. No concibo la vida sin prestar atención a los detalles, sin ver el lado bonito en lo cotidiano, sin fantasear en ese profundo romanticismo en el que lo baso todo, porque no puedo evitar sentirlo de esa manera. Llevo escribiendo desde que tenía 13 años, a pesar de que no fuese algo con lo que contaba, ni tampoco algo que me hubiese planteado nunca, sino un hecho bastante fortuito que no he abandonado desde entonces. 

En cuánto a mí… Pues soy una persona bastante tranquila, amiga de sus amigos, clásica en cuanto a sus zonas de confort, amante del café y las películas de miedo. Si algo tengo claro es que si fuese un Sim, sin duda tendría el rasgo de romántica empedernida y autora de best sellers como aspiración. Podría resumirse así. ¿He dicho ya que me encantan los videojuegos?

¿Qué es lo que te inspira para escribir las escenas que creas?

Esta pregunta es graciosa porque creo que influyen varios factores en el proceso creativo y en la inspiración como tal. Especialmente a mí, que me cuesta bastante llegar al punto perfecto para yo sentir que las manos me van solas. O sea, la base principal son Marta y Fina, el hecho de que mi cabeza esté tan absolutamente enamorada del shippeo que en todo momento necesite estar recreando posibles escenarios sobre los que escribir, diálogos, detalles, sucesos, etc. Creo que soy demasiado visual en ese sentido y me gusta analizar muy bien los personajes de las dos para ser capaz de escribirlas todo lo mejor posible. 

Sin embargo, como en todo lo que viene siendo arte, hay una parte bastante importante de mí, de mi manera de sentir, de las experiencias que he vivido o las relaciones que he tenido implícita en el texto. Entonces se junta la música (fundamental para escribir) con todas las cosas que van surgiéndome y que podían cuadrar perfectamente con ellas hasta que consigo crear el equilibrio perfecto entre verdad y ficción. 

¿Por qué fanfics? ¿Que tienen, para ti, que no tienen otro tipo de formatos?

El género fanfic tiene algo bastante particular y es el hecho de poder profundizar mucho más en la relación de los personajes que más te gustan. No importa si hablamos de series, de libros, de películas… Es decir, puedes crear tu propia historia, tu contexto, tu trama y jugar con unos personajes ya establecidos a tu antojo. Es más sencillo que comenzar de cero una novela porque cuentas la ventaja de conocer bastante bien, en este caso por ejemplo a Marta y Fina, por lo que vemos día a día en la serie. 

Llevo escribiendo fanfics desde que conocí Castle y después me uní a La Casa de Papel dónde escribí bastante más. La verdad es que me siento muy cómoda porque consigo hacerlos míos, con mis enfoques y la profundidad que yo quiera darles. Además, siempre cuentas con un público maravilloso con mucha hambre de distintas escenas, de momentos que no podemos ver en la realidad pero que nos encantaría vivir, y se crea un feedback precioso en el que te nutres de lo que los lectores destacan de tus historias. 

Es un lugar bastante seguro y de confort en el que moverse, simplemente disfrutar escribiendo, crecer en la escritura, habituarse a un ritmo de trabajo y explorar todo lo que dos personajes te sacan desde dentro, siempre desde el respeto y las ganas de aportar nuevos contextos. 

Entremos en harina: ¿Por qué Mafin es especial para ti?

Mafin es especial para mí porque llegó a mí sin yo conocer nada de ellas, a través de Twitter, y creo que fue amor a primera vista, no podría definirlo de otra manera. Primero me prendé de Marta de la Reina, de todo lo que ella como mujer representaba y después de la increíble química que tenía con Fina Valero, tan bien interpretada por Alba Brunet y Marta Belmonte, que son capaces de meterte dentro de sus miradas, de sus respiraciones y de lo que las dos crean con el simple hecho de encontrarse juntas en una misma escena. 

Por aquel entonces la serie llevaba poquito, y yo creo que llegué al fandom en Abril, (acababa de suceder la primera noche en Illescas si no recuerdo mal) y todo este caldo de cultivo, de emoción por parte de tantas mujeres que se veían representadas en ellas, de la necesidad que hay de visibilización entre las relaciones sáficas y lo bien que estaba cuidada la historia, que yo me encontré presa en una nueva narrativa que no esperaba.

Sorprendentemente nunca había estado dentro de ninguna trama lésbica, ni tampoco había seguido ninguna de las otras historias conocidas como Luimelia, a pesar de ser yo lesbiana y pasarme la vida escribiendo sobre shippeos heterosexuales. Para mí ha sido una oportunidad perfecta para sacar adelante algo que había querido desde hacía mucho tiempo: escribir una historia romántica lésbica. 

Mafin ha sido capaz de liberarme de muchas ataduras y cadenas que sentía increíblemente dentro a la hora de tantear este terreno en el que me sentía un poco expuesta. Aparte de esto, el hecho de que sea una novela ambientada en pleno 1958 te da la oportunidad de hablar por todas las mujeres que no pudieron correr la misma suerte que nosotras en la actualidad. De dar un final feliz en lo que, por aquel entonces, sólo se conocía como la absoluta tragedia. 

Háblanos del fandom. ¿Cómo lo percibes?

A ver, esto es como todo, somos un grupo enorme de personas de distintos lugares, con distintos pensamientos, con distintos motivos por los que vemos la serie, con mil rarezas y particularidades. De modo que siempre va a haber discrepancia entre algunas o, todo lo contrario, muy buen feeling por parte de otras. He de decir, que es el primer fandom en el que estoy dónde más se nota la diferencia de edad entre cada una de las personas que lo componemos, y la verdad es que me parece precioso el hecho de que exista tanta integración para todo el mundo en un espacio que siempre se intenta que sea seguro. Pero, como he dicho, hay de todo en esta vida del Señor. 

