Freeheld es una de las películas que más ganas tenemos de ver. Con Julianne Moore y Ellen Page a la cabeza, dos de las guapisimas oficiales, y de nuestras actrices favoritas, la película trata sobre una policía enferma terminal que lucha por los derechos LGBT, más concretamente los de su pareja, cuando ella no esté. Basado en una historia real, que dio lugar a un documental ganador del Oscar en la categoría de Mejor Documental, el rodaje está en marcha, y hasta el momento sin incidentes.
Pero el problema ha llegado al rodar unas escenas en el católico colegio Salesiano de New Rochele, en el estado de Nueva York. En un principio el equipo tenía permiso para rodar, pero después el equipo directivo cambió de idea al saber que la película giraba en torno a una pareja lésbica. “Respeto su derecho a decir que no, pero es triste”, dijo el productor de la película, Michael Shamberg.
Using religion to justify bigotry makes me sad. Sending my support 2 the LGBT students at the school who I hope r able 2 find acceptance.
— Ellen Page (@EllenPage) October 21, 2014
La misma Ellen Page dejó claro en su cuenta de twitter lo que opinaba de este asunto: “Usar la religión para justificar los prejicios me pone triste. Mando mi apoyo a los estudiantes LGBT de la escuela (Salesiana), y espero que sean capaces de encontrar aceptación”
El colegio iba a ser inicialmente el escenario para el Ayuntamiento de Ocean County, New Jersey, en donde el personaje de Julianne Moore iba a pedir unos formularios (domestic partnership, lo llaman, pero no sé qué figura legal es la equivalente), para que le pasen la pensión a su pareja cuando ella muera. Por lo visto, el colegio es fondo habitual para videoclips, anuncios y demás proyectos, así que el equipo de rodaje pensó que no tendría ningún problema, pero claro, con la iglesia han topado. De todos modos, el rodaje ya ha encontrado nueva localización: El alcalde de la cercana Rye Brook ha recibido al equipo de rodaje con los brazos abiertos. Chicos listos.
Vía: Indiewire