En los libros de psicología (barata y no), autoayuda y en las enseñanzas de algún reputado sabio, la primera lección es siempre que tienes que quererte. Quererte mucho, más que a todo y más que a nadie. Por otra parte, ya conocemos a las estrellas del pop, que son un exceso en si mismas y llevan todo al límite. Así, la ecuación “quererte mucho”+”estrella del pop” muchas veces nos conduce a resultados ligeramente diferentes a lo que pensábamos, y las cantantes terminan enrollándose… con ellas mismas. Así, como lo leeéis. En un ejercicio de narcisismo que sonrojaría al mismo griego inspirador del término, aquí van cinco ejemplos de cantantes que se quieren, se adoran y se compran una lora (lo siento, si no no rima).
Lily Allen
“And we can swing and dance the night away , We don’t give a damn what people say“. A Lily siempre se la ha traido al pairo lo que pensara la gente, y lo demuestra definitivamente en el video de Our Night, single lanzado esta semana, en el que narra el lado menos glamouroso de salir un sábado noche. ¿Quién no ha tenido una pelea con un perrito caliente gigante? ¿Quién no ha vomitado en el taxi, o en el bolso? ¿Quién no se ha enrollado con su clon, al más puro estilo Orphan Black? La que esté libre de pecado que lance la primera croqueta.
Mel B
¿Os acordáis de Mel B? Bueno, supongo que si. Pero tampoco sería raro que la hubieseis olvidado después de ocho años de no sacar ni un sólo single y dedicarse a tener hijos con Eddie Murphy y un par de señores más. A finales del año pasado decidió que eran tan buen momento como cualquier otro para sacar un disco, por lo visto no se le ocurrió aprovechar el tirón de las Olimpiadas de Londres, y sorprendió a propios y foráneos con el lanzamiento de For Once in my life, una cancioncilla que está muy bien, y en la que en el video vemos a la cantante haciendo verdaderos esfuerzos por besarse a si misma. Algo me dice que te pasaste en el quirófano, Mel B.
P!nk
Lo de P!nk en el videoclip de Sober ya es otro nivel: no se da un besito, como Lily Y Melanie, directamente tiene una bollodrama consigo misma. Se quiere, se odia, se llama desde su Motorola v3, se cuelga, se ignora a si misma por la casa, se va sin llamar después de una noche de pasión… No me extraña nada que al final la chica se tare y acabe en un psiquiatrico haciendo las famosas tijeritas aéreas que después popularizaría ShakRiri.
Lady Gaga
La primera vez que vi el vide de You and I de Lady Gaga tuve pesadillas un mes. Para hacer este artículo lo tuve que volver a ver, así que espero que os guste, porque me espera mucho tiempo de vigilia (igual acabo con P!nk en el frenopático). El asunto es que el novio de Lady Gaga en el video, que además es su novio en la vida real y sale en Chicago Fire, está fatal de la cabeza. Una cosa escandalosa. Y Lady Gaga, que por lo visto está loca de amor, le deja que le haga las mil y una, incluído convertirla en sirena, con sus branquias y todo. Una relación súper sana. Mientras experimenta un síndrome de Estocolmo brutal, se acuerda de lo feliz que era con su novio Jo Calderone, cantando en los maizales. El punto está en que Jo Calderone es ella misma con tres kilos de gomina, fumando mucho, y marcando la mandíbula de forma muy natural. No sé, esta historia es muy disturbing.
Beyoncé
Beyoncé sacó un disco en 2008 llamado I am… Sasha Fierce, en el que la cantante exploraba un lado diferente al que nos tenía acostumbradas. Es lo que tiene inventarse un alter ego, que te da la excusa para hacer lo que te de la real gana. Para la promo de ese disco realizó una sesión de fotos para Giant Mag, en la que se vio tan, pero tan guapa, que no pudo evitar besarse. O besar a Sasha. Bueno, realmente el resultado es el mismo. Lo declaraba ella misma, diciendo que “era la primera vez que me sentía sexy de verdad en una portada”. ¿Las 4657 anteriores que hiciste, Beyoncé, no te gustaron?