No obstante, tengo que reconocer que diariamente en mi timeline solo encuentro a personas chulísimas, con muchas ganas de disfrutar de la serie, de hacer muchas bromas y dar juego con cada una de las tramas. Al final todes buscamos un espacio en el que volcar toda la euforia que sentimos ante este fenómeno siendo comprendidas por otra gente que busca exactamente lo mismo. Tenemos artistas impresionantes en cualquiera de sus variantes, (ya no hablo sólo de fanfics) sino de vídeos, de ilustraciones e incluso merchandising, es toda una fantasía ver el potencial que nos rodea.

Además, me atrevería a decir que Mafin me ha dado personas que voy a llevar eternamente en el corazón, a amigas que espero conservar el resto de mi vida y a gente que me alegra los días sólo con su existencia. Creo que eso es lo más bonito que puede destacarse de un fandom: encontrar tu verdadero lugar, ese en el que eres feliz y con quién compartirlo. 

¿Qué crees que es lo que más les gusta a tus seguidoras de tus historias?

Me atrevería a decir que el sentimiento, detalle y emoción que le pongo a cada palabra que escribo. Soy demasiado perfeccionista a la hora de narrar cualquier cosa, y busco en todo momento evocar imágenes y describirlo de manera que cada persona que lea sea capaz de imaginarse exactamente lo que está sucediendo en la escena. Es lo que más he visto que comentaban, además de lo mucho que me acerco a los personajes en cuánto a cómo dirían algo, cómo actuarían… Las sienten muy fieles a la serie, muy fieles a su esencia. 

Creo que también exploro bastante la intimidad explícita entre ellas, y no hablo sólo de relaciones sexuales como tal, sino el simple erotismo que se profesa una pareja, las ganas, la revolución de hormonas, la sensualidad, la curiosidad incluso, exactamente lo mismo que sucede con parejas heterosexuales. La diferencia es que en las tramas lésbicas esto parece suponer un problema de cara a la audiencia y hay TANTO que visibilizar respecto a esta clase de intimidad entre mujeres y derribar tantos tabúes sobre su sexualidad, que ya tendremos tiempo de abarcar este tema como es debido. 

Esta es personal: ¿Qué escena de las que has escrito o tienes en mente te gustaría ver en pantalla?

Esta la tengo bastante clara: la escena de Fina y Marta montando en el caballo (Orfeo) y paseando por el campo. Me parece tan preciosa, tan romántica y tan especial que se me pone el corazón blandito de pensarlo. Es algo que no pasaría pero yo tengo fe de que pase. Especialmente porque en la serie se mencionó hace poco que Andrés hizo equitación de pequeño, así que imploro que le den un caballo a Marta y que enseñe a montar a su mujer, por favor.

Y al revés, ¿cuál de las que hemos podido ver te hubiera gustado escribir a ti?

La reconciliación es algo que me hubiese gustado tocar, la verdad. Pienso que había bastantes formas de hacerlo, jugando con el hecho de que Fina ya se había enterado del pacto entre Jaime y Marta acerca de su matrimonio. No sé si lo hubiese hecho en el despacho, porque da lugar a una conversación demasiado rápida y con peligro de que entre alguien, pero creo que era un momento perfecto de mostrar la vulnerabilidad de las dos consiguiendo, por fin, una parte de la libertad que tanto ansiaban. 

Creo que era un momento de muchas emociones encontradas, de una conversación más profunda, con más matices y que podría haberse dado perfectamente en otros lugares seguros dónde se pudiese abordar cada gesto, cada contacto y cada palabra que se dirigían desde dentro. 

Cuando te enfrentas a una nueva historia o escena, ¿la piensas de principio a fin, o es algo que va surgiendo?

Intento pensarla de principio a fin, INTENTO. Pero, por ejemplo, la historia de La Constelación De Tu Mirada nace a raíz del título. O sea, yo tenía algo pensado pero todo lo basé en cuanto encontré cómo llamarla, y esto se explica en una escena que todavía no he escrito y que considero la más bonita e importante de todo el fanfic. 

Soy muy caótica en ese sentido, encuentro orden en mi propio revuelo y vivo cómoda con ello, pero porque soy un hervidero de ideas, pensamientos y demás que luego voy clasificando según quiera hacer algo. En cada capítulo normalmente intento escribirme abajo la escaleta que quiero seguir. Sin embargo, muchas veces cuando te pones a la faena las cosas empiezan a surgir de otra manera, o coge otro rumbo. 

Les escritores me entenderán cuando digo que, de repente, nos viene una escena perfecta pero que no sigue la línea y aún así la escribimos para poder después meterla dónde se pueda, y yo funciono un poco así en general. 

Me gusta especialmente el cuidado que pones a la hora de recrear los personajes de la serie. ¿Es esto lo que encuentras más difícil a la hora de escribir?

Totalmente, o sea, diría que es lo que más frustrante me resulta la gran mayoría de veces. Como he dicho antes, soy demasiado perfeccionista para absolutamente todo, y dedico mucho tiempo a observar el comportamiento de los personajes, a sus reacciones faciales, a la manera en la que miran según qué circunstancias, a qué pensarían si se diese una situación x, o qué dirían (los diálogos me cuestan bastante más) Necesito reconocerlos desde el momento cero que escribo sobre ellos, y siempre estoy pidiendo opinión a mis amigas para que me guíen y saber si estoy siendo completamente fiel a su esencia. 

De hecho, yo cuando escribo no lo hago de una tirada, sino que voy corrigiendo a medida que narro. Intento cuidar el más mínimo detalle, a pesar de que muchos sentimientos son cosecha propia, pero he tenido mucha suerte porque las dos son bastante profundas, aunque Marta le pone más palabras desde su faceta poeta. 

Háblanos de tus autoras favoritas, tanto de fanfic como de literatura convencional.

