Lo último que os habíamos contado de esta serie de CW sobre adolescentes interplanetarios y sus andanzas amorosas era que Sophia, la atrian pansexual, se había decidido por fin a contarle a Taylor que anda enamoradísima de ella. ¿Y cómo? Pues de la manera más gráfica posible: dándole un besazo en un jacuzzi. Pero, claro, pasó lo que pasó, que Taylor le hizo un ‘no puedo, tengo novio‘, y la pobre Sophia se quedó más mustia que la hoja de acelga que se queda perpetua en el fondo del carro de la compra.
Se puede ver el momento exacto en el que se le rompe el corazón. Total, que nos habíamos quedado todas super tristes, pensando que ya había terminado aquí la historia de estas dos, cuando en el final del episodio de la semana pasada, que todo el rato parecía un poco meh, nos llevamos el sorpresón del siglo. Drake había dejado a Taylor bajo la excusa de que no merecía la pena luchar por salvar su relación, y claro, ésta estaba hecha un mar de lágrimas. Y así se la encontró Sophia, llorando como La Zarzamora.
Taylor.- ¿Crees que soy la clase de chica por la que merece la pena luchar?
Sophia.- Creo que eres la clase de chica por la que la gente va a la guerra
Tengo sentimientos encontrados con esta escena: Me parece super guay que se besen, además creo que el beso es sentido de verdad, pero el que lo haga delante de Drake es una tomadura de pelo, porque todo lo genuino que podría ser ese gesto se va al garete, y parece que lo hace por despecho. No sé cómo lo veis vosotras. En fin, así acababa la semana pasada el episodio, así que el de ayer era determinante para saber por donde iba a ir la cosa entre las dos. Y han ido… regular. Va a haber un baile en el instituto y, claro, Sophia va toda emocionada a pedirle a Taylor que la acompañe.
Sophia, cariño, me parece estupendo que quieras invitar a Taylor al baile de invierno, pero ¿era necesario regalarle un cardo? Porque eso, en mi pueblo, es un cardo. Borriquero, para más señas. Y así no vas a conseguir mas que que acelere y se vaya corriendo de la loca de los cardos. Pero por si esto no nos hubiera parecido suficientemente WTF!?, resulta que Taylor estaba llorando. Con lágrimas FLUORESCENTES.
Todo super normal, ya véis. Bueno, realmente si, porque estamos hablando de un instituto que tiene a siete alumnos de otro planeta. En fin, que después de que Sophia le pregunte si el cardo le da alergia, llegan a la conclusión de que está embarazada, porque las atrians cuando van a ser madres lloran azul eléctrico y tienen una sed que se mueren. Qué curiosos, estos atrians. Así que, bueno, esto nos deja en una posición un poco rara a Taylor y Sophia, porque la futura madre intergaláctica va a volver con Drake, y ahora Sophia tiene que ejercer de buena amiga. ¿Habrá más croqueteo entre estas dos? Yo creo que no, veo el panorama bastante negro. Casi tan negro como el futuro de la serie, que no hace mas que bajar en los demográficos. Quedan solamente dos episodios para que termine la temporada: muy bien les tendría que ir para que CW se decidiese a renovarla. Como siempre en estos casos, cruzaremos los dedos y esperaremos el milagro. A veces ocurre.