Llego por fin el estreno de la tan esperada película de Fina Torres, Liz en Septiembre. En esta web teníamos ya casi un año esperando pero a pesar de que para mí fue una odisea poder verla(denuncia al cine incluida y todo), finalmente fui a la proyección.
*SPOILERS COMIENZAN AQUÍ, SI VAS A IR A VERLA NO SIGAS LEYENDO*
Empezamos con la premisa de que Liz… se va a morir. Es un hecho. Ya sé que me van a decir. “Lesbiana feliz, Lesbiana muerta”. No es tanto así. La película no se trata tanto de la “lesbiana Liz” sino de que es una mujer que está viviendo lo que le queda de vida como quiere y no encerrada en un hospital, sufriendo un tratamiento que podría alargarle la vida a cambio de un par de años sumida en miseria y enfermedad.
En la primera escena del film Liz nos comenta, como quien no quiere la cosa, en medio de un mar que más turquesa imposible, que siempre supo que era gay. Desde ese momento comenzamos a conocer a un personaje que tiene una personalidad completa, definida, fuerte. Carácter. Ella vive como quiere vivir y hace lo que quiere, cuando quiere y es así, libre.
Resulta que Liz pasa todos sus cumpleaños rodeada de sus amigas en el Parque Nacional Morrocoy (Edo Falcón. Venezuela) en la posada de Margot (Elba Escobar). Este año, tiene un secreto. Está enferma, pero no quiere que sus amigas lo sepan, para, según sus palabras que “no la traten con lástima”.
Suena bastante agresiva, pero no lo es. Sobretodo cuando, por accidente, llega a la posada Eva (Eloísa Maturen, quien por cierto, debuta en pantalla con este largometraje.) una “Buba”*.
Eva cae, cual Alicia, en la Fantástica Isla de Cachapalandia. ¡Bienvenidas al paraíso tropical donde todas son cachapas y hay de donde escoger, para todos los gustos!. Los únicos personajes masculinos que hay son su esposo (que le es muy infiel) y el mecánico (que la quiso estafar cuando se le accidentó el carro)
A Liz le gustó Eva desde el momento en que la vio y toma como un reto el seducirla, incluso hace una apuesta con por ello. Según ella misma nos confiesa, le gusta el juego de la seducción, el reto, y el seducir a una hetero casada, le parece un desafío interesante. “Tres días y la tengo en la cama”, dice, muy a la manera Shane. Lo que ella no esperaba era enamorarse.
De verdad me encantó la fotografía, el estilo de la filmación, las locaciones y el elenco. Pero por el lado malo tengo que criticarle a la película la falta de profundidad y lo casi acartonado de los personajes secundarios, no tanto por actuación y ni siquiera tanto por el guión.
Sin caer en estereotipos demasiado marcados, no se desarrollan las personalidades ni los carácteres. Hay una pareja estable con hijos pero la una solo hace apuestas con Liz, a pesar de ser una talentosa artista y la otra literalmente solo cocina. Coqui (Danay García) es la típica calentona que coquetea e incluso intenta dormir con Liz a pesar de ser pareja de Dolores, Lola como la llaman, es una doctora y escritora famosa en el país temerosa a salir del closet y extremadamente preocupada y maternal con Liz y la dueña de la posada no hace más que beber el despecho que le dejó su pareja, presuntamente muerta.
Incluso Eva a veces actúa como por inercia ante las decisiones tan cruciales que debe tomar. Confrontar a su esposo por las infidelidades, quedar embarazada, enamorarse de Liz y decidir estar con ella, afrontar su muerte… actúa de manera lánguida ante las situaciones que se le presentan.
A mi parecer es quizás lo corta de la película lo que hace que hayamos sentido así a los personajes. Seguramente con un poco más de tiempo en escena se hubiesen desarrollado mucho mejor.
Hay una línea que me dolió especialmente del guión, como abanderada del lado bi de la fuerza. Al oírse llamar Buba, Eva le pregunta a Liz que significa esa palabra y ella responde “lo opuesto de Gay” a lo que Eva le responde “¿Así?, ¿todo es negro o blanco? ¿gay o no gay?” Y Liz replica “Bueno, hay matices de gris, pero nadie los toma en cuenta…”
Por el lado bueno, tengo que decir que la película está bellamente dirigida, las escenas de sexo son muy delicadas y hermosas, sin dejar de ser sensuales. En esto puedo decir, a diferencia de La vie d’Adele, que se nota que está dirigida por una mujer. La tensión sexual e incluso el cariño entre ambas actrices es palpable desde el minuto UNO, la fotografía es magistral, Nos encantaron las escenas de buceo, la estética es impecable. El tema de la homosexualidad femenina está tratado con una naturalidad increíble y refrescante y los toques de humor caribeños oportunos rompen la tensión de lo anunciado.
Al final, Liz toma las riendas de su vida y también de su propia muerte y deja este mundo como ella decide sin preocuparse que es lo que deja atrás, pues efectivamente deja querencias… en el vientre de Eva.
Fotos cortesía Liz en Septiembre.
p.s.: Les dejo unas foticos del elenco y especialmente de Patricia Velasquez :3 ¡Que disfruten!.