En lo referente a literatura convencional, he leído mucho de Elisabet Benavent como género de romántica. Es una escritora que me fascina, tiene una sensibilidad especial a la hora de hablar de emociones, de sensaciones y construye muy bien los personajes, bajo mi punto de vista. También he leído a Dolores Redondo, Almudena Grandes, Mary Higgins Clark, Agatha Christie, Annie Ernaux, Elvira Sastre… Tengo pendientes muchas otras, muchísimas, pero la vida no me da para todo lo que me gustaría.

En cuanto al género de fanfic, tengo dos personas de las que hablar. En primer lugar, mi buena amiga Sara (@romaerestu) con la que he tenido la oportunidad de escribir codo con codo en otro fandom, y que además yo ya conocía de hacía muchos años y fue una referente para mí en esto de los fanfics. Admiro mucho la capacidad que tiene de entrar en cada escena, de lo fluida que es su narrativa, de que siempre me ha ayudado a crecer o ha compartido conmigo herramientas, consejos y mejoras. Voy a agradecer siempre el momento en el que se cruzaron nuestros caminos y que sigan haciéndolo a través del tiempo. 

Por otra parte, de este fandom Mafin no he leído mucho pero sé que hay muchísimos fanfics, muchísima calidad, muchos puntos de vista, muchos contextos y muchas historias preciosas igual que sus autoras. No podría nombrar a todas sin dejarme a alguien, sin embargo, puedo hablar de quién sí he leído que es mi queridísima Clara (@sunflxwcrss) Está de más decir que su manera de escribir me tiene bastante cautivada, por la delicadeza con la que relata, la minuciosidad de cada detalle, las ganas de querer describir cosas que son imposibles de contar con palabras. Nos parecemos mucho en ese sentido, nos retroalimentamos genial y estamos la una para la otra siempre que necesitamos una visión externa. 

Una joya de persona y de escritora. 

Si quieres añadir algo, ahora es el momento.

Animar a todas las personas que a veces necesitan ese pequeño empujón para compartir algo de lo que escriben, a que lo hagan. Sacar esa parte artística que llevas dentro es de lo más liberador que puedes hacer, porque fuera hay un gran mundo de sentimientos que buscan ser identificados o correspondidos. Es muy satisfactorio regalar una parte de ti al resto y especialmente en esta disciplina que toca mucho los sentimientos o las emociones, sentir que gusta y que consigues que se disfrute con algo tuyo, que de alguna manera u otra contribuyas por mínimo que sea a alguien que no seas tú, te llena mucho. 

Y, obviamente, agradecer de todo corazón a cada una de las personas que no sólo confiaron en mí al empezar a leer, sino en la historia. Por darle parte de su tiempo, que a día de hoy es lo más sagrado que podemos tener, por los comentarios, las interacciones, el apoyo, la comprensión… Sólo tengo palabras bonitas para describir ese amor que me transmiten. De verdad, aunque suene repetitiva, es un auténtico placer escribir para ustedes. 

El crowdfunding de BolloPop sigue a toda mecha

0

Hace unas semanas te hablábamos de un proyecto que nos sulibeyaba y nos llevaba hasta los cielos: la edición de BolloPop, una revista a la imagen y semejanza de las publicaciones de nuestra adolescencia como la Superpop, la Bravo, la Loka, la Ragazza, la Nuevo Vale y otras tantas otras, solo que con lo que nos interesa de verdad, el mundo croqueta. ¿Quién quiere a Nick Carter de poster central cuando puede tener a Chelo García Cortés a Sophia Bush?

De la mano de Bollo Dramáticas, esta revista quiere darle un twist a algunas cosillas que, en fin, vistas con perspectiva a lo mejor no estaban tan ok, y darnos la información que nos interesa, como entrevistas con personas del colectivo que tengan algo que aportar, historias reales (o no…) de lectoras que tengan que ver con nuestra realidad como mujeres LBT+, análisis de películas sáficas y, en general, una revista que sea entretenida, de calidad y con las mejores fotos e ilustraciones.

Esto, claro, necesita nuestro apoyo, y podemos ofrecerselo contribuyendo a su Verkami, que va fenomenal aunque todavía necesitan un último empujón. No te lo pienses mucho, porque las recompensas, chulísimas, están volando, y además el plazo termina en dos semanas. Rompe la hucha, prima, y danos lo que siempre quisimos: una adolescencia croqueta.

Kim Yeji, la tiradora que nos tiene a todas locas

0

Los Juegos Olímpicos de París están teniendo cosas para todos los gustos, y también para los croquetiles, CLARO. Además de ver todos los deportes femeninos chulísimos que no tenemos oportunidad de ver durante el resto del año, internet ha decidido obsesionarse con Kim Yeji, una tiradora surcoreana que parece sacada de lo más profundo de nuestra mente. No hay nadie que mole más, la verdad.

¿Quién es Kim Yeji de los Juegos Olímpicos?
Kim es una francotiradora surcoreana de 31 años (y Virgo, que lo he visto en Twitter) que ha dominado el campo de tiro desde que era adolescente. Comenzó a competir profesionalmente a los 16 años y rápidamente se hizo famosa por su increíble precisión y su comportamiento tranquilote. Mientras que muchos de nosotros pasábamos nuestra adolescencia perdiendo el tiempo, Kim se sintió atraída por la precisión y la concentración mental del tiro. Vamos, no todos los días conoces a alguien que pueda disparar a una diana a 25 metros de distancia sin sudar ni un poquito.

Por cierto, ¿sabes qué es ese extraño dispositivo para los ojos? ¿Es solamente para que parezca mucho más molona que si jugara a, no sé, la petanca? Si has visto fotos de Kim Yeji y has pensado que estaba canalizando su cyborg interior, no estás sola. Ese aparato se llama oclusor del iris y es como una mezcla entre un monóculo de alta tecnología y algo sacado de una película de ciencia ficción.

