Lena Dunham es uno de esos personajes que no deja indiferente a nadie. Unos la critican por salir desnuda en Girls, algunos la ven como la que mejor ha sabido plasmar a una generación en una pantalla, la aman, la odian… en fin, hay de todo, pero la realizadora y actriz siempre genera algún tipo de reacción. La última, al recibir el premio Horizon en reconocimiento a su trabajo en pro de los derechos LGBT, donde habló de su hermana, lesbiana, y de la decepción que supuso reconocerse como heterosexual:
Me llevé una gran decepción cuando crecí y me di cuenta de que me sentía atraída por los hombres. Así que cuando mi hermana salió del armario, pensé “Gracias a Dios, alguien en esta familia que de verdad representa mis pasiones y mis creencias”.
Hay que reconocer que a mi Lena me cae en gracia, y estas palabras suyas me han hecho muchísima gracia, porque me la imagino perfectamente diciéndolas desde lo más profundo dle corazón. De todos modos, minipunto para ella, porque estamos más que acostumbradas a que pase exactamente lo contrario, que te lleves el chasco de tu vida al darte cuenta de tu homosexualidad. Dunham no fue la única que ofreció apoyo a su hermana en su familia:
Nosotras fuimos criadas en un entorno, el mundo artístico de Manhattan, en donde nadie esconde su orientación sexual, y una pregunta común para un niño de 4 años es “Mamá, ¿esas mujeres salen juntas? La salida del armario de mi hermana fue muy poco angustiosa, todo lo que algo que envuelva al sexo puede ser. Los adultos de su entorno se aseguraron de que no sólo era aceptada, sino adorada por quien es.
Deberían darle el premio no sólo a Lena, sino a la familia Dunham al completo. ¡Viva los Dunham! ¡Lena, preséntanos a tu hermana, que queremos a tus padres de suegros!
Vía: Hufington post.