Estos días está circulando por Twitter una reliquia de los años 80 que, francamente, nos ha encantado. El crítico musical del New York Magazine Jody Rosen, se la encontró de casualidad cuando estaba ayudando a una amiga con su mudanza. Se trata de unos apuntes de 1988 de una clase de Estudios de la Mujer que se impartía en la Universidad de Wisconsin. Y en ellos vemos los consejos prácticos que se daban a las mujeres en caso de que ¡oh, no! tú, mujer heterosexual, conocieras a una mujer lesbiana. Toma buena nota de ello porque no tienen desperdicio:
1. No salgas corriendo de la habitación. Es de mala educación.
Recuerda: si la asustas, la lesbiana usará sus poderes para llevarte al lado oscuro.
2. Si te ves obligada a retroceder, hazlo lentamente y con discreción.
Si tienes un arbusto a mano, mucho mejor.
3. No asumas que se siente atraída por ti.
Tus horas de gimnasio definitivamente no están dando sus frutos.
4. No asumas que no se siente atraída por ti.
Siempre has pensado que si fueras lesbiana tú serías tu tipo.
5. No asumas que no te sientes atraída por ella.
No es culpa tuya. Tú no sabías que las lesbianas estaban tan buenas.
6. No esperes que esté tan emocionada por conocer a una hetero como tú por conocer a una lesbiana. Probablemente, se crió entre heteros.
Es muy muy posible que las heteros existan. Lo cierto es que estamos investigando el caso, pero muy pronto sacaremos conclusiones al respecto de esta nueva raza de seres humanos.
7. No empieces a hablar de inmediato sobre tu novio o marido para dejar claro que eres hetero. Probablemente ella ya lo sepa.
Hasta la vecina del cuarto sabe que tu Paco es un tigre en la cama. Lo pusiste en tu Facebook.
8. No le digas que es sexista preferir a las mujeres. No le digas que los hombres están tan oprimidos por el sexismo como las mujeres, y ellas deben ayudarlos a luchar contra su opresión.
Libéralos. Pon una croqueta en su vida.
9. No des por hecho que odia a los hombres. Por otra parte, entiende que a lo mejor no quiere ir a un sitio donde haya hombres.
Hombres: esa especie en extinción que solo es posible encontrar en un partido de fútbol.
10. No le preguntes cómo llegó a ser así. Pregúntate cómo llegaste tú a ser así.
O en palabras de JFK: no preguntes lo que la bollera puede hacer por ti. Pregúntate lo que tú puedes hacer por la bollera.
11. No trivialices su experiencia asumiendo que es un asunto de dormitorio.
Es lo que tienen los multiorgasmos. Se vuelven adictivos.
12. No des por hecho que quiere ser tratada como un hombre.
Versión 2014: Es muy probable que simplemente quiera ser tratada como una persona.
13. No des por hecho que sus relaciones, al contrario que las formadas por hombre/ mujer, están libres de problemas tales como la envidia, fallos en la comunicación, en el compromiso, etc. Por otra parte, no asumas que está en una relación insana.
El bollodrama es como Teruel: existe.
14. No des por hecho que no podéis ser amigas. No des por hecho que podéis serlo.
Y más importante todavía: no des por hecho que no te gustaría pelearte en el barro con ella.
15. Respeta su individualidad. Es lesbiana, pero también es Mary, Pam, Lori…
Una lesbiana, un voto.
EXPERIMENTO: Finge ser lesbiana durante 24 horas. ¿Qué tipo de cosas sientes como diferentes?
Sospechamos que este fue el momento en el que nació la primera “heterocuriosa” o “heteroflexible”. El origen del caos fue Estudios de la Mujer 103. El gen se extendió después por Europa, Latinoamérica, Asia y Oceanía, con todo el sufrimiento que ello conlleva (para más información sobre esta pandemia pincha aquí).
Pero sí, lo que acabas de leer es verídico. Pasó realmente. Se estudiaba en una universidad. Y quizá hoy en día las heteros no tengan ya estas 15 normas impresas y bien guardadas en su carpeta de apuntes (por si acaso), pero seguramente todavía haya gente que necesita un manual de instrucciones para conocer a una lesbiana. ¿Qué tal si lo resumimos todo en una sola norma?
Regla número 1: trátala como lo que es… una persona.
Escrito por Marca y Emma Mars.