Entonces, ¿qué es esto, a ver? El oclusor ayuda a los tiradores a concentrarse en el objetivo bloqueando las distracciones. Básicamente, reduce su campo de visión para que no se distraigan con nada fuera de su visión de túnel enfocada con láser. Suena un poco a ciencia ficción, yo qué sé, pero me parece todo alucinante. Y que compita con el pelucha de su hija colgado de la cintura es lo más mono que he visto.

Tendremos la oportunidad de verla competir de nuevo el próximo 2 de agosto. No nos lo perderemos.

Las shippers tenían razon: Tobin Heath y Christen Press están juntas

0

Años, aaaaaaaaaños llevan las bolleritas de internet diciendo que Tobin Heath y Christen Press, futbolistas de Estados Unidos, tenían más feeling que nadie, y resulta que tenían razón y no estaban (como suele pasar a veces, ejem) viendo cosas donde no las hay. ¡Las había!

En el programa Peacock’s Watch con Alex Cooper del pasado día 28, Christen contó ciertas cosillas, como que realmente no son solo amigas, sino que llevan juntas ocho años. La delantera del Angel City, además, quiso contar cómo se conocieron y cómo se sigue sintiendo con respecto a su novia.

Realmente no estábamos en los mismos círculos, y tan pronto como la conocí, sentí como un magnetismo. Pensé: ‘Eso es lo que quiero’ y nunca miré hacia atrás. Sigo sintiendo exactamente lo mismo”.

Cuando les preguntaron sobre si estaban ocultando su relación, la respuesta fue tajante: no.

Nunca estuvimos en el armario, escondiéndolo. Nuestra gente siempre supo lo que estaba pasando con nosotras. Queríamos mantener la privacidad en lo público, con los fans, para mantener la profesionalidad.

Vía: E!

¿A qué otros conciertos irán las #Mafin? (Lista de éxitos 1958)

0
mafin

Últimamente, cruzamos los dedos, las Mafin, es decir, Marta y Fina de Sueños de libertad, no dejan de darnos alegrías. Superada la eterna curva que nos tenía devastadas, parece que las dos están en una nube, encontrando la felicidad en las pequeñas cosas cotidianas de pareja, como ir a un restaurante, a un tablao… o a un concierto. En la serie hemos podido ver el buenísimo trabajo de documentación que están llevando a cabo desde el equipo de guión al hacer que las dos disfrutaran de un recital de Gloria Lasso y Luís Mariano, ambas super estrellas en el año 1958, y hemos querido investigar un poco más acerca de qué música era la que triunfaba en esa España.

Hasta la irrupción del rock, unos años después, lo que se llevaba eran la música melódica de grandes voces y letras que evocaban amor eterno, como la que hacían los artistas ya nombrados. En 1958 tanto Gloria como Luís Mariano llevaron a la lista de los más vendidos muchas composiciones juntos, como Canastos y Amor, no me quieras tanto o por separado como Cachito. Los dos hicieron carrera en Francia, convirtiéndose en, efectivamente, gigantes de la música en español y en francés. El gran éxito Luna de miel, nombrado en la serie, no vería la luz hasta un año después, 1959, cuando fue utilizado en la película homónima que estaba protagonizada por el bailarín español Antonio.

En los tocadiscos de nuestros abuelos casi exclusivamente se escuchaba música en español, con alguna extrañísima salvedad como la de Renato Carosone, quien en este año colaba en las listas de éxito un tema que seguro os suena, Cha cha cha torero.

Sin embargo, menos en el recuerdo está la que fue durante este año la canción más vendida, titulada Mariquilla y compuesta e interpretada por José Luís y su guitarra. Tanto éxito fue que la encontramos también en la lista del año siguiente.

Muchas de las canciones de las listas de éxitos pertenecían a bandas sonoras de películas, ya que aunque estas no fueran estrictamente musicales sí que solían incluir muchos números con cante y baile. Este es el caso de Las chicas de la cruz roja, película protagonizada por Concha Velasco y cuya canción principal estaba interpretada en su versión grabada por Ana María Parra, o también La Violetera, film protagonizado por una Sara Montiel que volvía exultante de su carrera en Hollywood y que daría la espalda al cuplé, que se había quedado antiguo, para dedicarse a otros géneros musicales, viviendo una segunda etapa de fama.

Como hemos comentado, la música ligera y los bailes de salón eran del gusto del público general, y por eso encontramos boleros inmortales como Quizás, quizás, quizás, del estadounidense Nat King Cole, o El Reloj, de Lucho Gatica. ¿Veremos a las mafin bailar abrazaditas con este tema de fondo?

¿Qué libros lésbicos tengo en el kindle? Edición verano 2024

0

Cuando llega el calor, las chicas se enamoran. Y también tienen más tiempo para sacar el kindle de la totebag y leer fresquitas con el aire acondicionado de casa de sus padres (basado en hechos reales). Tengo la tarjeta que echa fuego con tantas compras literarias, así que las voy a compartir con todas vosotras para que veáis en qué invierto el tiempo y el dinero. No me escondo. Algunos, no todos, son en inglés, ha coincidido así.

Delilah Green pasa de todo

Tengo un poco de lio con los libros de Ashley Herring Blake porque nunca me acuerdo por cual tengo que empezar, pero creo que el primero de la serie Bright Falls es este Delilah Green pasa de todo, que en su día leí en inglés y me gustó bastante. No nos engañemos, el libro es todo un cliché, y todo lo que nos gusta: Delilah Green juró que jamás de los jamases volvería a su pueblo, pero por cosas del destino se compromete a hacer las fotos de una boda y… conoce a Claire Sutherland, quien desde que se separó de su ex y padre de su hija no ha tenido tiempo para el amor. Puedes comprarlo aquí.

Iris Kelly doesn’t date

De la misma autora que el anterior, este es el tercero de la serie (el segundo no sé por qué no lo tengo, ya veré lo que hago). Situado en el mismo universo, en este nos encontramos con, efectivamente, Iris Kelly, quien tiene el peor rollo de una noche con Stefania, quien más tarde le descubrirá que no es su verdadero nombre y, además, le pedirá un favor: que finja ser su novia. ¿No es esto una fantasía? Puedes comprarlo aquí.

Meeting Millie

Otro que forma parte de una colección, en este caso Oxford Romance, ambientado en… Oxford. Charlotte y Millie van a comerse el mundo cuando acaben la carrera de derecho, y lo van a hacer juntas como las mejores amigas que son. Pero las cosas no son como deseamos, y el tiempo las distancia. Diez años después, la vida las pone a prueba. Puedes comprarlo aquí.

Carol

Hace al menos diez años o más que me leí El precio de la sal, y yo creo que este verano (Mafin summer) es el momento ideal para recuperar la novela. El argumento es más que conocido: Carol cae rendida de Therese nada más la conoce en unos grandes almacenes, y las dos inician una historia complicada en la Nueva York de los años cincuenta. Puedes comprarlo aquí.

Aquellas noches de verano

Este es un poco trampa porque no lo tengo pendiente, sino que ya lo he leído, y además me ha encantado. El título es un pelín engañoso porque la historia no nos remite a Grease, sino que en la versión original es Cool for the summer, la canción de Demi Lovato, pero vamos, que da igual porque la historia me ha molado muchísimo: después de un verano fuera de su ciudad, Larissa vuelve al instituto y tiene lo que siempre ha deseado, el corazón de Chase, el quarterback del equipo. Pero entonces, ¿por qué no se siente tan bien como pensaba? ¿Será porque ha aparecido Jasmine, la chica con la que compartió casa el verano? Puedes comprarlo aquí.

If tomorrow doesn’t come

Este me da un poco de perecita, pero me han hablado muy bien, así que probaremos. Avery Byrne tiene algunos secretos, como que está enamorada de Cass, su mejor amiga, y también que le han diagnosticado depresión. Pero todo parece pasar a un segundo plano cuando se descubre que hay un asteroide que va a destuir el mundo en unos días. ¿Qué más da entonces casi todo? Puedes comprarlo aquí.

También soy su mamá

No es novela, sino un libro de testimonios de madres lesbianas y bisexuales junto a otra mujer. El libro viene a esclarecer algo que puede parecer sencillo pero, a la vez, no tanto: ¿qué es la maternidad sáfica? Si estás pensando ser madre, si lo eres, o si simplemente, como es mi caso, te gusta saber qué piensan personas como tú sobre cuestiones que no te has planteado, este libro es para ti. Además, está coordinado por Thais, a la que adoramos. Puedes comprarlo aquí.

Algunas películas lésbicas poco conocidas que puedes encontrar en Filmin

0

A veces creo que por película lésbica queremos entender un romance, una comedia feel good con dos chicas que se enamoran y viven felices y comen perdices, pero no sé, yo creo que cualquier título en el que unas protagonistas sáficas tengan peso cumple con esta premisa. No sé cómo lo veis. El caso es que Filmin está trabajando muy a fondo en su catálogo, y hay unas nuevas incorporaciones que merecen muchísimo la pena. Lesbianas culturetas, allá va.

Baan

Esta película portuguesa protagonizada por Carolina Miragaia y Meghna Lall es el primer largometraje de Leonor Teles. En ella veremos el romance entre dos chicas de veintipocos que se persiguen y se pierden entre Lisboa y Bangkok. Puedes disfrutar de ella hasta el día 11 de agosto.

En busca de Summerland

Ambientada en la Segunda Guerra Mundial, Summerland cuenta la historia de tantos niños durante el conflicto, cuando fueron evacuados a zonas rurales para evitar los bombardeos de las ciudades. Ahí, Frank vivirá el verano clave de su infancia, junto a la historia Alice y Vera (Gemma Arterton y Gugu Mbatha-Raw, a quien conocimos en San Junipero, respectivamente), que va desvelando poco a poco.

¿Cómo te llamas?

Eva y Candela se conocen gracias a un objetivo común, y se enamoran de un flechazo. Pero el amor se apaga, y los sueños se van deshaciendo con el tiempo. Esta es la historia de cómo el amor se desvanece poco a poco.

Nuestros hijos

María de Medeiros se puso detrás de la cámara después de casi dos décadas sin hacerlo para dar vida a una obra de teatro que toca muchos palos: libertad, dictadura, divorcio, maternidad lésbica, relaciones entre madre e hija… con el telón de fondo del convulso Brasil actual.

Conann, la bárbara

Esta no es una película que vaya a gustar a todos los públicos, pero a la que le gsute le va a flipar. Una nueva visita a la historia de Conann, pero pasada por el filtro personal de Bertrand Mandico, que la dota de una estética exquisita.

‘Nasty habits’, la webserie con Claudia Doumit croqueteando

0

Dio vida a Jiya Marri en la serie de NBC Timeless, pero definitivamente donde ha saltado a la fama más famosa ha sido con The boys, en donde da vida a Victoria Neuman, esa especie de alter ego de Alexandria Ocasio-Cortez aunque con un poco más de mala leche. Hablo de Claudia Doumit, actriz australiana que protagonizó hace un tiempo Nasty habits, una webserie más que interesante.

La premisa es ‘historias que duran lo que un cigarrillo’, es decir, casi un suspiro. Y entre ellas vemos la de Jenny y Becca, una trama que se desarrolla en tres tiempos. En primer lugar, un rato antes de la boda de la segunda, cuando ambas tienen ‘esa’ conversación.

En la segunda temporada las volvemos a ver y, una vez más, el drama sobrevuela la conversación.

Y como bonus track, el episodio especial de cuarentena, donde vemos dónde empezó todo.

La historia de estas dos se deja ver más que bien. Es una pena que no hayan seguido haciendo episodios, pero siempre nos quedará el verlo en bucle.

Vía: Nasty Habits

Namii de Biird, un refrescante estimulador que transforma el juguete en experiencia

0

Soy una gran amante de los masajes, no te lo puedes ni llegar a imaginar. Me transportan a lugares maravillosos, a un limbo en el que logro relajarme al tiempo que suelo tener ideas grandiosas. Y todo ello en el entorno más sensorial posible. Tengo a mi masajista de confianza cerca, en mi ciudad, pero aun así me encanta conocer lugares nuevos. Y pensaba que ya sabía de lo que iba eso de los masajes, hasta que probé un spa experiencial de Madrid y descubrí una experiencia totalmente nueva. Productos específicamente diseñados para cada tratamiento, una banda sonora creada para cada momento y una cálida bienvenida, ¿acaso hay algo mejor?

Lo que aprendí de ese masaje tan especial es que, algo que conocemos puede transformarse en la mayor de las experiencias con el entorno adecuado. Recordé esta idea cuando vi, por primera vez, los productos de Biird: juguetes eróticos minuciosamente creados para ofrecernos el placer que conocemos de un modo que todavía no hemos explorado.

Biird es una marca nacida en los Países Bajos dirigida por mujeres que pretende romper los tabúes de la industria de productos eróticos: ofrece juguetes muy placenteros y también muy bonitos que desafían todo lo que conocemos hasta la fecha, porque nos invitan a sumergirnos en su mundo, el mundo de Biird. Productos para dar placer con un buen diseño, alta calidad y accesibles. De hecho, tienen una iniciativa que consiste en que por cada juguete comprado a través de su web, plantan un árbol gracias a su colaboración con Onetreeplanted.

Con todo este contexto, yo ya me sentía muy seducida por la marca. Primero, por sus valores. Segundo, porque tenía muchas ganas de conocer todo lo que hay alrededor de sus juguetes. El afortunado de ser el primero ha sido Namii, un estimulador de clítoris que, además de ser top ventas de la marca, resultó ganador del European Product Design Award en 2022.

Aviso: este juguete es tan tan tan bonito, que probablemente vas a leer la review con más fotos de la sección.

Lo que más llama la atención de Namii, a simple vista, es su forma delicada y redondeada. Tiene una forma ideal para agarrar el juguete muy fácilmente, pero también para que resulte muy cómodo durante la estimulación de la vulva. Gracias a su aspecto, podemos colocarlo de diversas maneras hasta dar con aquella que nos funcione mejor. Por ejemplo, la marca recomienda colocar la boquilla sobre el clítoris y la zona con ondas debajo, para que vibre sobre los labios de la vulva.

También notamos que tiene un acabado muy suave. Está fabricado con silicona blanda y segura para el cuerpo que resulta muy agradable en contacto con la piel. Y, el hecho de que todo el juguete esté recubierto por esta silicona, hace que podamos estimularnos con sus diferentes ángulos y en diversas posiciones.

Tal vez, frente a otros succionadores, me ha parecido menos ligero. Sin embargo, durante el uso no me ha resultado pesado. También cabe destacar el tamaño de la boquilla, más bien pequeño, pero es adecuado para complacer una gran variedad de vulvas. La válvula que se mueve queda a uno o dos centímetros del clítoris, por lo que la estimulación está asegurada.

Resulta que Namii tiene dos maneras de estimular: con succión y con vibración. Ambas funciones se pueden utilizar por separado (solo succión o solo vibración) o en simultáneo para ofrecernos una sensación mucho más extensiva. La succión (ya sabes que utilizamos este concepto, pero en realidad no se succiona nada, se trata de un juego de aire) no se limita a estimular solo las terminaciones nerviosas del clítoris, sino que las ondas de placer reverberan por toda su extensión.

La potencia es adecuada en ambas funciones, que van de una intensidad baja para personas más sensibles a una más alta para quienes preferimos la potencia. Y lo mejor: a pesar de ello, es uno de los succionadores más silenciosos que he probado.

Podemos controlar la succión y la vibración con la interfaz de dos botones que, por cierto, son muy originales con esa forma orgánica que no había visto antes. Uno de ellos tiene un círculo y activa la succión, mientras que el otro tiene unas ondas y activa la vibración. Primero, tendremos que desbloquear el juguete pulsando ambos botones durante tres segundos y luego podremos explorar las diferentes opciones. Tenemos 5 intensidades de succión y 5 modos de vibración, los 3 primeros de vibración constante con diferentes intensidades y los 2 últimos son patrones de vibración. Así podemos crear varias combinaciones hasta dar con nuestra favorita. Pulsando los dos botones durante varios segundos activaremos el bloqueo viaje.

Masturbarse con Namii es uno de esos momentos experienciales de los que te hablaba al principio. Trasciende el orgasmo rápido y todo lo que envuelve al juguete nos invita a sentir, vivir y explorar nuestro placer con más presencia. La combinación de vibración y succión me ha parecido exquisita y me ha regalado orgasmos intensos, largos y muy trabajados.

Además, también podemos usar Namii en modo manos libres, y siempre que encuentro esta posibilidad en un juguete me encanta. Eso nos permite explorar nuestro propio cuerpo mientras el juguete hace su trabajo o explorar el de nuestra pareja, así que podemos darle uso también en compañía. También es ideal para recorrer el cuerpo de nuestre amante y estimularlo con las diferentes posibilidades que ofrece.

Pero también he descubierto una forma de masturbarme que me encanta: bocabajo. Debido a la forma y el volumen del juguete, resulta posible colocarse sobre él y estimularnos también con el movimiento de nuestras caderas. Vamos, una manera maravillosa de obtener placer si, como yo, te gusta sentir un contacto más directo y jugar con la presión.

Como puedes ver en las fotos, Namii también se puede mojar, y no solo con salpicaduras. Podemos llevárnoslo a la ducha o a la bañera para disfrutar de estas sensaciones en el medio acuático.

Te decía que este juguete trasciende el propio momento de masturbación, y lo hace de muchas maneras. Una de ellas es el modo de carga, que consiste en una base de carga que también sirve como iluminación de ambiente. O sea que tenemos nueva lámpara con nuestro Namii, ¿qué te parece?

El cable va conectado a la base de carga, donde colocaremos el juguete por la parte de la base (los botones). En la parte trasera de la base hay un botón con el que podemos activar o desactivar la luz (que parpadea lentamente mientras el juguete se carga), incluso si el juguete no está colocado. Namii requiere unas 2 horas de carga para 2 horas de placer en modos succión y 3 en vibración, que es bastante.

El packaging es otro de los elementos irresistibles de Namii, y es que, al fin y al cabo, es la carta de presentación de los productos y lo primero que vemos de ellos. El estuche es precioso, con un acabado holográfico en el nombre del producto. Ten en cuenta que te hablo de la edición limitada de Biird x Jouissance Club, una diseñadora que ha participado con las ilustraciones y una guía de placer que se incluye dentro.

El juguete viene estupendamente colocado, presentado y expuesto. En la caja encontramos unas ilustraciones preciosas con tips y algunos consejos sobre cómo usar Namii. Dentro también se incluye, además del juguete y la caja de carga, una bolsita para guardarlo, el cargador y varios regalitos: la bolsita de tela, una lámina ilustrada, una guía de placer, un colgante, un marcapáginas y varias pegatinas. Todo sigue la misma línea, el mismo propósito, y una se siente muy complacida al saber que cada uno de esos detalles pretende elevar la experiencia de placer de Namii.

Me gustaría hacer una mención especial a la guía de placer de Jüne Plã de Jouissance Club que va en la caja. Este librito ilustrado que se incluye en la edición limitada ofrece ilustraciones muy bonitas y varias ideas de cómo usar Namii más allá de las típicas posturas, tanto para vulvas como para penes y para distintas zonas del cuerpo. Y el marcapáginas dorado es mi nuevo objeto favorito, por supuesto.

Podemos encontrar Namii en varios colores: melocotón o lila en las ediciones habituales y este color menta para la edición limitada de Biird x Jouissance Club. Lo único que cambia entre las ediciones habituales y la limitada es el color y que en la limitada se incluyen varios detalles, como el colgante, el marcapáginas o la guía ilustrada. La diferencia de precio entre ambos es de 10 euros y, sinceramente, creo que vale la pena la edición limitada por todo lo que incluye de forma adicional. En cuanto al precio, Namii tiene un coste de un poco más de 100€ que considero razonables dada la calidad, la innovación y la tecnología de este estimulador.

En definitiva: Namii me ha parecido un estimulador muy refrescante por su concepto original, sus colores vibrantes y su forma impecable de dar placer. Sin lugar a dudas, cumple su función con creces y deleita nuestros sentidos con un packaging muy top y un diseño exquisito, perfecto para deleitarnos a nosotres mismes o para hacer un regalo de ensueño.

Consigue tu Namii AQUÍ.

Películas de lesbianas en las que acaban juntas al final (iremos actualizando)

0
películas lésbicas final feliz

Stop. Basta ya. Hasta aquí hemos llegado. No estamos dispuestas a seguir pasando por el aro. No queremos ver películas y series de lesbianas que nos pongan TRISTES. No queremos lesbianas muertas. Queremos chicas que terminan con sus novias. Mujeres que se enamoran y cuya historia acaba BIEN. Queremos películas de lesbianas en las que al final acaban juntas. ¿Y cuando lo queremos? Lo queremos YA.

En principio esto iba a ser una listita de cinco películas, pero se nos ha ido de las manos, y hemos decidido que se nos va a seguir yendo. Iremos actualizando el artículo con más títulos, según nos vayáis proponiendo y/o vayamos viendo.

But I’m a cheerleader

¿Cómo puede ser que Megan sea lesbiana? ¡Pero si tiene novio! ¡Le gusta el rosa! Y, lo más importante ¡es animadora!. Pese a todo, sus padres la envían a un campo de reeducación para quitarle lo del croquetismo, y es ahí donde conoce a Graham. Chica a la que le gustan las chicas conoce chica a la que le gustan las chicas y, bueno, ya os imagináis qué pasa después. Natasha Lyonne, Clea DuVall, RuPaul y Melanie Lynskey son algunos de los protagonistas de esta divertida película.

DEBS

Amy, Max, Janet y Dominique son solamente cuatro de las DEBS, las componentes de una agencia ultra secreta del gobierno, creada para combatir a los malhechores. De entre todos ellos, la peor es Lucy Diamond. Pero Amy no cree lo mismo, y menos lo cree conforme pasa la película, ejem. Esta historia es un milagro, ojalá hubiera más así porque NOS ENCANTA.

Do revenge

Dos chicas que han visto su reputación echada a los caballos por diferentes motivos deciden hacerse un Extraños en un tren y exponer a las personas que han expuesto a la otra. Una, Drea (Camila Mendes), ha visto cómo su ex novio publicaba un video sexual suyo, pese a que él lo niega tajantemente. Otra, Eleanor (Maya Hawke), ha sido sacada del armario contra su voluntad. Que empiece el plan.

Fucking amal

La vida no es fácil para Agnes. Es una adolescente inadaptada que vive en un pequeño pueblo sueco llamado Amal. Fucking Amal. Además, Agnes está enamorada de una de las chicas más populares del instituto, Elin, que ni siquiera sabe de su existencia. Y, por si fuera poco, por el instituto circulan rumores (ciertos) sobre su homosexualidad y la reacción de la gente no es la más deseable. Fuking prejuicios.

Fear Street

Si ya sé lo que me vas a decir, que no es una serie sino una trilogía de películas. Pero es que da igual, porque te las vas a ver seguidas, exactamente igual que si fueran diez episodios. Fear Street, La calle del miedo, está basada en la serie de libros de RL Stine, creador de Pesadillas (Goosebumps), y en sus episodios (1994, 1978 y 1666), iremos descubriendo las razones de que en Shadyside se sucedan horribles matanzas de manera periódica. Las encargadas de desvelar el misterio serán Deena y Sam (Kiana Madeira y Olivia Welch), una pareja de, de momento, ex novias.

The handmaiden

Basada en el thriller queer de la época victoriana Fingersmith, de Sarah Waters, esta adaptación traslada la acción a la Corea de los años 30. En la película, Sook-Hee es una ladrona que es contratada como doncella de la heredera japonesa Lady Hideko (Kim Min-hee) como parte de un plan para timarla. En cambio, Sook-Hee se encuentra enamorándose de la chica. Emoción, croqueteo, y una fotografía que te deja loca. La recomendamos muchísimo en su momento, y ahora, más aún.

The feels

Andi (Constance Wu) y Lu (Angela Trimbur) se van a casar, y sus amigas les han organizado un fin de semana espectacular a modo de despedida de solteras. Habrá vino, decoración, juegos, y hasta marihuana. Pero entre unas cosas y otras, y sobre todo tras la confesión de Lu de que no ha tenido jamás un orgasmo, las cosas se vuelven raras e incómodas.

Shiva Baby

Danielle (Rachel Sennott) es una joven judía bisexual que, sin comerlo ni beberlo, se mete en un brete complicado cuando, en un funeral, se encuentra con su ex novia y su actual novio que es un hombre casado. La película no te deja indiferente, sale Dianna Agron, que para mi siempre es un Sí, y puedes verla una tarde tonta en Filmin.

Happiest season

Conocer a la familia de tu pareja por primera vez puede ser… bastante estresante, pero si a eso le sumas que la familia piensa que solo eres la amiga heterosexual de su hija heterosexual, y las cosas pues no van a ir bien. Este es el dilema al que se enfrenta Abby (Kristen Stewart) cuando accede a acompañar a su novia, Harper (Mackenzie Davis), en las vacaciones familiares. Además, sale Aubrey Plaza guapísima y bollerísima. Todo bien aquí.

Better than chocolate

Maggie (Karyn Dwyer) tiene una vida bastante guay en Vancouver, Canadá. Trabaja en una librería queer, sale bastante por el bar de ambiente de confianza y tiene un romance incipiente con Kim (Christina Cox). Pero todo eso se interrumpe cuando su madre y su hermano, que no tienen idea de que Maggie es lesbiana, aparecen en su casa esperando mudarse.

Imagine me and you

Qué te voy a decir que no sepas ya de esta MASTERPIECE del cine lésbico y romántico en general, que además seguro que la has visto ya catorce veces este año. Rachel (Piper Perabo) está lista para casarse con su novio de toda la vida cuando una mirada de refilón con su florista, Luce (Lena Headey), lo cambia todo. Por primera vez, Rachel se enamora de una mujer y tiene que decidir entre lo que siempre ha sabido antes y lo que su corazón realmente quiere. You’re a wanker, number 9.

With every heartbeat (Kyss mig)

Mia (Ruth Vega Fernández) y Frida (Liv Mjönes) se conocen por primera vez en la fiesta de compromiso de sus padres. El padre de Mia, Lasse (Krister Henriksson), está a punto de casarse con la madre de Frida, Elizabeth (Lena Endre), lo que las convertirá en hermanastras. Hay algo en esta historia hecha a base de miradas que me hipnotiza, y mira que la he visto veces. Será que me gustan las historias de amor a primera vista, no sé. And it hurts with every heartbeaaaaaaat.

Nina’s heavenly delights

Esta peli llena de sabores orientales, de especias, de comidas de esas que te dejan el estómago del revés y tras las cuales no besarías ni a tu peor enemiga, tiene un bonito final feliz. Lisa y Nina participan en un concurso de comida india para salvar el restaurante de la familia de Nina (que, por cierto, la interpreta Shelley Conn, la que hizo de Jessica en Mistresses UK). Nina está en el armario. Lisa no. Lo de siempre. Pero cuando anuncian que ellas son las ganadoras, Nina quiere celebrarlo con la persona a la que más quiere.

Saving face

Saving Face, cuya traducción en castellano es Guardando las apariencias; Un amor diferente (sólo les falta poner un guiño al finalno vaya a ser que te vayas a tragar una historia de lesbianas sin estar prevenida) cuenta la historia de Wil, brillante cirujana, con brillante porvenir, con una madre ferreamente convencida de las bondades de la tradición china: mucho trabajo, mucho dinero, un buen marido. Pero como ya sospecharás gracias a los traductores españoles, Wil (la taiwanesa Michelle Krusiec) va a vivir un amor diferente… de lo que le gustaría a su madre (Joan Chen), porque se va a enamorar de Vivian, una bailarina interpretada por Lynn Chen.

San Junipero

Ya sé que es trampa porque formalmente no es una película, pero por duración podría serlo, y por argumento… también. Black Mirror no es conocida por sus finales felices, ni mucho menos, pero hay una excepción, y es San Junipero (temporada 3, episodio 4), en la que dos mujeres, Yorkie (Mackenzie Davis) y Kellly (Gugu Mbatha-Raw), se encuentran en un bar en un extraño y maravilloso pueblo costero llamado San Junipero. La química y la conexión son poderosas, pero claro, esto es Black Mirror y es todo un delirio.